No estoy a gusto en mi casa
Durante mi infancia, hice lo que me mandaban y ellos estaban contentos ya que me tenían atada y yo hacía lo que era de "buena hija" por que quería ser buena hija yo misma.
Yo tenía un sueño muy grande pero realista y llevaba muchos años con este, cuando decidí contarles el sueño para que me apoyasen, no lo hicieron, lo empezaron a destruir y no les importó. Esto puede ser porque mi madre tuvo su sueño frustrado de joven.
Después de que frustraran mi gran sueño, no quería perseguir ese sueño nunca más, no quería ni mencionar el tema.
Justo después de eso empecé en el instituto y empezó el acoso escolar. Durante varios años sufrí ese acoso y cuando quise mencionárselo a mis padres, se lo tomaron a la ligera me dieron consejos penosos y a los cuales no hice caso sino que fui a la orientadora, denuncié a los acosadores y se solucionó.
Durante estos años quise formar otro sueño, siempre han sido sueños realistas y perfectamente capaces de hacerse, empecé a trabajar muy duro por éste y cuando estaba en la recta final, donde solo tenía que dar el último empujón, le conté el sueño a mis padres, otra vez se pusieron a echarlo todo por tierra y como a su vez estaba en un debate interno entre mis metas o el amor pues me dijeron que eligiese el amor, la opción que yo realmente no quería.
En ambas ocasiones en mi vida venían acompañadas de depresiones, las cuales recuerdo con desprecio ya que me impedían seguir con mi día a día y estaba tan triste que no podía pensar.
En ambas ocasiones cuando estaba enferma mis padres asumieron que era cosa de la edad porque esta enfermedad iba acompañada de mi desobediencia que era la forma en la cual yo me expresaba, pero no era normal de la edad eran situaciones graves que ellos se tomaban a la ligera.
Mi debate interno entre mi segundo sueño y el amor seguía sin estar resuelto y como en esta ocasión no podía pensar racionalmente hice caso al consejo de estos, elegir el amor, ni siquiera estaba segura de que quería eso, pero como quería salir de la situación solo les hice caso.
Ahora veo las consecuencias a medio plazo de haberle hecho caso a ese consejo, realmente sí que quería haber elegido mi meta y no haber hecho caso a mis padres, que como tuvieron su sueño frustrado ahora todo lo que yo quiero hacer lo echan por tierra.
Tengo muy pocas posibilidades de conseguir mi meta hoy en día y no depende de mí, si no de las circunstancias, pero me arrepiento tanto de no haber hecho lo que yo quería en aquel momento, que si hubiese hecho lo que yo quería, ahora tendría mas posibilidades de cumplirlo. Ni siquiera conseguí el amor de ese chico por circunstancias ajenas.
Mis padres quieren que sea normal, que no tiene metas si no amigos, novios, bla, bla, bla, bla, vida normal.
Y yo tengo metas y me gusta luchar por esas, me hace feliz eso.
No entienden que no me hace feliz eso, no me apoyan y quieren que tenga una vida normal, la cual no me llena. No me encuentro cómoda en mi casa, por todo esto y porque mi ideología no coincide con la suya.