Siento que ya nada merece la pena, que la vida no tiene sentido
Tengo 28 y siento que mi vida es horrible en todos sus aspectos y que cada vez estoy más y más deprimida porque creo que me he metido en un agujero del que es dificil salir.
Os pongo un poco en contexto. Hace un mes y medio, mi pareja con la que llevaba más de 4 años de relación decidió romper conmigo porque le gustaba una persona de su trabajo. Dijo que nuestra relación tenía sus carencias y que la otra persona había suplido lo que yo no era capaz. A pesar de todo, me dijo de que estaba 100% segura de que me quería. Esta forma de cortar y luego que me dijera que aún así me quería provocó que tuviera esperanzas de que la cosa se arreglara, pero ha pasado un mes sin tener noticias suyas y creo que ya no va a volver. Esto ha provocado que sienta mucha tristeza, dolor y traición, porque siempre pensé que ella era una persona en la que se podía confiar ciegamente y me he llevado un golpe muy fuerte con el modo en el que ha terminado todo.
Este hecho ha sido la gota que ha colmado el vaso en mi vida. Ya se que no es bueno centrar tu felicidad en una única persona, pero es que era lo mejor que tenía y ahora siento que toda la mierda a la que no he prestado atención se me está viniendo encima.
El terreno de mis amistades tampoco es bueno. Vivo en un pueblo pequeño y mis amigos de toda la vida se han ido marchando poco a poco. Solo puedo salir algún día al mes con amigos que tengo fuera, pero que también están pensando en marcharse a sitios más lejanos. He tratado de buscar amigo nuevos, pero como soy una persona tímida me cuesta mucho y no lo he conseguido. La gente se aburre de mí porque soy diferente a las típicas personas rollo Hombres, mujeres y viceversa.
En cuanto al terreno laboral la cosa tampoco mejora. Trabajo de tardes en una tienda por un sueldo miserable que no llega a 300€ al mes. Es frustrante que teniendo estudios universitarios no consiga encontrar nada mejor. Hecho CV a menudo y no llaman casi nunca y cuando llaman y ven que no vivo en la zona no vuelvo a saber de ellos. Con esto no puedo ni pensar en independizarme para poder trasladarme a una ciudad mayor en la que pueda conocer más gente u optar a un mejor trabajo.
Me siento atrapada y sin salida. La pena, la rabia y el dolor me están consumiendo. Me despierto todos los días sobresaltada con ansiedad y ganas de llorar. Siento que nada merece la pena, que la vida es un asco y que ojalá no hubiera nacido.
No sé qué hacer.