La Terapia de Orientación a la Realidad (TOR)

La Terapia de Orientación a la Realidad (TOR), una técnica para mejorar la calidad de vida de las personas ancianas con estados de confusión.

19 MAY 2016 · Lectura: min.
La Terapia de Orientación a la Realidad (TOR)

La Terapia de Orientación a la Realidad (TOR) fue descrita por primera vez por Folsom en el año 1958 como una técnica para mejorar la calidad de vida de las personas ancianas con estados de confusión, aunque sus orígenes se remontan a los intentos por rehabilitar a veteranos de guerra seriamente trastornados y no al ámbito del trabajo geriátrico.

La desorientación temporal y espacial es uno de los primeros síntomas que aparecen al inicio de la Enfermedad de Alzheimer y demencias en general. Además de la pérdida de autonomía e independencia que esto supone para la persona, es una de las principales causas de estados de agitación y ansiedad y puede llegar a producir una desconexión del entorno. Evitar esta desconexión, debería ser uno de los objetivos de cualquier programa de intervención no farmacológica.

La Terapia de Orientación a la Realidad (TOR) es un conjunto de técnicas mediante las cuales la persona toma conciencia de su situación en el tiempo (orientación temporal), en el espacio (orientación espacial) y respecto a su propia persona (orientación personal). Proporciona una mayor comprensión de aquello que le rodea, y produce un aumento en la sensación de control y en la autoestima.

Existen 2 formas de orientación a la realidad. Una formal denominada terapia de orientación a la realidad (TOR) realizada en grupos en talleres o sesiones y otra más informal denominada TOR 24 horas. En los talleres, habitualmente se comienza con aspectos de orientación temporal (día, mes, año), espacial (lugar donde se encuentra) y personal (nombre y edad de los participantes) y continua por el posterior análisis de sucesos, noticias, generalmente del entorno próximo al paciente.

La TOR 24 horas se realiza durante todo el día con la ayuda de toda persona que tenga contacto con el paciente y el uso de recursos externos como son las señalizaciones, calendarios, relojes grandes, pegatinas con el nombre y utilidad del objeto y la realización de actividades rutinarias.

La combinación de la utilización de la Terapia de Orientación a la Realidad (TOR) en talleres, junto con la involucración de los cuidadores del enfermo, es la mejor estrategia de intervención para posibilitar el retraso o modificación del curso de la enfermedad.

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Escrito por

María Fernández de la Riva Gozalvez

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