Cómo olvidar a quien quieres pero te hizo daño
Cuando estaba dentro de la relación me sentía frustrada, limitada, triste. Las discusiones frecuentes con castigos como la indiferencia y el quedar siempre “por encima”, intentar hacer sentir peor de lo que uno se siente para sentirse mejor; se cobraban mi energía.
Intentaba hacer cosas por obtener una reacción suya de felicidad, que se sintiese orgulloso de mí, pero nunca era suficiente; si dejaba a un lado a mi familia por ir a verle se molestaba porque debía estar más tiempo con él, si le daba una sorpresa pero no cumplía con lo que el esperaba como dormir con él o pasar el día entero con él o volvía de un viaje y lo primero que hacía no era ir a verle era que para mí él era un segundo plato y no le quería de verdad. Todas esas situaciones junto con las constantes dudas y celos, control de me gustas o seguidores en redes sociales, amistades o compañeros de trabajo, las faltas de respeto y los insultos me llevaron a sentir que ese no era mi lugar. Mis amigas me decían que eso no era sano, pero yo no podía estar sin él, a pesar de todo también compartíamos momentos buenos, a los que me aferraba con todas mis fuerzas para volver cada vez que sentía que debía marcharme porque, por qué no iba a poder ser siempre así, como en esos momentos. Pensaba que si luchaba por entenderle, por cambiar, por ser como él me pedía y hacer las cosas como debían hacerse y estaban bien ser hechas como me decía, me valoraría y me cuidaría. Pero siempre volvía a pasar, siempre había una nueva discusión que me rompía y que tiraba todo por los suelos.
Decidí ser firme y coherente con mi decisión de dejarlo, esta vez sin volver, no como siempre hacía. Desde entonces, hace casi tres meses, ya no siento la necesidad de estar con él pero a pesar de todo, aún siento que le quiero, intento justificar lo que él hacía echándome la culpa o asumiendo su y mi responsabilidad de cómo se podrían haber hecho las cosas. Soy consciente de que hay hechos y palabras que no deben permitirse en una relación por respeto y amor pero no soy capaz de librarme completamente de su existencia en mi pensamiento. No comprendo por qué es difícil soltar y olvidar algo que conscientemente sabes que te hizo y te hace y hará mal si vuelves, por qué a veces se extraña tan fuerte a esa persona y aún sabiendo que no cambiará y no puedes volver a esa persona porque sufrirás de nuevo, existe ese vínculo por el que tratas de desear que no existiese ese daño.
Gracias de antemano.