Mindful eating: La alimentación consciente que te ayudará a mejorar tu salud

¿Eres consciente de lo que comes y cómo lo comes? El mindful eating te ayuda a tomar conciencia plena de lo que ingieres y disfrutar de tu alimentación. Descubre cómo aplicarlo en tu vida.

18 ABR 2017 · Última modificación: 27 AGO 2021 · Lectura: min.
¿Qué es el mindful eating?

¿Alguna vez te has dado cuenta de que estás comiendo por comer? ¿Comes por aburrimiento? ¿Comes con ansia? ¿Comes hasta saciarte o hasta que se acaba la comida del plato? Normalmente nos alimentamos cada día utilizando distractores que hace que no le prestemos atención a la comida; desde la televisión al móvil o incluso las conversaciones. Muchas veces no recordamos lo que hemos comido a lo largo del día e incluso horas antes y eso es porque no prestamos atención a lo que comemos. Por ello, es interesante que conozcas el mindful eating, una forma diferente de percibir la comida y el momento de comer. 

¿Qué es el mindful eating?

El mindful eating es un tipo de mindfulness, o la traducción al castellano: conciencia plena. El mindfulness se basa en la meditación y en la creencia de que podemos hacer cualquier tarea siendo plenamente conscientes de lo que estamos haciendo, es decir, con todos los sentidos. Así, el mindful eating se basa en aprender a comer de una forma consciente y saludable. Nos enseña la capacidad de disfrutar comiendo, saber cuándo comer, cuánto comer y escuchar nuestras emociones que muchas veces relacionamos con la comida.

Seguramente, has oído hablar de la 'atención plena'. El mindful eating es un mindfulness en la alimentación, es decir, se intentan aplicar a los hábitos alimenticios la conciencia plena propia de este tipo de meditación. Por lo tanto, el objetivo de este tipo de alimentación es intentar cambiar nuestro pensamiento externo sobre la comida y como la percibimos para poder disfrutar más en nuestra experiencia al comer. El mindfulness eating puede ser una ayuda eficaz para poder afrontar los problemas alimentarios propios de una sociedad donde el estrés y la ansiedad están presentes en muchas de nuestras rutinas. 

En muchos casos, las personas que suelen comer de una manera rápida o inconsciente, pueden presentar problemas psicológicos como los atracones por ansiedad o pagar con la comida la inestabilidad emocional a la que se ven envueltos. En estos casos, practicar el mindful eating o acudir a un psicólogo profesional puede ser una buena medida para cambiar de hábitos alimenticios. 

¿Cómo practicar el mindful eating?

¿Qué implica el mindfulness eating?

Para poder aplicar el mindfulness a la alimentación de nuestro día a día es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Velocidad: Para poder practicar el mindful eating debemos reducir la velocidad a la que ingerimos nuestros alimentos. Esto sucede ya que cuando comemos rápido es menos probable de que podamos disfrutar plenamente de nuestra comida. Tanto es así que esta rapidez es también el motivo por el que podemos ingerir muchos más alimentos de los que realmente necesitamos. Al practicar el mindfulness eating e ir más despacio en nuestras comidas le damos tiempo a nuestro estómago a transmitir el mensaje de 'Estoy lleno' a nuestro cerebro. 
  • Conciencia: Cuando tenemos conciencia de nuestra comida nos permitimos realizar elecciones más beneficiosas para nosotros. De esta forma las personas a través del mindful eating pueden tomar decisiones que apoyen el compromiso propio a ser más saludables y respetuosos tanto con nuestro cuerpo como en sus necesidades. 
  • Placer: El placer mejora cuando aplicamos el mindful eating en nuestras comidas. La razón de ello es que el mindfulness en la alimentación nos ayuda a saborear mejor las comidas y los alimentos que tenemos en ellas. 

Claves para practicar el mindful eating

Mindful eating: Ejercicios para aplicar el mindfulness a la alimentación

Cada vez que ingerimos alimentos lo hacemos sin ser conscientes de lo que hacemos. Masticamos poco, tragamos rápido, vamos con las prisas del trabajo o directamente nos hemos acostumbrado a comer de prisa sin más. A menudo comemos de pie y haciendo otras cosas a la vez. No miramos ni lo que comemos ni las cantidades que ingerimos. El resultado puede ser desde indigestiones hasta sobrepeso. ¿Cómo podemos cambiar esto?

  1. Hazte una pregunta: ¿Tengo hambre? Si la respuesta es afirmativa hay que obedecer a nuestro cuerpo. Es importante hacer las 5 comidas diarias pero no es necesario que las cantidades sean muy grandes. En cada ingesta hay que escuchar nuestro cuerpo y las señales que nos manda de hambre y saciedad. Así, es importante para seguir el mindfulness eating comer cuando se tiene hambre y parar cuando ya uno se ha quedado saciado. No hay que seguir comiendo solo por el hecho de que aún quede comida en el plato.
  2. Siéntate a comer. Aunque tengas prisa, es importante sentarse para comer. Alimentarse puede ser muy agradable si aprendemos a disfrutar de ello y para eso no es necesario tardar más, puedes comer en el mismo tiempo estando de pie como sentado, pero si comemos de pie esa ingesta será menos agradable e incómoda. De esta forma tendrás más comodidades para poder comer con el mindfulness y ser más consciente de tus comidas.
  3. Párate a mirar tu comida: Antes de dar el primer bocado disfruta de lo que ves; la presentación del plato, los colores, el olor que desprende la comida, etc. Dicen que la comida se disfruta también con la vista y el olfato. No actúes como si carecieras de estos sentidos.
  4. Saborea cada bocado: Haz pedazos pequeños de lo que vas a comer y disfruta de ellos masticando y repartiendo el alimento por toda tu boca y tu lengua. A veces parece que engullimos la comida, nos metemos grandes trozos en la boca y eso nos impide masticar con normalidad y disfrutando de lo que hacemos. Solo pensamos en tragar y cuando tragamos se ha acabado lo bueno. Intenta descubrir los diferentes sabores: ácido, amargo, dulce y salado así como las texturas de lo que ingieres.
  5. Evita las distracciones: Ver la televisión, leer el periódico, jugar con el móvil o hablar por teléfono o trabajar mientras se come impide disfrutar de la comida. Recuerda que se trata de escuchar a tu cuerpo y si nos distraemos no lo estamos escuchando, lo estamos ignorando. En el mindful eating, no se trata tampoco de comer siempre en silencio, pero que hablar no impida disfrutar de la comida. Eso sí, el resto de distractores es importante dejarlos aparte y solo sacarlos una vez se haya acabado de comer.
  6. Tarda un mínimo de 20 minutos en comer: Recuerda que la señal de saciedad llega a los 20 minutos de empezar a comer. Si comes el primer plato, segundo y postre en menos tiempo, es probable que estés ingiriendo más cantidad de la que tu cuerpo necesita, ya que la señal de saciedad no ha llegado aún al cerebro y por tanto, puedes estar comiendo en exceso. Si te cuesta, pon un reloj delante de ti, te ayudará a controlar los tiempos de comida u observa a las personas de tu alrededor. Mira a quien coma más despacio e intenta imitarla. Entre bocado y bocado deja los cubiertos encima de la mesa, eso te hará tardar más y corta la comida en pedazos pequeños.
  7. Iníciate en la meditación: Normalmente vamos estresados y con prisas a todos sitios. No disfrutamos de lo que hacemos y siempre estamos pensando en lo que tenemos que hacer después. Meditar durante 15 minutos al día es suficiente para ver qué pensamientos tenemos, simplemente escucharlos, darles la bienvenida y luego dejarlos marchar. Además estaremos relajando el cuerpo y centrando la atención en nosotros mismos. Imagina que estás en un río, escuchando el agua fluir, y vas viendo cómo caen hojas de un árbol. Cada hoja que cae es un pensamiento que tienes. Visualiza cómo la hoja cae al río y cuando la pierdas de vista es cuando abandonaremos ese pensamiento.

Recuerda que tanto el mindfulness como el mindful eating son un entrenamiento que supone tiempo. No podemos ser expertos en meditación sin practicar cada día. Así que ten paciencia, deja que los pensamientos te interfieran, no pasa nada, pero déjalos ir y disfruta de la meditación mientras disfrutas de una buena comida. 

PUBLICIDAD

Escrito por

Encarni Muñoz

Encarni Muñoz es psicóloga sanitaria, especializada en adultos y con más de 10 años de experiencia. Realiza terapias individuales y de pareja a partir de una corriente integradora. Su objetivo es dotar a la persona de recursos y ayudar a descubrir los que posee para mejorar su calidad de vida en el mínimo número de sesiones posible.

Consulta a nuestros mejores especialistas en orientación y crecimiento personal

Bibliografía

  • Bays, M (2009). Mindful Eating. Psychology Today. https://www.psychologytoday.com/us/blog/mindful-eating/200902/mindful-eating
  • Knight, C (2019). What is mindful eating? The Psych Professionals. https://psychprofessionals.com.au/mindful-eating/

Deja tu comentario

PUBLICIDAD

Comentarios 1
  • Marlene S

    Me gustó mucho esta nota. Estoy yendo al nutricionista debido a que debo mejorar mi alimentación, y ella me ha sugerido esta técnica para calmar mi ansiedad. Llevo menos de una semana practicándola, pero ya he visto resultados. Agradezco la nota, porque no sabía si la estaba aplicando bien, pero ahora doy cuenta que sí. Lo del ejercicio de los pensamientos no lo conocía, así que lo pondré en práctica y veré qué tal me va. Gracias.

últimos artículos sobre orientación y crecimiento personal

PUBLICIDAD