Terapia cognitivo conductual : ¿Cómo nos puede ayudar?

Existen varias orientaciones psicoterapéuticas actualmente en el campo de la Psicología aplicada a la salud, entre las que se encuentra la Psicodinámica, Sistémica, Cognitiva-Conductual... esta última es la que goza de mayor evidencia experimental actualmente.

21 DIC 2023 · Lectura: min.
Terapia cognitivo conductual : ¿Cómo nos puede ayudar?

La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) es la orientación psicoterapéutica que en las últimas décadas ha recibido, y sigue recibiendo, la mayor evidencia empírica y experimental sobre su eficacia y efectividad en una gran diversidad de problemas y trastornos psicológicos, y la que mayor capacidad tiene para abordar las necesidades sociales de intervención psicológica tanto en el ámbito de la salud en general como en el área educativa o comunitaria. Tiene una gran capacidad para resolver problemas, haciéndolo de forma eficiente debido a que sus intervenciones son de tiempo limitado, pudiendo llevarse a cabo de forma individual o en grupo.

¿Cómo puede ayudarnos la terapia cognitivo conductual (TCC)?

Es aplicable al tratamiento de los diversos problemas y trastornos psicológicos que pueden afectar al individuo en su interacción con diversos contextos así como para el desarrollo y optimización de las potencialidades y habilidades del individuo, haciendo más fácil su adaptación a los diversos entornos y el incremento de la calidad de vida. Para el cumplimiento de este objetivo, la TCC utiliza un amplio cuerpo de técnicas y procedimientos de intervención psicológica, así como el diseño de programas de tratamiento para los diversos tipos de problemas.

La TCC no está formada en la actualidad de un conjunto de principios teóricos y técnicos que sean compartidos de forma generalizada, sino más bien de enfoques de tratamiento que pueden resultar dispares, aunque existen una serie de rasgos comunes compartidos por los enfoques que la integran. Esta diversidad puede considerarse uno de los elementos más ventajosos ya que ha mostrado una capacidad de adaptación y de generación de recursos terapéuticos muy exitosa.

A lo largo y ancho de esta orientación psicoterapéutica, en su evolución se han usado distintos términos para referirse a ella, aunque cada uno de ellos ha contado históricamente con acepciones diferentes. Inicialmente se utilizó la denominación "Modificación de Conducta", para aludir a intervenciones basadas en el Condicionamiento Operante. El condicionamiento operante o instrumental es un paradigma o método de aprendizaje por el cual se lleva a cabo una asociación entre el comportamiento y la consecuencia de éste. Todo comportamiento o respuesta conlleva una consecuencia para la persona, pudiendo ser esta positiva o negativa. Cuando existen consecuencias positivas, también llamadas refuerzos, aumentan las posibilidades de que se produzcan respuestas, mientras que cuando existen consecuencias negativas o castigos, disminuyen dichas posibilidades.

También se usó y se sigue usando el término de "Terapia de Conducta" y, en sus orígenes, este término hacía referencia a aquellas intervenciones basadas en el Condicionamiento Clásico. Este es un paradigma o tipo de aprendizaje según el cual, un estímulo que originalmente es neutro y no provoca una respuesta, puede llegar a provocarla debido a la conexión asociativa de este estímulo con el que normalmente provoca dicha respuesta, creándose, de este modo, una conexión entre un estímulo nuevo y un reflejo ya existente. Otro criterio de diferenciación entre ambos términos es según sus distintos ámbitos de intervención. El término Terapia de Conducta se ha utilizado más en el contexto clínico, el referido a los trastornos de la salud; y el término Modificación de Conducta para intervenciones en ámbitos tan diversos como el educativo, laboral, comunitario, etc.

Aunque estos dos términos mantienen su utilización en la actualidad, el término que goza de mayor autoridad en nuestros días el el término"Terapia Cognitivo Conductual". Este nombre refleja la presencia y relevancia de los aportes de la orientación cognitiva a la Terapia de Conducta fundamentada en las teorías del aprendizaje. Podemos resumir esta cuestión refiriéndonos con el término Terapia de Conducta a la orientación terapéutica surgida inicialmente a partir de la aplicación clínica de los paradigmas del condicionamiento operante y clásico, y para dar cuenta de los acercamientos más conductuales propiamente dichos, y el de Terapia Cognitivo Conductual para referirnos a la tendencia actual surgida de la evolución teórica y técnica de la Terapia de Conducta, que ya engloba el componente cognitivo, y que reúne un conjunto de enfoques de tratamiento psicológico.

La Terapia Cognitivo Conductual se define actualmente como la aplicación clínica de la ciencia de la Psicología, y se fundamenta en principios y procedimientos validados empírica y experimentalmente. Su raíz original es la Terapia de Conducta, la cual surge a mediados de los años cincuenta del siglo XX, adherida fuertemente a los principios y teorías del aprendizaje y como alternativa radical al modelo psicoanalítico, que era la psicoterapia imperante en la época. La Terapia de Conducta parte de la base de que toda conducta, adaptada y desadaptada es aprendida, y como tal, puede modificarse mediante los principios del aprendizaje.

Terapia cognitivo conductual

En lugar de indagar acerca de posibles conflictos y estructuras subyacentes, los terapeutas de conducta empezaron a centrarse en la conducta observable y en el ambiente en el que se produce. Para este análisis desarrollaron el proceso de evaluación conductual, alternativa radical a los sistemas diagnósticos tradicionales.

La Terapia de Conducta a lo largo de su existencia tuvo algunos inconvenientes que fueron los motivos responsables del proceso de transformación de la Terapia de Conducta en lo que es hoy la Terapia Cognitivo Conductual, como son por ejemplo las controversias sobre el papel de las variables cognitivas o la ausencia de una teoría unificada del aprendizaje. Esta evolución dio lugar a la TCC, una disciplina cuyo objetivo es la detección y cambio de conductas, pensamientos y respuestas emocionales desadaptadas pero que difiere en el énfasis teórico que las distintas aproximaciones cognitivo conductuales asignan a la mediación de factores cognitivos, al papel de las variables biológicas o a los paradigmas de aprendizaje. Estas diferencias se plaman en las formas de intervención desde las más estrictamente conductuales a las puramente cognitivas.

Actualmente la Terapia Cognitivo Conductual es un enfoque de intervención en salud que trabaja con respuestas conductuales, emocionales y cognitivas desadaptadas de carácter aprendido, que se han practicado a lo largo de tanto tiempo que se han convertido en hábitos del repertorio comportamental del individuo. Se considera que el individuo tiene responsabilidad en los procesos que le afectan y puede ejercer control sobre ellos. La TCC cuenta con técnicas y tratamientos específicos para diferentes problemas y trastornos, cuya aplicación cuenta con un tiempo limitado en comparación con otras psicoterapias a largo plazo.

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Escrito por

Jose Antonio González

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Bibliografía

  • Vallejo, A (2016). Manual de Terapia de Conducta. Dykinson. 
  • Haynes, S (2011). Cómo elegir el mejor tratamiento psicológico. Boveda
  • Caballo, V (2006). Manual para la evaluación clínica de los trastornos psicológicos. Ediciones Pirámide.

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