No sé si sirvo para tener pareja...

Hola Sara. Por lo que dices entiendo que te encuentras en una época de bastante estrés personal, en la que está en juego nada más y nada menos que finalizar tus estudios universitarios, en los que has depositado mucho entusiasmo, a juzgar por tus palabras. Si ya de por sí ésta es una situación absorbente, el hecho de añadirle el estar enfrentándote a una experiencia nueva, con tanto peso emocional y tan asociada a tu identidad como persona y mujer, en efecto debe de tratarse de una etapa delicada, con varios focos abiertos que pueden conllevar picos de estrés. Lo ideal sería poder profundizar en tu historia personal para poder tocar el tema de un modo más riguroso. No obstante, por lo que explicas, veo tres puntos clave sobre los que, quizá, se podría reflexionar. En primer lugar, comentas que te encanta tu chico, pero que en ocasiones sientes que no le mereces. ¿Por qué crees que eso es así? Y, en su lugar, ¿qué crees que mereces? Estas reflexiones pueden ayudarte a entender realmente qué es lo que te está sucediendo. A veces, detrás de pensar que merecemos menos de lo que tenemos suele ir un sentimiento de inadecuación que a menudo nos limita a la hora de conseguir lo que realmente queremos (y merecemos). Por otro lado, comentas que no has tenido otras relaciones anteriores, o al menos de esta intensidad. Eso lógicamente ha fortalecido tu independencia, pero estar en pareja no tiene por qué ir unido a renunciar a tu espacio, al menos a gran parte de él. Es decir, se puede ser independiente y tener una relación de pareja estable y sana. Sin embargo, a veces nos es complicado cambiar de repente, especialmente cuando se trata de romper hábitos muy arraigados. ¿Crees que eso es lo que te pasa a ti? Si es así, este tipo de cambios llevan su tiempo, porque no solo se trata de cambiar una costumbre, como pasar a prestarle más atención al móvil cuando antes te era más indiferente; se trata de compartir una intimidad que, por circunstancias x, has guardado para ti durante mucho tiempo, y eso entiendo que puede dar miedo, o reparo como mínimo. Para algunas personas perder la virginidad es un paso de gran carga emocional a cualquier edad, más si se ha estado esperando con ahínco, y supongo que para ti este hecho esconde dudas, miedos y bloqueos, lógicos y normales por otro lado dadas las circunstancias. Estaría bien que pudieses comentarlo con alguien cercano, o incluso con él, para ganar en confianza. Lo más importante aquí es que sepas escucharte, dejarte llevar por lo que te apetezca en cada momento y no forzarte a nada. Que las cosas pasen de forma natural, sin presiones añadidas, que ya suficientes tiene implícitas. En esto no ni hay plazos, ni normas. Lo positivo es que, por lo que se desprende de tus palabras, eres capaz de explicarle lo que no te gusta de la relación. Eso es muy importante, y a veces nada fácil, así que te felicito. Te cuesta comentarle abiertamente qué te pasa por la cabeza, quizá éste sea otro hábito que romper poco a poco, o quizá debas plantearte por qué te cuesta y qué consecuencias puede llegar a tener, o no. Ponerte en su piel, teniendo una idea más o menos clara de cómo funciona él como deduzco que tienes, creo que puede ayudarte a decidir qué hacer en este ámbito. Por otro lado, aun siendo clara, parece que él no acaba de entender tus necesidades, quizá porque necesita que se las comentes de otras formas, o por otros motivos que estaría bien que conocieras. ¿Tienes alguna idea de por qué, aun sabiendo que te ayudaría el hecho de tener más espacio y que se comportase de un modo más natural, no consigue hacerlo? Creo que aclarar estas cuestiones te serviría para aclararte a ti misma. Recuerda que, en cualquier caso, nadie mejor que tú sabe qué es lo más adecuado para ti. Pero ten en cuenta que a veces nos focalizamos solo en aspectos parciales, y si nos alejamos un poco y conseguimos ver las cosas con perspectiva, al final las vemos con claridad. Te recomiendo que no tomes una decisión sin disponer de esa perspectiva. Reconciliarse con uno mismo es el primer paso.