El trastorno límite de la personalidad (TLP) y el miedo a no ser amado

Actualmente, la incertidumbre, la precariedad, la inestabilidad se han convertido en parámetros predominantes que encuentran explicación y reflejo en todas las áreas de la vida social.

15 JUL 2019 · Última modificación: 21 OCT 2021 · Lectura: min.
El trastorno límite de la personalidad en el amor

En la actualidad, la identidad y personalidad no están sustentadas plenamente en los propios valores, logros o la historia personal, sino también en relación con los productos que se consumen y en comparación con los demás. Esto en sí mismo es un problema porque la identidad es una cuestión clave en los trastornos de la personalidad.

Para que una persona tenga un adecuado y adaptado funcionamiento psicológico, es preciso que tenga un autoconcepto positivo, que sea emocionalmente estable y autoregulada, con relaciones interpersonales satisfactorias y recíprocas. Por el contrario, una persona con una patología de la personalidad tiene un funcionamiento psicológico pobre y desorganizado y/o en conflicto, casi siempre un mal autoconcepto, una tendencia a las emociones negativas y unas deficientes relaciones interpersonales.

Los trastornos de personalidad se podrían describir en relación con como el sujeto se relaciona con el  contexto. En el caso de la personalidad límite, su necesidad básica es el afecto y su miedo fundamental es la pérdida, por eso las personas con personalidad límite muestran reacciones intensas ante la anticipación de pérdida y someten a los demás a pruebas constantes para asegurar que el afecto que sienten por ellas es incondicional. Los porcentajes de prevalencia del trastorno límite de la personalidad están experimentando un ascenso importante con respecto a las estadísticas del pasado. No está claro si este crecimiento puede deberse a un mejor diagnóstico y/o a cuestiones socio-ambientales.

El trastorno límite de la personalidad

Los elementos determinantes del trastorno límite de la personalidad se establecen en edades tempranas y suelen convivir con la experimentación de situaciones traumáticas. Los factores ambientales más relevantes son los que vienen determinados por la familia. Se describen dos tipos de entornos familiares: caótico-inestables y, familias negligentes que someten a abuso emocional.

El primero se caracteriza por familias con continuas disputas familiares, crisis matrimoniales o divorcios, impulsividad, alcohol u otras dependencias de sustancias y en algunos casos, utilización de los hijos como arma arrojadiza o de chantaje.  El otro tipo de familias tiene como rasgos característicos la frialdad, invalidación, negligencia, separación temprana de las figuras de apego, o fases largas de depresión por parte de los progenitores.Solo entre el 20- 25% de los casos diagnosticados como trastorno límite de la personalidad vienen de entornos familiares estructurados.

El trastorno límite de la personalidad se puede iniciar en la adolescencia e incluso en la infancia y se manifiesta con curso crónico, en cualquier caso, se revela antes de cumplir los 25 años. Son factores de mal pronóstico que los síntomas se manifiesten precozmente, que exista abuso de sustancias en la adolescencia o conductas autodestructivas, que los síntomas se manifiesten de forma frecuente, intensa y duradera, que existan conductas autolíticas o disociación.

Por el contrario, son indicios de buen pronóstico que los síntomas aparezcan en la adolescencia tardía o juventud (entre 20 y 25 años), que no haya consumo de sustancias, la ausencia de conductas suicidas y que haya una adherencia terapéutica. En muchos casos la persona no asume el problema y se niegan a someterse a tratamiento alguno. La adherencia terapéutica y farmacológica es un aspecto clave para la estabilización del trastorno. Los años en los que el trastorno se muestra con mayor virulencia suelen ser entre los 20 y los 35 años, a partir de esa edad, muchos de los síntomas van suavizándose, sobre todo la impulsividad, siempre y cuando en el transcurso de la patología no se haya producido un deterioro significativo.

Síntomas del trastorno límite de la personalidad

Las personas con trastorno límite de la personalidad, presentan síntomas patológicos en cinco o más de los siguientes rasgos, siendo al menos uno, la impulsividad, hostilidad y asunción de riesgos.

  1. Inseguridad de separación (miedo al abandono)
  2. Relaciones inestables y extremas
  3. Déficits de autoimagen
  4. Impulsividad y conductas de riesgo (prodigalidad, sexo, drogas, conducción temeraria, atracones, etc.)
  5. Conductas de autolesiones o autolíticas
  6. Inestabilidad afectiva (ansiedad, irritabilidad o disforia)
  7. Sensación de vacío
  8. Hostilidad (enfado inapropiado e intenso)
  9. Ideas paranoides transitorias o disociativas vinculadas al estrés

Para considerarse psicopatológico deben estar implicadas al menos dos áreas de las siguientes:

  • La identidad y autoconcepto: Sentimientos de vacío, a menudo con autocrítica
  • El autocontrol y autodirección: Objetivos y aspiraciones cambiantes
  • Empatía: El déficit de empatía contrasta con la hipersensibilidad ante los comportamientos de los demás
  • Relaciones interpersonales:  Déficits para establecer vínculos interpersonales, intimidad o colaboración con los demás
  • Actividad emocional: Intensa, inestable, conflictiva, ansiosa y extrema.

¿Cómo afecta el trastorno límite de la personalidad a las relaciones?

Las personas que sufren de este trastorno pueden presentar las siguientes dificultades entorno a las relaciones interpersonales que establecen con los demás. 

  • Inestabilidad emocional: Presentan inestabilidad de la imagen de sí mismos, de las metas personales, de las relaciones interpersonales y de los afectos, combinado con impulsividad. Los cambios de humor y labilidad emocional son frecuentes, acompañados de comportamientos de riesgo, ansiedad, ideación suicida y hostilidad. En muchos casos se desatan por cuestiones que pueden parecer insignificantes. Estos cambios de humor se pueden producir en un mismo día.
  • Dependencia: En las personas que tienen trastorno límite de la personalidad su relación permanece centrada en la dependencia del otro, lo que presupone la necesidad de apoyarse en el otro colocándose en una condición de expectativa continua para recibir gratificaciones y ponerlas en práctica. Se trata de manipulaciones continuas para no perder al compañero indispensable. El sujeto con trastorno límite se consume en el intento de establecer relaciones exclusivas en las que no se contempla el riesgo de abandono, pero una vez que se alcanza la intimidad y la relación deseada, llega la angustia de poder ser absorbido  por la otra persona. El resultado es una búsqueda continua de relaciones interpersonales intensas pero altamente inestables.                                                             TLP en el amor
  • Miedo al abandono: El temor de no ser amado por los adultos está vinculado a los sentimientos de ser inadecuado, inferior. Son personas capaces de hacer esfuerzos desesperados para evitar el abandono y la percepción de separación o rechazo puede llevarlos a alteraciones profundas de la autoimagen, a una alternancia profunda del estado de ánimo, a la actuación o a una reacción desproporcionada. No es una situación que tenga que ver con el conflicto interno, sino que se usa como excusa.
  • Sensación de vacío: La sensación generalizada de vacío es experimentada por el sujeto como un trastorno físico y no como un estado psíquico, al que debe refugiarse de inmediato. Actuar, por lo tanto, le permite encontrar una compensación efímera. No obstante cada persona es un caso único, incluso del análisis pormenorizado de su historial, se puede establecer diagnósticos diferentes a lo largo de su vida, puesto que el trastorno va evolucionando desde la adolescencia a la edad adulta.

Tratamiento del trastorno límite de la personalidad

El tratamiento suele ser una combinación de psicofármacos y terapia psicológica.

Podrían definirse cuatro objetivos generales de la terapia:

  • Disminución de los síntomas
  • Regular o modular el temperamento
  • Reducir el deterioro tanto en el funcionamiento social como en el laboral
  • Modificar los esquemas de la personalidad

Existen técnicas que pueden ser eficaces para el tratamiento como son la relajación, el modelado, exposición en imaginación, habilidades sociales y las técnicas de reforzamiento. Sin embargo, estas técnicas abordan más los síntomas que los patrones globales. Para abordar estos patrones se precisa de programas más complejos, aunque las técnicas descritas pueden formar parte de ellos.

En este sentido la terapia dialéctica conductual (TDC), desarrollada por Linehanen en 1993, parte de un modelo biosocial combinando las técnicas cognitivo-conductuales con técnicas derivadas de la meditación budista, centradas en la aceptación de la realidad (aquí y ahora), la atención plena y los valores.

Los fundamentos teóricos de TDC se sustentan en que la labilidad emocional tendría una base biológica, aunque no necesariamente hereditaria, por su parte, el entorno invalidante contribuye aún más a la desregulación emocional, porque no ha enseñado a identificar las emociones desde etapas tempranas. Las situaciones de abuso, negligencia y trauma son elementos de entornos invalidantes extremos.

Las personas con TLP muestran pensamientos, conductas y emociones dicotómicas y extremas y esa polaridad es la que precisamente dificultan el proceso terapéutico. El paciente debe aceptarse tal y como es en ese momento, y estar dispuesto al cambio. Debe superar el miedo a perder apoyo para conseguir lo que quiere si se hace más competente. Necesita aprender habilidades para superar sus dificultades, por eso es tan importante la adherencia terapéutica. Se trata de que pueda validar y entender sus sentimientos y comportamiento, evitando los autoreproches por los errores. Su ambiente invalidante le ha hecho pensar que lo que siente y hace es errático. En definitiva, el objetivo es que acepte sus puntos débiles y se apoye en los puntos fuertes para el cambio.

Tratamiento del trastorno límite de la personalidad

La terapia consiste en un protocolo de tratamiento centrándose, principalmente, en los aspectos característicos de TLP como son la inestabilidad afectiva, impulsividad y confusión identitaria y problemas en las relaciones interpersonales. El protocolo incluye el entrenamiento en habilidades sociales, atención a las crisis y terapia individual y colectiva, para modular la elevada reactividad emocional derivada de la falta de regulación. Es atendido por un grupo de terapeutas coordinado y mantiene reuniones periódicas de supervisión.

También se trabaja con el núcleo familiar porque suele ser parte del problema y en cualquier caso no suelen comprender su sufrimiento y recurren a la famosa frase de que lo hacen para llamar la atención. El terapeuta comienza normalizando y validando las experiencias emocionales de las personas con TLP. El proceso de aceptación de si mismos es fundamental, pero esa aceptación no es pasiva, sino que se compromete al cambio.

Las habilidades que se trabajan en terapias son:

  1. Conciencia: El objetivo es que el paciente aprenda a controlar la mente en vez de que ocurra lo contrario, para ello se utiliza mindfulness que permitirá controlar la atención y a concentrarse en el “aquí y ahora”.
  2. Tolerancia al malestar: Las personas con TLP tienen dificultades para tolerar el abandono por ello dan respuestas de agresividad hacia ellos mismos (autolisis) o hacia los demás. El objetivo del desarrollo de estas habilidades es ser eficaz en las relaciones interpersonales.
  3. Regulación de las emociones: Las personas con TLP tienen pocos recursos para afrontar emociones como la ira, frustración, tristeza y ansiedad, además, estas emociones se presentan de forma intensa y con labilidad. Son conscientes que las reacciones son desproporcionadas y no quieren sentir de forma tan intensa. Como consecuencia de sus respuestas desadaptativas, experimentan vergüenza y ansiedad. El objetivo del terapeuta es que el paciente tolere sus emociones, pero que sea capaz de controlarlas. Para ello se aprende a identificar las emociones y ponerles nombre, así como analizar la función que cumplen. También se incide en aspectos de vida saludable (ejercicio físico, sueño y alimentación), se trabaja en aumentar las emociones positivas (plan de actividades placenteras) y reducir las negativas desarrollando una acción opuesta a la emoción.
  4. Para identificar y poner nombre a las emociones, además de describirlas, se analiza en contexto donde se producen: la situación, la interpretación que se da al estímulo, la sensación física que produce, las conductas en respuesta a la emoción, las consecuencias.
  5. Eficacia interpersonal: Los pacientes deben analizar las situaciones y fijar los objetivos, posteriormente, analizar cuáles son los factores que pueden favorecer la efectividad buscada y por último trabajan habilidades específicas de asertividad. Estas habilidades se pueden adquirir a través de modelado, moldeamiento y role playing.

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Escrito por

Blanca Alcanda

Licenciada en psicología. Máster en psicología general sanitaria, psicología clínica y de la salud y en psicología forense. Su enfoque terapéutico se basa en la terapia cognitivo-conductual y las terapias de tercera generación. Su objetivo es que sus pacientes mejoren su bienestar, dirigiéndose hacia la consecución de sus metas y valores propios.

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Bibliografía

  • American Psychiatric Association. DSM V. 2014. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Editorial Médica Panamericana
  • Aramburu, B. 1996. La terapia dialéctica conductual para el trastorno límite de la personalidad. Psicología Conductual, 4(1): 123-140.
  • Caballo V.  (Eds.), 2001. Manual de trastornos de la personalidad: descripción, evaluación y Tratamiento (pp. 483-512). Madrid
  • De la Vega-Rodríguez, I. y S. Sánchez-Quintero. 2013. Terapia dialéctico conductual para el trastorno de personalidad límite. Acción Psicol., 10 (1).
  • Díaz García M., M.A. Ruiz Fernández y A. Villalobos. 2017. Manual de técnicas y terapias cognitivo conductuales. (11):547-595;Biblioteca de psicología. Desclée Brower. UNED.
  • García-Palacios, A. 2004. El Tratamiento del Trastorno Límite de la personalidad por medio de la terapia dialéctico conductual [Treatment of Borderline Personality Disorder through Dialectical Behavior Therapy]. En V. Caballo (Eds.), Manual de trastornos de la Personalidad: descripción, evaluación y Tratamiento (pp. 483-512). Madrid, España: Síntesis.
  • Linehan, M. 1993 a. Cognitive-Behavioral Treatment of Borderline Personality Disorder. New York, NY: The Guilford Press

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Comentarios 11
  • Luna Bermúdez

    Me parece súper completo este artículo y super útil, muchas gracias.

  • Cristina

    Hola Blanca, muy buen artículo. ¿Qué se puede hacer con una persona que tiene TLP, no reconoce estar enfermo, no quiere medicarse, y es violento y manipulador, vive con una persona de 74 años que necesita ya de cuidados y no quiere meter a nadie en casa para que la ayude por miedo a él? No se habla mucho de lo que sufren las familias en estos casos y lo desprotegidas que están por parte de los servicios sociales. Un saludo.

  • Mercedes de la Cruz

    Excelente. Me pregunto si se puede dar este diagnóstico a niños ( 12 años ) cuando aún su personalidad no ha terminado de formarse .

  • Agu agus

    Tengo tlp diagnosticado desde los 20 años y actualmente tengo 36. Y sí, la pasé muy mal durante muchos años, abuso de drogas, intentos de suicidio e internaciones psiquiátricas. Pero a pesar de haber vivido todo eso les digo que se puede salir adelante y vivir bien. Leer definiciones de la enfermedad no sirve de nada, ser demasiado intenso/a no está mal, el tema es aprender a manejarlo y no dejar que las emociones nos devoren. No hay soluciones mágicas, es mucho trabajo interno para conocerse a fondo a uno/a mismo y adelantarse a la enfermedad cuando quiere hacer de las suyas. Tomar la medicación a conciencia tb es muy importante, por más que te sientas bien y pienses que no pasa nada si la dejas de tomar, no caigas en eso! Y si tenés una recaída en alguna de tus conductas no pasa nada, mañana será otro día. Los cambios y las mejoras son muy de a poco y vienen con los años de trabajo interno. Hacer yoga, conectar con la naturaleza, el arte, o grupos de 12 pasos ayudan mucho a sentirse bien. La verdad es que no somos bichos taaan raros después de todo. La mayoría de la gente se siente vacía, solo que l@s tlp tenemos el valor de hacernos cargo jejeje. El trastorno límite es una pesadilla si un@ no aprende a manejarlo o pretende "erradicarlo", pero si se lo acepta y canaliza, puede hasta ser un don tener un mundo emocional tan profundo e intenso. En un mundo tan insensible yo prefiero sentir por mil, pobres de aquellos que sienten a medias! Fuerza para tod@s! Es posible llevar una vida sana y tranquila y tener relaciones sanas sin dependencia emocional tb. Saludos!

  • D.A.L

    Hola. Tuve una ex pareja con un trastorno borderline de personalidad. Inicialmente no estaba diagnosticado y ella se consideraba tan solo un " bicho raro" cuando empezamos a salir. Desde ese momento mi vida se transformó en un infierno, ya que en horas podía pasar de estados pseudomaníacos a la depresión más profunda. A veces cuando nos volvíamos a ver a las pocas horas de estar separados, parecía que le costaba identificarme y recordar detalles de situaciones anteriores. Un columpio emocional. Un día escenificó un intento autolítico con una dosis mínima de benzodiacepinas y, gracias a la irracionalidad del gesto y a la ayuda de un amigo psiquiatra fue posible que aceptara someterse a una valoración exhaustiva. Así fue cuando se le diagnosticó. El tratamiento inicialmente con inhibidores de recaptación de serotonina y ansiolíticos pareció dar resultados. Ya no tenía estallidos de ira, las relaciones entre ambos se hicieron algo más fáciles. Pero pronto la situación empeoró por su constante incumplimiento terapéutico. Decía que se aburría, que no sentía nada y que echaba de menos volver a sentir las emociones con la misma intensidad que antes. Y así fue. La relación duró poco. Es imposible ser pareja y terapeuta al mismo tiempo. Tarde o temprano uno de los dos roles toma el protagonismo. Ya llegó el punto que no pude aguantar más el estar 24/7 pendiente de los desastres provocados por el manejo irracional de cada situación social (olvidaba pagar recibos, insultaba a los vecinos porque pensaba que la miraban con desdén, etc. etc) cuando la relación terminó me encontraba tan desmoralizado y vacío que fui yo que tuve que pedir ayuda para metabolizar esos pocos meses de mi vida.

  • Javier Moreno

    Hola buenas! Estaría genial un artículo en el cuál nos indicaste formas de actuar correctas como seres queridos de una persona con TLP, así como técnicas y/o formas de ayudarlos, especialmente técnicas para afrontar los brotes etc... Mi ex lo tiene y lo lleva muy mal. Cumple con todos los síntomas, con lo que nuestra relación es muy inestable y tóxica, y a pesar de que la quiero mucho y lo hemos intentado una y otra vez nos hacemos mucho daño, se nos hace imposible. Un saludo y muchas gracias.

  • Javier Moreno

    Buenas! Sería genial un artículo que describa cuál es la mejor forma de la que podemos actuar y/o ayudar los seres cercanos a una persona con TLP. Así como técnicas que podemos seguir en casos de brotes etc... Mi ex lo tiene y una amiga también, aunque el caso de mi ex es muy complicado. Yo la quiero mucho, y deseo que pudiese ser estable pero nuestra relación es inestable y tóxica, muy complicada de mantener. Gracias.

  • María

    no tenéis ni puta idea de lo que es tener tlp y os quedáis sólo con definiciones de mierda para que os quede bonito y quedemos como enfermos, como malos o como animales pero no, nada de eso es así. tenemos miedo al abandono, tenemos miedo al rechazo, tenemos miedo a casi absolutamente todo lo que tenga que ver con una relación (amistad,sentimental…), somos desconfiados, tenemos muchos pensamientos intrusivos, no hacemos caso a nadie que no seamos nosotros mismos, tenemos muchos cambios de estado, de sentimientos, lagunas, disociación… cada uno tiene sus características propias y a raíz de eso, otras que derivan de ellas… con todo esto, ¿sólo os centráis en que somos unos intensos y no somos capaces de tener una relación estable? cómo si fuera nuestro problema después de tener todos esos síntomas y muchos más, ¿para qué escribís de enfermedades mentales si ni siquiera preguntáis a pacientes?

  • Rocio morales rodriguez

    Buenas soy Rocio tengo 28 años y desde hace 4 me detectaron tlp lo he pasado y lo estoy pasando muy mal, nose como gestionar mis emociones todo se me hace un mundo por ello recurro a autolesionarme, cosa que no me gusta pero me entra una ansiedad por quitarme el dolor que siento. Quería saber si la ansiedad y la depresión están vinculadas al tlp. Muchas gracias

  • Cristina Anguita Fernández

    Tengo una hija de 40 años con TLP, ella se comporta de una forma cruel conmigo, siempre tratando de hacerme ver que soy vieja y que pronto dependeré de ella totalmente, yo tengo 79 años.


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