Los 9 síntomas físicos de la depresión más comunes

Los síntomas de la depresión más conocidos suelen ser los emocionales, de hecho, este trastorno se hace reconocible a través de la tristeza, la culpa, la irritabilidad y los sentimientos de desesperanza que los que lo padecen sufren.

Aunque la depresión es un trastorno mental, la realidad es que también provoca daños en nuestro cuerpo. De hecho, muchas personas pueden descubrir que están ante una depresión al observar sus síntomas físicos.

Depresión y sus síntomas físicos

Además de la presencia de los síntomas de la depresión psicológicos, las personas que sufren de este trastorno también pueden padecer los siguientes signos.

1. Dolor: Uno de los síntomas físicos de la depresión más desconocidos son los dolores y las molestias que están asociados a este trastorno. Entre ellos, estos síntomas de la depresión afectan tanto las articulaciones, como las extremidades o la espalda. En algunos casos, las personas pueden percibir un dolor ‘en todo el cuerpo’ que suele ser crónico y les hace sentir cierta debilidad. Actualmente, las investigaciones que relacionan la depresión con estos síntomas físicos suelen apuntar que este signo puede ser causado por la desregulación de diversos neurotransmisores como es la serotonina.
2. Síntomas gastrointestinales: Otro de los síntomas físicos de la depresión más comunes son los problemas relacionados con el estómago y la digestión. De hecho, las personas que sufren de depresión pueden experimentar náuseas, hinchazón, diarrea o estreñimiento debido a este trastorno. Según los estudios, una posible explicación de estos signos de la depresión está también en los efectos que este trastorno tiene en la serotonina. De hecho, las investigaciones sugieren que este neurotransmisor desempeña un papel muy importante en el mantenimiento y en la funcionalidad de nuestra digestión. Tanto es así que una gran parte de la serotonina de nuestro organismo se produce y almacena en el intestino.
3. Menos inmunidad: La depresión y sus síntomas físicos o psicológicos también pueden afectar a que nuestro sistema inmunológico funcione de la manera más óptima, es decir, existen más probabilidades de que las personas enfermen debido a la presencia de este trastorno. Además, cuando una persona con el sistema inmunológico debilitado se enferma, es más posible que tarde más tiempo en mejorar.
4. Problemas para dormir: En la depresión otro de los síntomas físicos más comunes es la presencia de diversos problemas para poder dormir. Tanto es así que cuando los psicólogos deben diagnosticar la depresión suelen encontrar los trastornos del sueño como uno de sus síntomas principales. Los profesionales apuntan a que la relación entre la depresión y el sueño es bidireccional, es decir pueden influir al desarrollo de los dos trastornos. Además, los estudios muestran que las alteraciones en nuestro ritmo circadiano también pueden contribuir a sufrir de depresión. 
5. Fatiga: El cansancio es otro de los síntomas físicos de la depresión que más afectan a las personas que padecen de este trastorno. Entre los signos de depresión más comunes, la fatiga suele deberse a que por mucho que las personas deprimidas duerman, nunca se sienten del todo descansadas. Este cansancio permanente suele hacer que los individuos depresivos tengan dificultades para levantarse de la cama o para realizar cualquiera de las actividades de su día a día. La fatiga no solo es uno de los síntomas de la depresión más comunes, sino que además es uno de los que más complicaciones tiene en el momento de abordar un tratamiento para este trastorno.
6. Síntomas psicomotores: Cuando hablamos de la depresión y de los síntomas físicos relacionados con el término ‘psicomotor’ hacemos referencia a aquellos signos que hacen que una persona se sienta más lenta tanto en su forma de pensar como de moverse. Los depresivos pueden percibir sus pensamientos o movimientos como pesados.
7. Hipertensión: La hipertensión no es propiamente uno de los síntomas físicos de la depresión. En realidad esto tiene que ver con el estrés que a menudo está muy relacionado con el desarrollo de un trastorno depresivo. Esto es debido a que las personas deprimidas pueden desarrollarlo debido a que están largos períodos de tiempo experimentando demasiado estrés. Este estrés crónico contribuye a que la presión arterial sea alta, es decir que haya hipertensión. Al padecer de uno de estos síntomas de depresión y estrés, las personas pueden tener más probabilidades de padecer de una enfermedad cardiovascular.                                               
8. Cambios en el apetito y el peso: Son muchos los casos en que la depresión y la falta de apetito o el aumento de este se relaciona. El factor que puede contribuir a un aumento de peso es la denominada como ‘alimentación emocional’, en la que las personas acuden a la comida para afrontar los sentimientos derivados de la depresión. Por otro lado, la depresión también puede hacer que una persona pierda peso debido a la desmotivación y la falta de energía propia a esta enfermedad.
9. Efectos secundarios de los medicamentos: Además de todos los síntomas físicos de la depresión propios a este trastorno, las personas que se están medicando contra la depresión también pueden sufrir algunos efectos. Si bien por lo general estos síntomas de la depresión suelen ser leves y mejoran cuando el organismo se adapta al fármaco, en algunos casos estos pueden ser graves y persistentes. Entre los efectos de los medicamentos que se usan para tratar la depresión encontramos los siguientes: mareos, boca seca, fatiga, insomnio, disfunción sexual, visión borrosa, cambios en el apetito, entre otros. En estos casos, es importante consultar con el psiquiatra y el psicólogo/a para poder adaptar la medicación y el tratamiento debido a estos síntomas.

Es importante conocer los síntomas de una depresión, sean físicos o psicológicos. En el caso que te veas identificado/a con estos síntomas físicos de la depresión, además de sentir los signos emocionales de este trastorno, es importante que acudas a un profesional de la salud mental. En algunas ocasiones, el daño físico puede estar relacionado con una afectación mental.

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