Necesito que me aconsejen, sobre una posible infidelidad
Buenas tardes:
He buscado en google, para hacer una consulta, sobre un asunto que me viene afectando desde hace varios años, y ante todo, pido permiso para hacerlo desde el anonimato. No obstante, si fuera preciso, no tendría inconveniente en aparecer con nombre y apellidos, si bien es cierto que, en esta primera instancia, el pudor me lleva a hacerlo de este modo.
En realidad, no busco una solución al tema, de hecho, siendo honesto conmigo mismo, debería calificar mi problema como una intranscendencia anecdótica que la vida me ha puesto en el camino. Tal vez, de buscar, sería sólo el matiz que me podríais dar, como especialistas, en el sentido de redimensionar lo que ahora os explicaré, por si constituye o no un problema que debiera afrontar con profesionales, o, en su caso, hablarlo con las personas implicadas, si bien, con una de ellas, mi mujer, lo he hablado muchas veces sin que jamás consienta profundizar, mostrando un alto grado de indignación por el mero hecho de formularle tal cuestión.
Tras ese amplio preámbulo, paso a relataos el por qué de mi correo. Hace bastantes años, unos 15 quizá, mientras manteníamos relaciones sexuales, mi mujer y yo, le pedí que me contase alguna relación que hubiese mantenido con alguna persona cercana a nuestro grupo de amistades. Ella me contó, con cierto grado de detalle, una historia de la que era protagonista un buen amigo común. Para mí, aquella confesión, no suponía nada que hubiese de conllevar mas que la posibilidad de introducir elementos que hicieran más placenteras nuestras relaciones. Aún hoy, sigo pensando lo mismo, sólo en la época de noviazgo sufrí ataques desaforados de celos, y con el paso del tiempo, comprendí, o creí comprender, que de existir tales situaciones, se podían revertir hacia una mejora de nuestra propia relación. Pero, obviamente, he de poner de manifiesto esta posición mía, ya que, de intentar darme una respuesta, comprendo que pudiera ser importante para la misma.
El hecho es que, pasados unos días, tras aquella confesión, cuando volví a referirme a ella, mi mujer me comentó que sólo había sido una fantasía. Desde ese momento, como os decía, más de 15 años, nunca he dejado de pensar que, tal vez, ella tuvo miedo a reconcer que vivió lo contado, sin tener en cuenta lo que yo le explicaba, por activa y por pasiva: que me gustaba que hubiese ocurrido tal situación; y ella sólo pensase en una posible venganza de mi parte, o, vete a saber, que se resintiese nuestra relación.
Durante estos años, con cierta frecuencia, suelo preguntarle, o referirle sobre el asunto. Según de qué modo se lo expongo, ella, como comenté antes, a veces se incomoda y muestra indignación. El caso es que he llegado a plantearme preguntar directamente a nuestro amigo, pero, me resulta muy complicado, y seguramente, inoportuno, el hacerlo. Temo que, tanto sea cierto como si no, nuestra amistad pudiera verse afectada muy negativamente.
En fin, a grandes rasgos, este es el contenido de mi pequeño problema, que resumiría en un anhelo sencillo de saber que aquello se dio, sin ninguna otra intención que la de seguir adelante, si cabe, con mucho más deseo hacia ella. Y sólo hablo de deseo, porque el amor sigue presente, hemos forjado una familia, nuestro hijo e hija, ya son mayores, 26 y 20 años, respectivamente, nuestra vida va por derroteros muy aceptables y satisfactorios, con lo cual, no vislumbro, en absoluto, que la certeza de ello pueda afectarme negativamente; insisto, bien al contrario.
En vuestras manos está darme o no al menos una pista sobre si merece la pena acudir a alguno de los frentes que he dejado sobre la marcha en mi escrito.
Muchas gracias por vuestra atención. Un cordial saludo.
Leo