¿Qué es el Slut-Shaming y cómo podemos cambiarlo?

El Slut-Shaming es un fenómeno social en el cual, las personas tachan de "zorra", "guarra", "fácil" o "puta" a cualquier mujer que se comporta de una manera poco aceptada socialmente o que encaja poco con lo que se espera de la mujer tradicional, tanto en la forma de vestir que tiene y/o su aspecto físico en general como en sus actitudes y relaciones sociales, sentimentales o sexuales.

ES importante aclarar que esta crítica constante se puede acabar convirtiendo en un acoso que puede afectar al bienestar emocional de la mujer en sí, su autoestima y su libertad de actuación y decisión.

Está claro que vivimos en una sociedad cargada de prejuicios y estereotipos, pero este fenómeno atenta directamente contra la libertad de la mujer, ya que todo lo que hace es cuestionado y evaluado por la sociedad (y por sociedad no sólo hablo de hombres sino también de las propias mujeres).

Voy a ir enumerando diferentes situaciones en las que seguro que te sientes o has sentido identificado/a alguna vez, ya sea como víctima o como verdugo:

• Ves en la televisión a una cantante que va ligera de ropa, enseña más de lo que habitualmente está aceptado y los movimientos que hace mientras baila son muy sensuales. ¿Qué piensas? Lo primero que se suele decir no es bonito precisamente. Se suele acusar a esta persona de puta y es habitual escuchar frases como: "como se rebaja esta chica para conseguir fans"
• Vas por la calle y observas una chica muy maquillada, con ropa estrecha, escote, tacones y tatuajes en zonas sensuales. ¿Qué pensamos? "Como se nota que va buscando tema".
• Estás en una discoteca y ves a un grupo de chicas "perreando" entre ellas, pasándoselo bien, bailando y provocando (si va acompañado de una vestimenta sensual la crítica se intensifica). Frase típica: "vaya putas, como van calentando al personal".
• Ves a una amiga/compañera/conocida que no tiene pareja estable y se lía con los chicos que le apetece cuando le apetece. ¿Pensamiento inicial? "Es una fresca, no tiene dignidad".
• Si eres una chica sexualmente activa, a la que le gustan los juegos sexuales o prácticas poco habituales como el sexo anal, el intercambio de parejas, te haces fotos o vídeos eróticos con tu pareja o practicas el sadomasoquismo, seguramente serás criticada por los demás.
• Ves a una chica que tontea con alguien pero finalmente decide no ir a algo más o incluso se besan pero no se acuestan. ¿Qué suele pasar? Normalmente la gente piensa que esa chica es una "calienta…"

¿Cómo afecta el slut-shaming a las víctimas?

Evidentemente a nadie le gusta no ser aceptado socialmente. La moda por ejemplo tiene esa razón de ser. Buscamos la aceptación de los demás y cuando no la logramos nos sentimos mal. Esa persona sólo tiene dos opciones: o llevar sus preferencias y gustos en secreto o dejar de hacer lo que le gusta o expresarse libremente. Ambas consecuencias le va a hacer sentir rechazada e incomprendida y le va a reducir su autoestima. Por recibir aceptación social la persona tiene que dejar de ser ella misma, y eso evidentemente, desequilibra emocionalmente.

Lo peor de todo es que la sociedad es tan dura con la mujer que se llega a escuchar frases como: "luego se quejará cuando la violen", "¿cómo no se van a aprovechar de ella si va provocando?" o "va fomentando que haya más violadores por ahí". Todas estas frases habría que planteárselas bien y hacer un ejercicio de autocrítica antes de decirlas.

Que una mujer hable sobre sus prácticas sexuales está mal visto, que diga que se masturba está mal visto, que sea muy activa sexualmente está mal visto, que entre en un sex-shop está mal visto, si le ha sido infiel a su novio o marido es una puta (y no hace falta saber nada más sobre esa persona ni sobre la relación, simplemente se le juzga)…

Ni que decir queda que si todas estas prácticas las hace un hombre no se le suele cuestionar. El hombre es libre de pregonar con las mujeres que se acuesta, las prácticas sexuales que realiza (por muy poco habituales que sean), puede decir libremente que se masturba o ve porno, si es infiel o lo ha sido, puede vestir como quiera, seducir como quiera y ser él mismo. En todo caso se le verá como un Casanova, un mujeriego o un picaflor. Pero todo ello no tiene la misma connotación que en la mujer.

Por suerte los tiempos están cambiando y cada vez son más las personas que consideran que la mujer tiene el mismo derecho que el hombre de hablar de sexo, disfrutar de sexo, cambiar de pareja, no tener pareja y tener rollos, vestir como quiera y mostrarse como quiera.

Mi consejo para la gente que le cuesta modernizarse es:

Piensa que vivimos en el siglo XXI, todos tenemos derecho a ser como queramos ser, mostrarnos con libertad y no sentirnos censurados (siempre y cuando no se cometan irregularidades legales). Abre tu mente, piensa cómo te sentirías si te juzgaran por como visites, como actúas y lo que te gusta hacer. Ponte en el lugar de los demás y haz un poco de autocrítica: ¿De verdad te gusta ser tan criticón/a? No hagas lo que no te gustaría que hicieran contigo. Vive tu vida, céntrate en ti y evita juzgar a los demás.

Encarni Muñoz Silva

Psicóloga sanitaria, colegiada nº 16918

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