¿Qué es la Psicoterapia Humanista Integrativa?

Existen numerosas corrientes y enfoques teóricos en psicoterapia. Hoy vengo a hablaros de la Psicoterapia Humanista Integrativa.

La Psicoterapia Humanista Integrativa forma parte de las psicoterapias humanistas.

Estas psicoterapias se interesan por las vivencias subjetivas de los seres humanos en relación con su entorno. Por ello, en todas las corrientes humanistas, incluida la humanista integrativa, cobran especial importancia los sentimientos y emociones, los valores, la creatividad, la autonomía y la autorrealización.

¿En qué principios se apoyan las psicoterapias humanistas?

La psicología humanista considera al ser humano como:

• un ser activo,
• capaz de asumir la responsabilidad de su vida y de sus elecciones
• que tiende a la autorrealización
• que es más que la suma de sus partes.

La psicoterapia humanista integrativa se apoya en estos principios de la corriente humanista. Por ello, se basa en:

• la aceptación incondicional y sin juicio del paciente
• la confianza en su capacidad para asumir la responsabilidad de su vida y superar los problemas
• la atención a todos los aspectos de su experiencia

Es, por tanto, una terapia con una concepción optimista del ser humano, desde la que se entienden sus síntomas como algo que tuvo que aprender en algún momento de su vida para adaptarse y se confía plenamente en su capacidad para descubrir lo que necesita para dirigir satisfactoriamente su vida.

Se trata de una psicoterapia relacional, considerando que una de las claves para el éxito en el proceso terapéutico es la existencia de una buena relación terapeuta-paciente. Esto que puede parecer una obviedad, es un aspecto esencial a tener en cuenta. Además, los psicoterapeutas humanistas integrativos acompañamos en la resolución de los conflictos de los pacientes en un nivel emocional profundo, con el objetivo de que se puedan liberar de aquello que aprendieron en el pasado para sobrevivir, pero actualmente les lleva a repetir patrones que limitan su bienestar. Por estos motivos, es imprescindible que el/la psicoterapeuta cuente con un proceso personal de psicoterapia así como con supervisión, para garantizar que esta relación esté libre de prejuicios, miedos y otros asuntos no resueltos que pueden interferir negativamente en el proceso. En caso contrario, se corre el riesgo de que el/la terapeuta incluya (inconscientemente) aquello que no tiene resuelto en su propia vida en el proceso de los pacientes.

El rol del o de la psicoterapeuta humanista integrativo/a es crear las condiciones necesarias para que esta relación sea posible y, a partir de ahí, acompañar a los pacientes en la exploración de las decisiones que tuvieron que tomar en el pasado y actualmente provocan síntomas, para finalmente poder tomar nuevas decisiones menos condicionadas por el pasado. La función principal de un/a psicoterapeuta humanista integrativo consiste, por tanto, en un acompañamiento a nivel emocional profundo (aunque no exclusivamente a este nivel). El objetivo es favorecer la resolución de los conflictos pasados que llevaron a la persona a tomar decisiones que en el presente están limitando su autonomía y bienestar. Es decir, que a través de una relación de confianza, amor incondicional y protección, se favorece la realización de diferentes duelos terapéuticos, requisito indispensable para poder tomar nuevas decisiones más saludables y adecuadas a las necesidades del momento presente de los/las pacientes.

Tanto la existencia de un buen vínculo como el acompañamiento centrado en las necesidades del paciente y adecuado a su ritmo son aspectos cruciales en la psicoterapia humanista integrativa. Estos requisitos determinan el éxito terapéutico en mayor medida que las técnicas empleadas, lo cual nos lleva al siguiente punto.

¿Qué técnicas se usan en Psicoterapia Humanista Integrativa?

Como se puede deducir de su nombre, esta psicoterapia integra teorías y técnicas de diferentes enfoques, principalmente, pero no exclusivamente, de las psicoterapias humanistas.

Destacan, por tanto, técnicas y principios tomados de la Psicoterapia Gestalt, la Psicoterapia centrada en el cliente, el Análisis Transaccional, la Bioenergética y la Psicoterapia del trauma, entre otras.

El cuerpo, las sensaciones y las emociones, tal y como se están experimentando en el presente, cobran así especial importancia.

Sin embargo, también se incluyen técnicas de otras corrientes como la Cognitivo-Conductual y el Psicoanálisis.

Se trata, por tanto, de una psicoterapia abierta al empleo de muy diversas técnicas, todo ello en función de las necesidades del paciente.

No obstante, como ya he mencionado, más allá de las técnicas que se utilicen, toda intervención terapéutica se centra en lo que necesita el/la paciente en el momento presente para resolver aquello que lleva en su mochila de experiencias y le impide relacionarse consigo mismo y con su entorno de una manera autónoma y saludable. De ahí la importancia de que el vínculo entre paciente y terapeuta sea protector y facilite así la conexión y expresión emocional, permitiendo a los pacientes la toma de nuevas decisiones que les aporten un mayor bienestar en su vida.

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