Todos me cuentan sus problemas

La asertividad es una habilidad importante en situaciones como la que mencionas, donde te sientes abrumada por las personas que se acercan a ti para compartir sus problemas. Aquí tienes algunos consejos para manejar esta situación de manera asertiva sin ser grosera:

1. Establece límites claros: Es importante definir tus propios límites y comunicarlos de manera respetuosa. Puedes decir algo como: "Me gusta escuchar y apoyar a los demás, pero a veces necesito un espacio para mí misma. ¿Podríamos hablar de algo más ligero hoy?"

2. Sé honesta pero amable: Es posible expresar tus sentimientos sin herir a los demás. Por ejemplo, podrías decir: "Entiendo que estás pasando por un momento difícil, pero en este momento, no me siento capaz de hablar de temas tan profundos. ¿Podemos conversar sobre algo diferente?"

3. Deriva a profesionales adecuados: Si alguien está compartiendo problemas serios y sientes que no puedes ayudar adecuadamente, puedes sugerir que busquen ayuda profesional. Por ejemplo: "Parece que esto es algo muy importante. Sería útil hablar con un terapeuta o consejero especializado."

4. Elige cuándo y dónde escuchar: Establece momentos específicos para escuchar a las personas, de modo que no te sientas abrumada constantemente. Por ejemplo, podrías decir: "Estoy disponible para hablar después del trabajo o los fines de semana."

5. Fomenta la reciprocidad: Anima a las personas a escucharte también. Puedes decir: "Me encantaría escuchar más sobre tus problemas, pero también me gustaría que conozcas un poco más sobre mí. ¿Puedo compartir algo después de escucharte?"

6. Practica la empatía selectiva: Aprende a discernir cuándo es apropiado escuchar con empatía y cuándo es mejor establecer límites. No tienes la obligación de involucrarte en cada conversación profunda que se te presente.

Recuerda que ser asertiva no implica ser grosera, sino ser honesta y respetuosa con tus propias necesidades. La clave está en encontrar un equilibrio que te permita ser un buen oyente sin sentirte abrumada.

Buenos días.
Por lo que explicas creo que es primordial aprender a poner límites y saber decir “no” en las situaciones que te están generando este malestar emocional.
Por otro lado, me gustaría comentarte que quizás deberías realizar una reflexión del porque acuden a ti. De esta pueden salir aspectos muy positivos referidos a tu persona.
Atentamente
Àngels Bausa

Hola MFGV, yo veo claramente que no sabes poner límites.
Está bien sostener a otras personas, però hasta yo que me dedico a eso, necesito tener mis propios pilares de sostén para poder encargarme de ayudar a la gente con fuerzas.

Lo primero es indicarte el que determines por qué escuchas hasta a gente con problemas que no son tus amigos ¿Qué beneficio secundario sacas tú de eso? reconocimiento? amor? sentimiento de ser útil? ver que otros te necesitan o te validan de esa manera?
Intenta analizar porque no sabes decir basta o incluso el parar a esas personas y contarles como es tu sentir, o que necesitas comentarles X problema personal. ¿Qué te impide hacer eso? Si lo haces dejarían de contar contigo?

Una vez tengas esto analizado, podrás ver más claramente lo que está manteniendo el problema y qué emociones son las causantes de que sigas con dicha conducta.

Si en algún momento aunque sepas de donde viene todo esto te cuesta o no sabes cómo ni de qué manera gestionarlo, te recomendaría hacer algunas sesiones con algún terapeuta para poder darle forma y entrenarte en el manejo de esta situación, parqueas de esta manera puedas seguir sosteniendo los problemas de otros sin olvidarte de ti.

Un gran saludo!!

Hola MFGV, El hecho de darte cuenta ya es un primer paso para empezar a solucionarlo.
En la comunicación tan importante es la escucha como el poder hablar. Cuando en cualquier relación uno adopta una postura pasiva ante la escucha es importante trabajar estrategias que te acerquen a la asertividad, a poder decir lo que quieres, lo que necesitas, lo que te parece teniendo en cuenta el otro. sin dañar al otro pero por supuesto teniéndote en cuenta a ti. aprender a decir que no y a poner límites.
Trabajando en ti se consigue!!! empoderarse equilibrar el Dar y el recibir, escuchar y hablar…
Trabajando en tu autoestima esto se consigue un abrazo Karina

Hola MFGV, saber escuchar es estupendo. Y, probablemente, tu lo haces bien, por eso te cuentan los demás sus cosas.
Pero, escuchar es un esfuerzo que uno debe decidir si quiere hacer o no. En esto, como en todo, hay que ser ASERTIVO. La asertividad consiste en ayudar cuando uno quiere y no ayudar cuando uno no quiere. También consiste en pedir, pedirle a los demás. Y los demás decidirán si quieren o no. Normalmente, cuando no somos asertivos es porque tememos que los demás se enfaden con nosotros. Porque tememos dar una mala impresión. Tu dices que temes ser grosera.

Solo puedes evitar esas situaciones si les demuestras a los demás que no estás disponible siempre. Tienes que correr el riesgo de que alguien no lo entienda, pero es la única manera. Y también tienes que lanzarte a contar tus cosas si quieres que los demás te escuchen.

Te deseo lo mejor. Un saludo.

Hola,

Gracias por compartirnos lo que te sucede. Quizá sería importante poder registrar cómo es que hasta ahora has podido lidiar con eso. A veces uno sin darse cuenta se pone en una posición de escucha que favorece que los demás, necesitados de hablar acerca de lo que les pasa, no registren que quien escucha también tiene sus problemas. Y por otro lado, muchas veces para uno no es tan fácil contar sus problemas porque siente que el otro no lo va a entender. Tal vez puedas ayudar a evitar esas situaciones no prestando tus orejas a todos y empezando a ver quién puede escucharte a ti de una manera amorosa. Saludos,

Osmar

Mfgv primero de todo darte las gracias por la confianza que nos ofreces. La sociedad actual tiene mucha falta de comunicación y posiblemente tú ofrezcas esa mirada compasiva que hace que te cuenten sus problemas. Si ello te causa cansancio, en el momento que veas que comienza la explicación que no te interesa, das una excusa educadamente y te vas.

Un saludo,

Buenos días,
Como tú has dicho, no tienes porque ABSORBER todos esos problemas de los demás. Es muy importante practicar el autocuidado y aprender a poner tus límites.
Muchas veces las personas se acostumbran al rol que tenemos, sin cuestionarse si en ese momento podemos tener otras necesidades, porque a lo mejor en están muy concentradas en su problema y no se pueden permitir ver otra cosa.
De aquí la importancia de encargarnos nosotros mismos de ser asertivos y protegernos decidiendo en qué momento queremos y podemos escuchar y cuando no.
Por el otro lado te hago una pregunta: ¿te sientes cómodo/a en pedir ayuda y hablar de tus problemas con los demás? Reflexionar sobre tu rol en las relaciones podría ser útil para entender parte de tu malestar.
Un abrazo

¡Hola!

La situación que comentas sucede con más frecuencia de lo que creemos. Muchas veces con toda nuestra buena intención nos paramos a escuchar los problemas de los demás como si no comportara un esfuerzo y nos mermara nuestro propio bienestar; es decir, ponemos el bienestar de los demás por encima del nuestro, aunque sea de forma puntual y con un motivo. Pero si lo hacemos constantemente, terminamos precisamente como tú comentas: agotados.

El tema de la reciprocidad es algo que trae debate. Porque, ¿si yo siempre estoy ahí para los demás, pero los demás no lo están para mí, estoy en relaciones recíprocas? ¿Si yo estoy para los demás, eso me garantiza que luego estén para mí? Y más aún: si me relaciono sin poner límites ("Sí, claro cuéntame esto, no importa que esté agotado o no haya dormido bien hoy... te escucharé de todas formas"), anteponiendo el bienestar del otro... dónde queda mi propio bienestar?

El cambio viene cuando nos damos cuenta que no es una cuestión de que los demás tiren de nosotros; es que nosotros los ponemos por delante y aceptamos este tipo de relaciones en nuestra vida. E igual que las aceptamos, podemos no aceptarlas y poner límites: negarnos a oír determinadas cosas, cortar la conversación, y si la situación es imposible, incluso cortar esas relaciones. Porque a fin de cuentas, ¿qué nos estamos diciendo a nosotros mismos al mantener relaciones no recíprocas y desiguales? Es peor lo que nos decimos nosotros a nosotros mismos, que lo que puedan decirnos los demás.

Espero haberte ayudado. ¡Feliz sábado!