Sentimiento de culpa: 7 Consejos para dejar de sentirse culpable

El sentimiento de culpa puede hacer de ti un juez implacable, un pensamiento que te castiga durante todas las horas del día. Lo tenemos siempre presente, lo llevamos con nosotros allá donde vamos y siempre está dispuesto a recordarnos lo mal que lo hemos hecho y el daño ocasionado (aunque no sea real).

¿Qué es la culpa?

La culpa parte de la perdida de la esperanza de reconocimiento y miedo a la retirada de amor por defraudar. Implica un sentimiento castigador hacia uno mismo por la falta que se ha cometido o por sentirse en todo su ser en la imperfección por identificación con la falta. El culpable es alguien que ha perdido la esperanza de ser amado por la falta o por sentirse incompleto y le falla la agresividad asertiva para salir del victimismo culposo.

La culpa parte de un sentimiento de imperfección hacia si por lo que hace o es. El culpable no ve que pueda reparar sus imperfecciones; tiene un déficit narcisista y un elevado concepto de lo que debe de ser y no llega a ser o hacer. Las personas más culposas han recibido una educación muy rígida con relación a cómo deben de ser las cosas e incluso necesitarían poder pelearse contra la rigidez normativa o de quien le impone.

A pesar de todo lo negativo que puede tener un sentimiento de culpa, podemos revertir esta situación intentando ver oportunidades a través de ella. De esta forma la culpa puede usarse para cambiar nuestros malos hábitos, fortalecer nuestro carácter, aprender lecciones o construir mejor nuestras relaciones.

Señales de que un sentimiento de culpa

Tener a la culpa siempre presente en nuestras mentes hace que la persona acaben desarrollando una serie de actitudes perjudiciales para su salud mental. De esta forma, los psicólogos identifican las siguientes características de alguien que suele sentirse culpable en su vida.

• Se considera mala persona

Alguien que es culpable de hacer algo malo se percibe a sí mismo/a como una mala persona. De esta forma, es posible que por cometer un error empiece a sentirse culpable sin serlo de otras acciones que no están bajo su responsabilidad. 

• Quejas continuas

La mayoría de personas que suelen tener un sentimiento de culpabilidad en su mente tienen la tendencia de quejarse continuamente. Esto hace que la negatividad de este sentimiento se extrapole a todos los ámbitos de su vida.

• Aislamiento

Cuando una persona siente culpa por diferentes motivos, empieza a aislarse de todas las personas que le importan. La razón de ello es que su mala visión sobre sí mismo/a puede llegar a bajar su autoestima y seguridad.

• No sale de su zona de confort

Debido a los malos sentimientos relacionados con la culpa, las personas que tienen este sentimiento de culpabilidad suelen intentar no arriesgarse ni salir de su zona de confort ya que eso les supone afrontar estas emociones.

Analiza ahora si tú o alguien cercano a ti tiene varias de estas características. Piensa si quieres seguir así o te planteas dar un giro a tu forma de verte/juzgarte/dañarte. Es posible vivir otro tipo de vida si deseas cambiar este tipo de sentimientos de culpa hacia ti mismo/a. Solo es necesario pararse y analizar con boli y papel la trayectoria de tu vida.

¿Cómo dejar de sentirse culpable?

Existen una serie de acciones que puedes hacer para dejar la culpa atrás. Según los psicólogos, podemos seguir los siguientes consejos. 

1. Analiza tu culpa

Para dejar de sentirse culpable, lo importante es analizar de donde procede esta culpa. Por lo tanto, el primer paso es intentar reconocer la culpa para empezar a abordarla desde un pensamiento más racional. Reconocer los errores es lo que te permitirá dejar atrás todo lo que está relacionado con la culpa y sus sentimientos negativos.

2. Discúlpate

Si crees que debes una disculpa a alguien, afronta tus miedos o el ego y pide perdón. Una buena disculpa a tiempo puede reparar el daño y hacerte dejar atrás tu sentimiento de culpa. Es importante que esta disculpa sea sincera para que esto tenga efectos positivos en ti y en los demás.

3. Comprométete a cambiar

Cuando realizas una disculpa a alguien o a ti mismo/a es una manera de comprometerte a realizar un cambio. No te aferres a la culpa, todo el mundo se equivoca. Por ello, debes intentar pasar de página y ver aquello en lo que puedes cambiar o mejorar.

4. Aprende del pasado

Para lograr el éxito en nuestras vidas debemos aprender de nuestros fracasos. De esta forma, intenta recordar aquello en lo que te equivocaste. Una buena forma de hacerlo es analizando la situación que generó la culpa, así como intentar escribir aquello que podrías mejorar y ver cómo puedes hacerlo a la próxima. 

5. Practica la gratitud

Para remediar los sentimientos negativos que implica la culpa, es bueno intentar visualizar aquello que podemos agradecernos a nosotros mismos y a los demás. Tanto es así que será crucial intentar practicar la gratitud en aquello que realmente nos sintamos agradecidos de tener: ya sean relaciones, virtudes, entre otros. 

6. Deja atrás los pensamientos negativos

La negatividad que trae la culpa no te comportará nada bueno. Para compensar el sentimiento de culpa debes intentar racionalizar tus pensamientos negativos, es decir confrontar el diálogo interno que tenemos en nuestras mentes. En este sentido, es fundamental intentar hablar con ellos y preguntarte si realmente tiene sentido pensar en ello.

7. Perdónate

El perdón hacia ti mismo/a es fundamental. Cuando alguien se perdona a sí mismo/a reconoce que realmente ha cometido un error y que se permite haberlo cometido. Gracias a este reconocimiento y perdón, podrás dejar la culpa atrás sin que este error te defina.

Ejercicio para comenzar a dejar la culpa atrás

• A) Escribe todo lo que recuerdes desde antes de sentirte culpable: cómo eras, qué cosas te hacían reír, con quién te gustaba estar, a que te dedicabas en tu tiempo libre, etc. Dedícale mínimo 4 folios a tu análisis
• B) Ahora escribe, con todo detalle, qué es eso tan malo que has hecho que hace que te lo recuerdes cada día y que no puedes perdonarte. Escribe el hecho en sí, sin justificaciones, después entenderás qué te ha llevado a hacer algo así.
• C) Bien, ahora vas a pensar en las lecciones que has aprendido de ello: qué no harías ahora, cómo te comportas ahora si pasas por una situación parecida, si has aprendido a ser más tolerante, comprensivo/a, compasivo/a, etc.
• D) Finalmente, analiza para qué (no por qué) lo has hecho, y si crees que has dañado a alguien, tómate tu tiempo para reconocerlo, ponerte en el lugar del otro y sentir su dolor, después pídele perdón y prométete a ti mismo/a que no va a volver a pasar...y olvida.

Haz una reflexión profunda sobre tu autoconcepto, permítete perdonarte por aquello que has hecho, sea lo que sea no puede ser tan malo como para que arruines tu vida. No es necesario culparte, tienes derecho a cometer errores y aprender de ellos. Además, equivocándote es la única manera de aprender y mejorar de forma definitiva. Si crees que no puedes con este sentimiento de culpa, es importante consultar con un psicólogo profesional.

Recuerda: nadie aprende en la cabeza del otro, debemos aprender de los errores por nosotros mismos y si nos castigamos con la culpa, mantenemos el daño y no hay aprendizaje, con lo que estamos expuestos a cometer el mismo error otra vez.

Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.