¿Fue bullying?

Realizada por Cristina Garcia · 26 jul 2016 Bullying

Buenos días:



Antes de nada me gustaría agradecer el tiempo que van a dedicar leyendo mi caso. La verdad es que les parecerá extraño que no haya denunciado antes. El miedo, el escuchar a los demás que me enseñaron que eso "no tiene la más importancia", la necesidad absoluta de proteger a mi familia, el miedo y el hecho de crecer asumiendo tal y como me decían que yo no merecía nada en la vida, han hecho que hasta ahora haya intentado solucionarlo todo por mis propios medios.



De pequeña antes de ir a la escuela era pizpireta y muy feliz. También hay que decir que vivo con mis padres y mi hermano, mi familia, que antes nunca tuve amigos y casi nunca salía de casa. La educación en casa es alegre pero nos enseñan prudencia.



A los 3 años empiezo a la escuela. Mi hermano era seis años mayor que yo y su experiencia en el colegio es más que gratificante: fue inmediatamente integrado en la clase, considerado un líder hasta los 18 y adelantó un curso en primaria por ser superdotado. Así que pensaron que yo iría por el mismo sitio.



No recuerdo nada de mi primer día, pero sí nos lo contaron. La profesora se asustó de la reacción de los niños al verme: se quedaron en silencio, algunos pusieron mala cara y ninguno me quería a su lado. Los comentarios eran "me da miedo", "es fea", "que pálida y blanca, parece un fantasma", "¿qué es eso negro que le rodea los ojos?", "¿Por qué está tan seria?" y muchos más. En el patio unos me rodearon y empezaron a pegarme. Mi madre estaba vigilando y llamó inmediatamente a la profesora. Ella le dijo que no se preocupara. Intentaría hablar con la clase.



No hubo respuesta. Mis compañeros seguían teniéndome mucho miedo. Recuerdo que hablo de niños de 5 años. Era todo por mi aspecto físico. Por aquella época fui a muchos médicos. Era extremadamente blanca (casi gris), al tomar el sol nunca me bronceaba pero tampoco me quemaba, comía poco y tenía en contraste unas ojeras negrísimas. Pero tras pruebas los médicos decían que yo tenía una gran salud, y que incluso estaba mejor que muchos niños de mi misma edad.



Los compañeros en clase me dominaban y me ordenaban hacer lo que ellos querían: pinta esto más fuerte, corre más rápido, eres tonta, cómete esto, sube la cuerda... Siempre desde la agresividad (lo único que recuerdo es el desconcierto de ver que había gente como yo, pero que "por su físico" mis compañeros les trataban mejor.



No sé si los profesores hicieron algo o no, lo único que sé es que finalmente me abandonaron. Es cierto que por mi carácter yo era muy tímida. Aunque la verdad no se sí era ya tímida o me volví cerrada al ver tanto desconcierto a mi alrededor. Yo les molestaba mi sola presencia. Si me defendía me mandaban callar de manera muy agresiva. A mí nunca me habían atacado en casa, así que no sabía cómo defenderme. Sobre todo nunca se habían metido con mi físico. Eso desconcertó por completo mi vida y mi manera de verme. Hasta los profesores, cuando mis padres a final de curso preguntaban que pasaba, decían "¿seguro que está bien? Es taaaaaaan blanca y pálida... ¿no tiene nada?". Mis padres son muy inteligentes y no podían entender que unos niños de 3 años no quisieran ni relacionarse con alguien "por su físico" y encima que todo lo que hicieron los profesores, charlas, hablar, etc. no sirviera para nada.



Doy tantos detalles por lo que viene ahora. Ahora me doy cuenta que los profesores pensaban que iba a ser un caso de falta de integración y hablando se iba a solucionar. Pero se dieron con algo inesperado: los niños no querían ceder. Es más, también algunos padres que me veían decían que "es muy rara, seguro que está enferma, ¿no han hablado con sus padres a ver que tiene? Esos comentarios evolucionaron a "es rara, tiene un comportamiento raro, no habla".



Cómo no hablar. Empecé a tener problemas de salud de verdad. Desde que empecé el colegio, no hicieron más que acentuar mi introversión. No conocía otra cosa que el rechazo fuera de casa. Sin embargo, dentro era feliz y extrovertida. Por ello asumí que la vida fuera era algo que tenía que ignorar. No tuve a nadie, nadie y vuelvo a repetir nadie que tan siquiera estuviera a mi lado. Solo mis padres, que iban a hablar pero el profesor tan solo les preguntaba por mi salud.



Recuerdo después del primer año de colegio los dolores de barriga a las 5 de la mañana diarios durante más de 8 años, toda mi infancia. Diarios, y aún ahora desconcertantes. Retortijones intensísimos, vómitos continuos donde hasta llegaba a sacar bilis amarilla, mis padres sin dormir toda la noche aguantándome la frente, convulsiones musculares, hasta 16 veces llegué a vomitar seguidas en un a noche, paseos constantes por el pasillo... y sin fuerzas para ir al día siguiente al colegio. Así cada día. Llegué a acostumbrarme a soportar y disimular al día siguiente que estaba bien. Me horrorizaba la idea de ir a urgencias y que mis padres pasaran mal, siempre tenían muchisimo trabajo y yo ya me sentía un auténtico estorbo.

Así que con 6 años decidí resistir y al día siguiente intentar parecer lo más posible recuperada. Además, si iba al colegio, no podía hacer mala cara... no me ayudarían, todo lo contrario, se reían más de mí por mi físico.



A eso sumar que cada cinco días enfermaba, cogía 40 de fiebre... las anginas eran continuas, el dolor insoportable... casi quedaba paralizada y no podía comer. Estaba extremadamente delgada, pero comía mucho y mis padres me daban una comida de extrema calidad, y carísima. Eso es importante porque para comprarla tenían que trabajar el triple, eso les hacia estar más cansados y por lo tanto menos fuertes para pensar con claridad estas situaciones.



¿No tenían amigos? Pues si, muchos y de los mejores. Me llevaron a los mejores especialistas, pruebas, análisis... Todo eso agotados porque no están acostumbrados a todo esto ("a tu hermano esto no le ocurría, ni a nadie de nuestra familia) y porque tampoco entendían nada ni los amigos ni los especialistas. Mis análisis perfectos, mi nivel de vitaminas adecuadísimo. Ninguna enfermedad salvo las anginas. No me las quitaban porque no eran grandes. Era constante las "habladurías" después de las visitas médicas, donde indicaban que yo "era una chica normal, que habían visto niños mucho peor que yo, que no había nada de que preocuparse, que siguiera como era y que eran cosas de niños que se les pasaría... cuando se volvieran adultos". Yo me lo creí y así decidí que mi vida estaba en casa.



Igualmente los profesores aplicaron todas las técnicas para ayudarme. Pero el resultado los desconcertó: no hubo respuesta. Mis compañeros de clase estaban totalmente cerrados conmigo, no solo eso sino que a medida que pasaban los años ignoraban cualquier indicación del profesor con "mi derecho a no hablar con ella si me asusta, de no querer conocerla, de que mis padres me han aconsejado de no hablar con ella porque es rara".



¿Por qué no me cambié de colegio? Por sentido común. Sí: estaba claro que fuera de casa me tenían como un monstruo (mis tías y primos también), y donde era realmente yo era en mi casa. Poneos en el sitio de una niña obligada a tomar decisiones si no se quedaba abandonada: ¿a quiénes tenia que favorecer? A mi familia. El colegio estaba al lado de casa, y si mis padres tenían que coger coche para ir a otro colegio y luego irse a trabajar a tope vendrían el triple de cansados. También conmigo empezaron los insultos y las discusiones en casa. Mis padres se empezaron a odiar porque ninguno llegaba a ninguna conclusión sobre mi situación. Además, nunca les había pasado nada igual. Tampoco a los demás.Y los profesores no entendían tanto rechazo desde el inicio.



Recuerdo en quinto de primaria, con 8 años, tuvimos una gran profesora. De hecho la quisimos tanto que pedimos que fuera nuestra tutora durante 3 años. A ver, seguía el rechazo, me veían rara, seguía faltando a clase por los dolores y seguía probando toda clase de preparados y medicamentos para el dolor de barriga sin ningún tipo de solución. Pero esa mujer parecía entenderme. Fue la única que inculcaba valores, leía frases de reflexión cada día y los compañeros la respetamos muchísimo. Mis padres también se sentían cómodos con ella y aún ahora la saludamos. Conmigo era justa, algo que nunca había visto: si hacia algo mal lo decía, pero cuando hacia algo muy bien hecho también. Eso hizo que los demás, a pesar de seguir sin querer hablarme, me valoraban más. Incluso empecé a entrar en sus bromas, pero muy de lejos. Los profesores de antes, cuando abandonaron mi caso, también dieron vía libre a que me acosaran, incluso les hacia gracia y todo. Comencé a interesarme por la escritura.



Era mi única forma de expresarme ya que si opinaba de algo me miraban con mala cara. Cuándo acabé quinto la profesora como observaciones me escribió toda una carta que en aquel momento no entendí. Ahora sí la entiendo: decía que yo era una niña muy fuerte, muy valiente, muy buena chica, estudiosa y con muchas ganas de aprender. Y que merecía ser feliz. Cuando la escribió yo tenia 10 años.



Sexto de primaria fue la continuación de esos cursos. Tuvimos una profesora que pasaba mucho de todo, pero fue el año donde empecé a hacer amigos. Me empezaron a integrar, parecía que seguíamos con lo que nos había enseñado aquella profesora. No se , además llegaron chicas nuevas a la clase y curiosamente vinieron a mi enseguida. Eso me dejó desconcertada. Decían que "era callada y tímida, pero muy acogedora". No entendía cómo podía ser acogedora si nunca me había relacionado con nadie. También decir que se acabaron los vómitos por aquellas fechas. No las anginas. No cambié nada de mi alimentación, incluso por la pubertad yo debería de haber estado mal. Sin embargo, estaba muy bien, muy a gusto con mi familia y nunca me cambió nada mentalmente. Seguía pensando igual que cuando tenia 6 años. Si, yo pensaba muy madura ya con 6 años.



También los vómitos y las anginas y todo se me pasaba en verano. A pesar de veranear en la playa casi 3 meses enteros bañándome diariamente y en el sol, nunca me bronceaba ni me ponía morena ni me quemaba. Pero en verano jamás me ponía ni enferma.



Aun integrarme un poco, mi físico les seguía intimidando, y cuando enseñaban la foto de curso la pregunta del otro era inmediata: " quién es esta? Esta bien de salud? Pues parece una zombi" Puede parecer una tontería, pero no lo considero como tal cuando es la razón por la que no te hablan.



Primero de ESO pasó algo. Tuvimos una tutora que se involucraba mucho en todo eso de la adolescencia y que tenemos que crecer y cambia y defender lo que nos gusta y lo que no decirlo sin miramientos. No trataba como "pseudoadultos" Un día entraron unas chicas diciendo que habían hablado con la tutora sobre algo que "habían explicado hace unos años y que nadie les comprendía"... Sigo en la misma clase con la misma gente.



Al cabo de unos días la profesora quiere hablar conmigo a solas. Me parece que es la primera vez que alguien quiere hablar conmigo a solas, me siento muy intimidada pero aguanto. Dijo que esto lo tenia que hablar cada año con alguien y que no me preocupara. Dijo que mi olor corporal era extremadamente fuerte, y que intimidaba a mis compañeros. Que "aireara la camisa cada dia" y ya estaba. Y de paso, coloque "cómprate ropa más moderna, más de la moda, como pantalones ceñidos acampanados o camisas de Tommy H. , que me pusiera antiojeras, fuera a la peluquería, me maquillara para ir a clase con mucha base oscura, saliera un poco a pasear y a tomar el sol y me refresacara con duchas de agua fría "a ver si así haces mejor cara, que también intimida incluso a mí".



Me preocupó lo del olor. Me pasé a ducharme cada día y a airear y cambiarme de ropa cada día. Lo otro lo comenté a mis padres y dijeron "que te lo compre ella. No tenemos dinero para camisas Tommy y menos para una niña de 12 años".



Pues el resultado fue de lo más devastador. Unos meses después empezó un bullying humillante. La gente pasó a una agresividad de 100000, insultos descaradísimos, agresiones físicas pero sobretodo verbales, con frases y palabras de lo más desagradables. Todo por mi olor corporal.



Guarra, lávate ya, respeta a tus compañeros, por que no te duchas, tienes algún problema de piel? algún problema de salud? Lava la ropa, no sé prueba ducharte a ver si se va el olor, a ver huelete por favor, el olor llega hasta aquí, no se puede aguantar, dúchate de una vez, como te vamos a respetar si no nos respetas a nosotros, no sin duda eres tu la que huele, no te gusta el agua? Apestas, mira algún anuncio de geles o desodorantes, aléjate de mi, no me toques sucia!

Todo esto gritos por los pasillos, la clase, la calle, desde la barandilla, entre pisos, por las escaleras, etc.



Además de "fea, monstruo, fantasma, horripilante, Dios no debía estar muy contento cuando te creó, no puedo mirarla a la cara, huele tan mal como fea que es, es que no puede tener amigos, no ves su cara?, no se ducha ni va a la playa, es un bicho raro y horroroso".



Además de cosas peores: "sus padres la dejan salir así?; "no, mis padres dicen que no me haga con una chica que viene de una familia tan rara por dejarla salir así de fea y sucia de casa", "sus padres huelen igual, cuando hagan la reunión de padres habrá que poner ambientador" "son una familia de guarros", "son sucios y no me hago con sucios, cómo no la huelen?"



Fue tan agresivo que una chica donde ya de por si estos temas me parecían humillantes incluso hablarlos, sufrir eso recuerdo que me dejó en shock. Pero los profesores nunca, nunca y repito nunca se pusieron a mi favor, totalmente al contrario.



Yo empecé a ducharme cada día, dos veces al día, gastaba bastantes euros en desodorantes, ambientadores, geles desinfectantes, lavarme el pelo, la ropa mi madre se deja la piel por hacer lavadas diarias, e incluso lavarla a mano y plancharla si no hay espacio ni tiempo, me duchaba tres veces al día. Por aquel entonces y casi al mismo tiempo, me diagnosticaron escoliosis dorso lumbar de pronóstico grave que me obligo a llevar hasta cinco corses diferentes, el primero aquel que te coge la mandíbula con dos hierros. Vamos a obviar cómo me trataron los compañeros y los profesores como ignoraron mi situación porque sería muy largo. El caso es que cada corsé costaba 500 euros, más el tratamiento de rehabilitación casi diaria (50 euros la sesión) la ropa, los productos para el olor que no son baratos y otra cosa más. Y es que el mayor tratamiento contra la escoliosis es la natación. Así que tuve que nadar diariamente en una piscina. Cada día hora y media remojada en cloro, uno de los mayores desinfectantes que hay.



Si lo dije? Sí, todo. Y allí surgió la segunda causa de bullying, todo en la misma sintonía de siempre: dijeron que era una mentirosa. Yo y toda mi familia. A mi que se metieran conmigo me dolía, pero con mi familia no había explicación. Aún más dolor sabiendo que yo siempre había sido la culpable de todo su trabajo y todos los sueños que tuvieron que abandonar por acompañarme a tantísimos médicos y por lavar tanta ropa "para nada". Soy un monstruo.



Asumieron que si olía era que obviamente no me duchaba. Y que si decía todo lo anterior a sus reproches o preguntas de por qué no me duchaba, entonces claramente encima mentía. Así que era una egoísta, una mentirosa, mala amiga (llegué algún día a ser amiga?), horrible, fea y creída. Y que me molestarían el doble por que además se fiaban de los profesores, que en otras clases decían que "ella no se ducha porque si no se pone enferma. ¿O no veis que últimamente no se enferma?"



Si, los profesores exaltaron el bullying. Decían a mis espaldas a los de la clase que yo mentía porque me daba vergüenza admitir la verdad. Sin embargo me veían con mi espalda visiblemente torcida, llevando mil libros subiendo cinco pisos a pie (había ascensor, pero no me lo dejaban usar), sola en los patios, intentando integrarme en vano. Como todas mis compañeras crecían, se hacían bellas, atraían a hombres. Como recibían piropos de chicos y como la segunda parte era: "tú, mira como me dice guapa, no como tú, tu no lo eres: das pena jajajjajaa".



No podía hablar de nada. Pasé de que pusieran mala cara a que todo fuera puesto en mi contra. Un comentario tal como "mira este personaje histórico, me da pena..." fuera de repente seguido por un "Tú sí que das pena!" así de exagerado y cortante. Todos los días, a todas horas.



Nos hartamos de entregar certificados oficiales sobre mi escoliosis cómo de las facturas de los tratamientos y de la piscina. Los perdieron todos. Luego dijeron que no los habíamos entregado. Me lo dijeron a mi, que dijera a mis a mis padres que aún no habían entregado nada. Mi padre fue allí y casi les pega una bofetada si no llega a ser por la jefa de estudios que se puso en medio.

Aún así, defendieron al profesor alegando que "o teníamos pruebas de que se lo habíamos presentado" Luego admitió haberlos perdido.



En segundo de ESO en los boletines ( las notas) pusieron "debe mejorar su higiene corporal". Eso era humillante más para mi y mi familia que las notas eran importantes. Fui a hablar con la profesora y me dijo que olía muy mal, que lo había notado y que estaba de acuerdo con el comentario. Le conté todo, le dije que no me parecía correcto que dijera que mentía y que a ver si querían que me fuera del colegio. Ella me dijo que mis padres fueran a hablar con ella. Tan desconcertada se mostraron que me obligaron a mi a dar la cara. Pienso que en ese momento empezaron a renegar de mi, y con razón. Mientras mi hermano era tan líder y tan querido en el colegio que se fijaron mucho más en él, que siempre daba alegrías. Pero sigo pensando que tenían razón. Yo no se si hubiera hecho lo mismo. Les insultaban por mi culpa. Así que fui y el director no me dijo nada. Sonrió, borró el escrito con una linea, i en un momento de inspiración le dije que firmara el borrón con su firma y fecha y tampón sellado. Y así lo hizo. Me dio la mano i sonrió. No dijo nada más, ni aprovechó para comentarme nada.



Todo siguió. Como si cada paso no sirviera para nada. Incluso a veces los compañeros se daban cuenta que se habían pasado ese día y me pedían perdón, yo como boba les perdonaba. Soy religiosa y pensaba que iban en serio. Así como pasaba en mi casa. Al día siguiente se volvían más duros



Pronto mi imagen se distorsionó para todo el colegio. Es un colegio privado de gran reputación y buena enseñanza académica, donde recibe no se de que forma las mejores notas de selectividad. Son más de mil alumnos, y ahora el gobierno les dio un dinero para hacer un segundo centro donde enseñan FPs y bachillerato artístico. Los mil alumnos por aquel entonces ya preguntaban : " ¿quien es ese monstruo?. Los profesores ya me tenían catalogada. Todos.



¿Por que no me fui? Por lo mismo de siempre, y por que a día de hoy no me entra ni a mi ni a mis padres que toda esa conducta fuera solo por el olor y por las mentiras. Ellos fueron a hablar infinidad de veces y la actitud era curiosísima: provocaban para que fueran a hablar, pero cuando se presentaban ponían cara de asustados y decían " Cristina es muy buena niña, son cosas de niños, que no le de importancia"

Solo aquella profesora les dijo otra cosa. Tras hablar con ellos, me defendió mucho delante de la clase, incluso recuerdo sus gritos y su pérdida de control al no poder hacerles cambiar de opinión, la cantidad de negativos que puso cada vez que me decían algo y cuantas veces exigió que los padres de mis acosadores que fueran a hablar con ella ya que "eran los que parecían que tenían un problema". Esta mujer acabaron echándola del colegio, me parece no lo se. Ningún profesor quería pasar por lo que pasaba ella.



No vale la pena dar más detalles. A partir de ahí fui asumiendo mi lugar. Por amor a mi familia decidí callarme y aguantar. No sabia que esa decisión iba a provocar que ellos pudieran crear las mil historias a mis espaldas, que yo no podía desmentir al no estar delante. Igualmente, la forma ideal de que nunca pudiera desmentirlo era diciendo que yo era una mentirosa. Así se aseguraban su verdad. Además tenían la ayuda de os profesores. Todo esto no lo veía a esa edad, tan solo pensaba en llegar a casa.



En mi casa seguía una siendo una vida de delicia. Decidí no irme porque no quería que en casa hubiera ni un solo problema. Cambiarme de colegio era un problema, darle cara a todos era un enorme problema que nadie de la familia sabia hacer, Mi hermano se desentendió por completo de mi. Así que como estaba acostumbrada a aguantar, y ya sabia de antiguo que era una lucha en vano, decidí que mi vida empezaba en casa i que era imprescindible que mi familia tengan los mínimos problemas, para que en casa como mínimo sea feliz.



Seguí estudiando encerrada en un bunker imaginario. Jugaba en mi casa con mi mundo interior que me seguía y me acompañaba en clase. Eso me ayudo mucho.



Además, me dijeron que si decidía hacer ciencias, y estudiar farmacia, me iría a Barcelona. Así que durante cinco años centré mis esfuerzos en estudiar ciencias para sacar la nota de farmacia. Me ayudaron mucho mis amigos imaginarios.



Nadie me preguntó nunca como estaba, ni si lo que estudiaba me gustaba. Yo quería ser actriz, o escritora. Me encantaban las letras, las ciencias me costaron muchisimo. Pero no pasaba nada, daba igual, tenia todo el tiempo del mundo. Estudiaba ocho horas seguidas sentada en la habitación, durante cinco años. No me gustaba, pero mis amigos imaginarios me ayudaban i además el resultado seria muy satisfactorio. además, mi familia estaba mejor sin mi.



En bachillerato, con 18 años, estudié mucho y saque la nota. Nunca nadie me dijo nada, acabé con la misma imagen ya consolidada. Pero cogí las maletas y me fui.



Siempre dije que si no hubiera sacado la nota y no hubiera podido salir de mi ciudad, me hubiera suicidado. De echo al principio estaba la nota dudosa, y yo me recuerdo preparándolo todo. Pero al final la saqué y me fui.



Supongo que no se debe entender porque tuve esas decisiones. Admitirlo, la solución era enfrentarme a mi problema, sola, ya que nadie me haria apoyo, por excesivamente humillante, irme del colegio en estado de shock, no sin escuchar antes todo lo que pensaban de mi. Eso me hubiera hundido a un estado de shock depresivo absoluto y hubiera abandonado los estudios. En mi época no existía nada para valorar o ayudar frente al bullying (ni existe ahora) Y si no, en otro colegio me hubieran tratado igual, o peor. Muchas veces pegaron a mi madre por que siempre me vigilaba y nadie podía pegarme ( se les notaba que ha veces se aguantaban y todo). No dice nada porque no quería que me lo hicieran a mi, así como tampoco dice nombre ni nada



Estudié cinco años en Barcelona Farmacia. La carrera no me gustó nada, además que estaba totalmente en contra de los medicamentos y su exceso de uso. Pero nunca, nunca NUNCA hubo un solo comentario de mi olor. Jamás. Así como llamé la atención por el estado en que llegué:



- Una chica exageradamente cerrada, que hablaba sola en voz baja, solo hablaba de temas de estudios y nunca sacaba ningún tema social. No contestaba a las preguntas que se le hacían, caminaba y se movía de forma exageradamente lenta, con la cabeza gacha. A veces ignoraba todo lo que nos hacia, desconocía por completo los códigos sociales, y además cuando cogió más confianza al hablar confundía palabras y sílabas, cosa que cuando cogió fluidez y costumbre y confianza al hablar desapareció. Hablaba muy bajo, y con monosílabos secos y cortantes. No miraba a los ojos. No comía. Sus gustos y ropa son extremadamente anticuados"



La gente fue excepcional conmigo. Y ellos asustados porque consideraban que su trato a mi era tan solo "cordial". Conocí un grupo maravilloso que me ayudo lo que no se dice, a sacarme de ese pozo. Entonces empecé a experimentar una "pubertad": cambié i forma de ser, era diferente y empecé a entender los códigos, a por qué las personas son como son y a expresar emociones. El estado en que estaba era de "una niña pequeña" emocionalmente hablando que no sabia ni que era el amor.



Estos compañeros ( que incluso llegaron a suspender y repetir curso para ayudarme) nunca supieron ni me preguntaron jamás porqué estaba así. Eran muy altruistas. Ni tan siquiera sabían de mi escoliosis. Fue muy hermoso.



Había gente de mi colegio que sí vinieron a estudiar conmigo. Empezaron a hacer bullying diciendoles a las de la limpieza que yo no me lavaba y que me dijeran que me duchara. Al ver que no hacían nada, me pasaban notitas por debajo de la puerta en la residencia de estudiantes. Al año siguiente fueron expulsadas.



Aparte de eso y de alguna madre que fue a hablar con el director diciendo " que el pasillo olía mal y que era yo", no paso nada más. Mis amigos eran todos de todas la comunidades autónomas excepto la mía.



Cinco años después volví a mi ciudad con una fuerza excepcional y con una carrera bajo el brazo. Sí, sigo siendo muy ingenua: tuve que volver porque tras todo lo ocurrido más la crisis mis padres entraron en la ruina. La crisis ha hecho mucho daño: siempre dicen que antes eramos "ricos" y ahora somos "pobres". Pues hay mucha gente como mi familia que antes pasamos por muchisimo trabajo, sin tiempo ni ganas de salir con nadie ni comer fuera, ni dinero para viajar ni tiempo ni ganas, cansados, trabajo i trabajo, sin apoyo ni ayuda y con mucho acoso social totalmente desconcertante, eramos "pobres" pensando que luego seriamos "ricos"... pero acabamos "más pobres" y "más tristes".



Aún así, confié en que todo lo del colegio se quedó en el colegio y que haría una nueva vida. La de veces que pasaba por mi antiguo colegio y repetía una y otra vez : " ¡Que feliz haberlo dejado!". Así que ya que había acabado la carrera con muchas ganas de empezar y de ser feliz, me apresuré a apuntarme a danza. Quería ser artista, empezar a ser lo que me gustaba ser.



Me apunté a la escuela cerca de mi casa. Allí me enseñaron las salas y me apunté a clase. Un día que fui me encontré a una antigua compañera de clase del colegio. " Que haces aquí, vas a venir?" me dijo.



Lo ignoré, pero al día siguiente el grupo de danza que nos empezamos a conocer pasó de saludarme a hacer un circulo y hablar a mis espaldas. Hablo de gente que va de los 18 a los 40 años. Yo tenia 24. Iba a clase de ballet adultos y moderno adultos. Las de ballet el bullying fue notorio: no decían nada pero me ignoraban y no contaban conmigo para salir o para enviarse cosas. Todas nos acabábamos de conocer así que todas teníamos las mismas oportunidades. Y no, yo no las conocía de nada pero parece que ellas mucho a mi.

Las de moderno no fue tan exagerado, e incluso alguna aún me saluda, pero nunca me quisieron integrar. Alguna vez el profesor fue enormemente grosero conmigo, diciendo que yo bailaba fatal i que me pondría detrás de la cortina (eran clases en una escuela privada).



Una vez insinuó que en no se qué clase ( o del conservatorio o la mía) había una chica que olía fatal y que enseguida que entraba abrían las ventanas y ponían ambientadores. Una chica insinuó " a lo mejor tiene problemas hormonales..." Hacia cinco años que no había vuelto a oír un comentario con tanta agresividad. Tampoco había oído nunca una explicación que no fuera "no se ducha". Esa era la chica que aún me saluda.



Dejé la danza muy a mi pesar y me puse a hacer teatro. Fui a unas clases los sábados y la verdad todo muy bien . Fuimos un grupo muy heterogéneo en edades y muy unido. No me lo podía creer, pero me encantó, y la fiesta final de curso me recordó a las que hacia en la residencia de estudiantes de Barcelona. Se lo agradecí mil veces. También fue la ultima fiesta donde me lo pasé tan bien. Además aprendí mucho teatro., que me encantó y me sentí muy idealizada como mujer y como persona.



Aún así, era un lugar de paso, tan solo nos veíamos los sábados y los profesores se esforzaron enormemente para que todos nos lleváramos bien.



Así que decidí un paso más. Al año siguiente me presenté a las pruebas de arte dramático de mi ciudad. Gusté mucho i me aceptaron. Cuando entre, tuve un problema de cambio de grupo por trabajo, que empezaba a buscar. Pero no me dieron finalmente el trabajo.



Ni este, ni ninguno. No entendía que pasaba: a donde fuera, academias, farmacias, etc me decían enseguida que me necesitaban y que fuera al día siguiente a concretar el contrato, pero cuando llegaba me decían con cara seria que se lo habían pensado mejor y que habían cogido a otra. Eso me desconcertó, las cosas volvían a hacerse extrañas, volvían a tener comportamientos extraños conmigo. Luego me enteré que en farmacia, los propietarios suelen llamar al Colegio de Farmacéuticos a preguntar sobre los aspirantes antes de contratarlos. Estoy colegiada.

Aún no tengo trabajo. No he podido trabajar nunca en ningún sitio. Mi última entrevista fue en una academia, el director de la misma fue muy humillante conmigo. me hizo preguntas como si fuera una niña pequeña y se rió de mi vida personal.



En la Escuela de arte dramático, en mi nuevo grupo todo bien hasta que acepte en el facebook a muchos. De repente, al día siguiente empezaron a hacer lo mismo: circulo al yo entrar y habladurías. Solo que aquí nos veíamos cada día ocho horas al día.



Lo que siguió fue el colegio segunda parte. Hablo de gente de 18 a 40 años. Mayores de edad, estudios reglados secundarios profesionales y grado de Arte Dramático. Los insultos, los desplantes, el 2 no quiso trabajar con ella" se quedó corto.



Nadie sabe que significa que supliques que ocurre, pidas para hablar o que digas algo y te miren como "ya habló la criminal" Por que las miradas adultas ya eran de si había cometido un crimen, o como se mira a un loco. Un día el desplante fue tal que me bebí una botella entera de whisky y fui a hablar con la subdirectora.



Nunca le había plantado cara así al problema pero eso era porque no me sabia defender, porque si no lo sabia hacer mejor no hacerlo ya que tendrían más opiniones para reírse de mi, y no tendría ayuda de nadie, además de que soy muy tímida i no se como hablar de eso, no entiendo por qué no se dan cuenta que soy muy tímida y me da muchísima vergüenza hablar de eso y que me miren a la cara como la apestosa... Así que tras haber estado en Barcelona, que no me dijeran nada y que en mi ciudad todo siguiera igual, le conté toda la historia de antes.



Ella escuchó en silencio y tras acabar me preguntó si quería que me ayudaran. Yo nunca había deseado otra cosa, ¿o es que no había mostrado todo ese tiempo eso?. Me dijo que sí, que todo era por mi olor. Que era muy insoportable y a veces incluso daba vomitera. Más haciendo ejercicio. Que me continuara haciendo pruebas y fuera a todos los médicos, y si ya había ido pues que volviera. Que hablaría con la delegada y tomarían parte. Y que si quería podía hacer una reunión de profesores y dirección.



Yo aun no comprendo tanto por un tema tan humillante y demoledor. Destruye el alma que todo tu trabajo, sufrimiento y resistencia quedan anulados por un olor corporal. Además yo no he dejado de hacerme pruebas. He ido a todos los dermatológos fantásticos de mi ciudad, endocrinólogos, estomatólogos, ginecólogos, mil análisis, y todo repito todo de TODO normal. Sin decir la cantidad de heridas que tiene mi piel, irritaciones por los productos químicos antibacteriales y antitranspirantes, la humedad y las veces al día que mis padres limpian las paredes que se caen por la humedad. Sufrí una pneumonia grave que casi perfora la pleura y que me ha dejado con la función respiratoria mermada, que junto a mis problemas respiratorios mecánicos por mi escoliosis no ha ayudado nada. Pero lo importante es que huela bien y no moleste no?. Lo demás siempre ha dado igual. Nunca nadie me ha preguntado si era feliz, si me gustaba lo que hacia, o si tenia sueños. Eso no es importante.

Tras ir a mil médicos todos me dijeron que viviendo en una isla era normal oler, que no era importante y que estaba bien. Y que no me preocupara más.



Fui finalmente a escondidas de mi familia a un psicologo analista. Nunca había ido a ninguno.



Dejé de ir porque llegó a las mismas conclusiones que llegué yo, nada de lo que me aconsejaba iba bien ni producía ningún cambio de nadie, seguían ignorándome o molestándome, dijo que no me querían y que que la única solución era irme. Ah! No olía a nada.



No me voy a ir por que no he hecho nada. Tan solo sufrir y mucho.



He ido a muchos médicos y me he hecho muchas pruebas. No tengo problemas hormonales, aún así tome anticonceptivos por si "los análisis mentían" (que es imposible). No tengo problemas de vitaminas, ni intolerancia a nada, ni problemas renales. No tengo problemas hepáticos, y por mi historia clínica la escoliosis empezó después del olor. Igualmente no tengo problemas de piel. Así que los médicos acabaron pasando de mi. Así de duro.



Llegué poco a poco a no querer ni ducharme ya, o a no apetecerme en absoluto. Tanto dinero en productos, tantos baños para nada...



Por lo que busqué información por internet. Como farmacéutica no me gusta sacar información de internet, pero no me quedaba otra: y lo que descubrí me dejó boquiabierta. Hay una enfermedad llamada bromhidrosis, que está dentro del grupo de las hidrosis junto a la hiperhidrosis y que los que lo sufren se caracterizan por oler mal a pesar de las duchas.

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Mejor respuesta 31 AGO 2016

Buenos días Cristina,

Sin duda, en tu historia describes manifestaciones de acoso escolar por parte de tus compañeros de clase hacia ti, éstas muestras de acoso se describen tanto en el colegio, como en el instituto y en las clases de ballet. Según lo que cuentas, existió un maltrato psicológico ejercido por tus compañeros de forma reiterada. Recibir insultos, ser ignorada por los demás escolares, acusarte de mentirosa…son formas de maltrato psicológico. Además, sentirte ignorada por parte de los profesores no debió ser fácil. El acoso daña fuertemente la autoestima, y con ello el autoconcepto y la forma de relacionarte con los demás, creando un profundo malestar.

A pesar de la dura situación que describes Cristina, tu misma has puesto medios para poder expresarte y sentirte mejor. Las clases de teatro, las clases de danza, el interés por la escritura…son actividades que ayudan a la expresión emocional siempre, pero mucho más cuando no podemos expresarnos de otra manera, como por ejemplo verbalmente. El hecho de que hayas practicado esta serie de actividades demuestra una gran fortaleza mental por tu parte. Tanto el teatro como la danza, son retos complicados para personas que se describen introvertidas y tímidas, por ello te digo que has demostrado mucha fortaleza y valentía. Aun así, y después de leer minuciosamente tu caso, considero que esta forma de acoso sufrida durante tanto tiempo seguido te ha hecho mucho daño. Un profesional podría ayudarte, aunque en el pasado fuiste al analista y dices que no te ayudó mucho, quizá no centrasteis la atención en lo importante o simplemente no era el momento, pero ahora pasado un tiempo podría resultar de mucha utilidad.

Sería conveniente que trabajarais en superar los daños que te ha causado el acoso, y todo lo que ello conlleva como por ejemplo el gran sentimiento de culpabilidad.

Si no contemplas la opción de acudir a un profesional de la salud psicológica, mi consejo es que te centres en el presente y el futuro, y no tanto en el pasado, refiriéndome a las etapas que recuerdas con dolor.

Espero haberte ayudado,

Un saludo.

Alejandro Muñoz Recarte Psicólogo en Madrid

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23 JUL 2019

Hola Cristina. Creo que hay temas que se repiten en tu larga exposición, la cual detallas evolutivamente con especie de ¨patterns¨que se repiten.

Tu timidez, tu ser diferente, tus características físicas ( entre las que se destaca el mal olor cuando creces ).
Tu necesidad de ser aceptada sin encontrar ese otro que te respete tal y como eres sin juzgarte. Recuerdas positivamente esa maestra que decía cosas buenas de tí, quizá en
las que ni tu creías, pero necesitabas que alguien te las dijer apara reafirmarte y comenzar a creertelas y ¨serlas¨de alguna manera. Es interesante lo que dices porque fíjate que si no tenemos a ese otro que nos diga que somos seres buenos, amorosos, etc,etc...no lo sabemos. Necesitamos esto para Ser lo que queramos y aquí se inscribe tu conflicto.

En relación a tu familia destacas buenos valores, pero no demasiados detalles en relación a la afectividad. Es bastante común en los niños la ¨depresión expresada a través de síntomas somáticos¨, se llama somatización de la angustia. Es bastante significativo que fueran problemas de "barriga", ya que nos estaría hablando de algo que no estabas pudiendo digerir, llámese desprecio, llámese inadaptación a lo que significaba ir al cole ( que no lo se, pero es material de trabajo terapéutico ).

Me gustaría aclarar algo, cuando hablas del psicoanalista que sacaba las mismas conclusiones que tu, me animo a decir que eran dos personas hablando idiomas diferentes. El analista busca, traza una estrategia y va poniendo ¨mojones´, por decirlo de alguna manera gráfica. Sólo luego podrá preguntar y sacar conclusiones parciales, siempre la conclusión profunda y la que produce el cambio viene de tí, de tu devenir de acciones a largo plazo, cuando vas haciendo tuyos los descubrimientos de la terapia. Te explico esto, porque creo que buscabas una especie de ¨cura¨ en un análisis.
Es bastante simbólico que hayas elegido la carrera de farmacia.

Si bien dejas muy clara tu historia y evolución, me faltan datos de tu presente. Puedo aventurar que tienes algunas creencias que te provocan cierto malestar y una rabia contenida que debe impregnar algunas áreas de tu vida, las cuales se desconocen en tu consulta.

Creo que tu caso es interesante de cara a la evolución y necesitas un enfoque dinámico, pero que preste a la vez atención a esta evolución que expresas, ya que aquí se juega el origen de tu angustia.

Beatriz Cota Psicólogo en Alicante

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