Niña con miedo a las puertas cerradas

Hola Maria del Mar,

nos parece coherente que tu hija después de una situación angustiosa, haya relacionado el hecho de las puertas cerradas con ese recuerdo de una situación donde lo pasó mal.

Creemos que es muy importante la detección temprana que habéis hecho, y que deberíais poneros en contacto con un especialista cuando antes, con tal de que este miedo no se generalice cada vez más a otras situaciones.
Con un terapeuta podéis trabajar, a través del juego simbólico, el miedo que ha adquirido vuestra hija y ir haciendo una exposición, siempre controlada por el profesional, para que poco a poco vaya superando este miedo.

Esperamos haberte podido ayudar.

Un saludo

Hola María del Mar, es inteligente tener miedo después de haberse quedado allí encerrada. Como solución ir poco a poco dándole herramientas para que sea autosuficiente con las puertas: que gane confianza en abrir puertas, en cómo pedir ayuda, que sepa que si tarda iremos a mirar...

Se pueden establecer premios por conseguir algunos sencillos logros, se puede reforzar con cariño cada vez que ella abra la puerta, aún estando nosotros presentes, etc.
Un psicólogo/a os puede dar pautas a los padres y a ella para superar ese miedo lo antes posible.
Un Saludo

Hola María del Mar,
Hay técnicas sencillas para este problema pero debe aplicarlas un profesional. Realizará una evaluación completa para después elegir el mejor tratamiento.
Es bastante sencillo y rápido así que ánimo, no lo dejéis pasar más tiempo.
Un saludo

Estimada María del Mar:

En este caso, es obvio que la fobia de tu hija se debe a una experiencia traumática. Existen varias técnicas, aunque te recomendaría acudir a un psicólogo especialista para que escoja la que sea más adecuada para tu hija, dada su edad, aunque también influirá su nivel cognitivo y madurez (vamos, que esté más o menos "espabilada" para su edad, dicho vulgarmente).

Por un lado está la técnica de la inundación, que es ir directamente al grano: Meterla en una habitación y cerrar la puerta, y que intente aguantar lo que pueda, y poco a poco aguantar más tiempo, teniendo claro que la puerta no tiene cerrojo ni pestillo, y que por lo tanto no va a quedarse encerrada. Luego, otra estrategia sería cerrar los ojos e ir describiéndole una situación que deberá imaginarse (desensibilización sistemática), y ella tendrá que ir describiendo lo que tendría que hacer. En este caso, se trata de aprender estrategias de afrontamiento para cuando vuelva a quedarse encerrada. Debe primero imaginársela, por ejemplo, que se queda encerrada en el cuarto de baño de una biblioteca. Incluye estrategias desde llamar a la gente dando golpes en la puerta, o incluso que se lleve un teléfono móvil de emergencia para llamar a alguien para que avise a los de la biblioteca, o incluso maniobras caseras para desatrancar puertas. Luego, haremos una prueba real en un sitio, sea en el gabinete, en casa o en un lugar público. El hecho de aprender estas estrategias de afrontamiento le hará sentirse más segura de sí misma. Es importante no dejar que ese miedo la domine y le impida llevar una vida normalizada. Debe aprender qué hacer para cuando le pase la próxima vez (perfectamente un cerrojo o pestillo puede romperse y atrancarse la puerta) sepa reaccionar. Ahí es cuando su miedo y ansiedad será reducida progresivamente. Conviene aprender técnicas de respiración y relajación para reducir su ansiedad cuando se imagine esta situación o le vuelve a pasar.

Espero haberte ayudado, tú decides cuál es la estrategia que prefieres para tu hija, pero insisto en que acudas a un especialista primero.

Un cordial saludo y mucha suerte.