¿Por qué siempre tengo hambre? 9 Razones del apetito constante

Si palabras como ‘Siempre tengo mucha hambre’ resuenan mucho en tu día a día, debes saber que quizá existe un problema detrás de esta sensación de hambre. En un sentido fisiológico, si no puedes saciar tu hambre se trata de una señal de que tu cuerpo requiere de más comida. Son muchos los casos, en que el tener hambre constante se trata de un signo de vacío emocional. Pero, ¿Por qué sucede y cómo puedes saciar el hambre?

¿Qué es el hambre?

Aunque todos conocemos la sensación de hambre, la realidad es que existen dos formas de entender como nos relacionamos con la comida. Diferenciar entre ellas te permitirá entender cuando tener hambre es una reacción fisiológica de tu cuerpo y en qué momento se trata de un signo de que existe un problema emocional.

• Hambre física: Tener hambre física implica que nuestro cuerpo realmente necesita comer. Esto sucede debido a que nuestro estómago es un órgano muscular que se expande y contrae. En él se encuentra una hormona llamada leptina que indica a nuestro cuerpo cuando nuestro estómago está lleno para dejar de comer. En cambio, cuando nuestro estómago está vacío se contrae o colapsa, provocando dolores de hambre. En estos casos, influye la hormona llamada grelina, la cual nos impulsa a comer.
• Hambre psicológica: Cuando una persona empieza a tener hambre y la razón de ello es un motivo psicológico o emocional, la causa de la sensación de hambre no es fisiológica. En estos casos, tener mucha hambre está estrechamente relacionado con una causa emocional, ya sea por un mal hábito (el de acudir a la comida como fuente de escape a ciertas emociones negativas), experimentar de estrés o ansiedad. A diferencia del ‘hambre fisiológica’, este hambre emocional desencadena una serie de antojos hacia alimentos específicos, normalmente aquellos que contienen más azúcares y grasas.

‘Siempre tengo hambre’ ¿Por qué sucede?

Existen una serie de razones comunes por las que las personas suelen tener mucha hambre a pesar de que consuman los alimentos suficientes para saciar su apetito:

1. Ansiedad o depresión: Si justo después de comer continúas tienes hambre, es muy posible de que estés ante una hambre psicológica. De hecho, son muchas las personas que recurren a la comida para hacer frente a sentimientos incómodos como puede ser la tristeza, la depresión y la ansiedad. Esto sucede porque comer alimentos salados, dulces o grasos hace que nuestro cerebro libere hormonas que le hacen sentirse bien, lo que refuerza estos comportamientos alimentarios. En estos casos, lo mejor que puedes hacer para lidiar con el hambre a todas horas es hacer la ‘prueba del huevo’. Si ante estos ante estos antojos sientes que no te viene de gusto alimentos proteicos como los huevos o el pollo, probablemente esta hambre constante se trate de un problema emocional.
2. Mala alimentación: Actualmente son muchas las personas que no tienen suficiente tiempo para dedicar tiempo a prepararse una comida saludable. De este modo, es común que se coman demasiados carbohidratos o comidas preparadas que suelen tener más azúcares, lo que hace que nuestro cuerpo desee más alimentos y por lo tanto sea más difícil saciar el hambre.
3. Comes demasiado rápido: Tu cuerpo necesita de unos 20 minutos para ‘registrar’ que realmente esta pleno. Cuando una persona come lentamente y mastica bien toda la comida, el cuerpo y el cerebro suelen identificar mejor cuándo estamos satisfechos realmente. Tener un hambre excesiva podría ser precisamente debido a que estás comiendo demasiado rápido y no disfrutas de estos instantes. 
4. Tomas medicamentos: Frases como ‘siempre tengo hambre’ también podrían ser debidas a cierto tipo de medicamentos. Por ejemplo, las esteroides, los anticonvulsivos, ciertos antidepresivos y algunos anticonceptivos orales pueden hacer que experimentes más hambre de lo habitual.
5. No duermes lo suficiente: El sueño y el apetito están estrechamente unidos. De hecho, nuestros cuerpos producen más grelina si no estamos durmiendo lo suficiente, lo que implica que tener más hambre de lo habitual. Por lo tanto, sufrir de diferentes trastornos del sueño puede hacer que las personas experimenten hambre a todas horas.
6. Tienes sed: En algunos casos, la sensación de hambre se puede confundir con la de sed. Para saber si tienes hambre o sed, lo mejor es beber un vaso lleno de agua antes de considerar comer cualquier alimento.
7. Estás estresado: El estrés estimula nuestro apetito. En el caso de que tener mucha hambre sea por estrés, es debido a que nuestro cuerpo asume que requiere de más nutrientes para satisfacer las demandas diarias que te exiges. La hormona cortisol, que tiene un papel relevante ante el estrés, hace que nuestro niveles de azúcar en sangre caigan en picado, lo que provoca hambre y antojos de comida constante.
8. Aburrimiento: Cuando una persona se aburre mucho, también puede experimentar de hambre a todas horas. En estos casos se recurre a la comida para intentar pasar el tiempo.
9. Síndrome premenstrual: En las mujeres, las semanas antes del período pueden suponer un cambio en su apetito.

Además de estas razones en algunos casos tener mucha hambre puede ser sinónimo de un problema físico o médico, por ello, también debes asegurarte de que estas no son la causa de tu exceso de apetito.

¿Cómo dejar de tener un hambre constante?

Si experimentar de un hambre excesiva y de cansancio, es probable que tu relación con la comida no sea la adecuada. En estos casos, si no puedes saciar el hambre debido a que su causa es psicológica, quizá sea adecuado acudir a un psicólogo/a profesional. Además, para acabar con esta hambre a todas horas puedes hacer lo siguiente:

• Encuentra tu verdadero hambre: Es importante identificar si al tener hambre esto es debido a un factor estresante o que simplemente lo haces por aburrimiento. En estos casos, lo ideal es cambiar nuestro enfoque al comer y cambiar esta necesidad que surge de una causa psicológica.
• Actúa sobre las verdaderas causas: Si tu hambre a todas horas es debido a una causa psicológica, es hora de intentar acabar con esta necesidad. Encontrar el origen de este sentimiento y afrontarlo, será la mejor forma de dejar atrás esta sensación de hambre constante.
• Recuerda las consecuencias: Tener muchos antojos debidos a esta tener un hambre emocional puede suponer muchos problemas más allá de este impulso. Por ejemplo, comer en exceso puede suponer molestias como la indigestión, la acidez, los dolores de estómago y hasta insomnio.
• Detente por un tiempo: Si acceder a la comida se ha convertido en un reflejo natural en muchos instantes, es importante intentar detenerse y pensar en el motivo por el que acudes a los alimentos.
• Busca ayuda psicológica: El hambre emocional puede acabar afectándote tato a nivel físico como psicológico. Por este motivo, si no puedes controlar la sensación de hambre constante, quizá sea un buen recurso acudir a un psicólogo/a profesional.

Disfrutar de nuestras comidas es sin duda uno de los placeres de la vida. Pero, cuando nos convertimos en esclavos del hambre, los alimentos pueden acabar produciendo más daños que disfrute.

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