Hola. Tengo 39 años y estoy en el hospital sentada al lado de mi padre sabiendo que le queda muy poco de vida.
Le diagnosticaron un cáncer (melanoma) hace dos años. Ha pasado quimio y otros tratamientos. Hasta hace dos días iba mejorando, con niveles de tumorología muy bajos. Ya casi estábamos celebrando su recuperación. Hace tres días el melanoma se reactivó y está fuera de control. Ya no hay nada que hacer, la vida se le escapa por los poros a raudales y sabemos que es cuestión de tiempo. Días, semanas tal vez.
El dolor se junta con la sorpresa, el shock de un cambio tan repentino y la rabia. Rabia y frustración porque tiene 69 años y es la persona más llena de vida que jamás he conocido; y porque mi madre se jubila en 4 meses y tenían miles de planes juntos: viajar por todo el mundo, visitarnos a mis hermanos y a mí más a menudo (vivimos cada uno en un país distinto); vender la casa en la coudas y comprar una junto al mar; dar paseos y tomar el aperitivo en la playa; tal vez tener nietos.
Han trabajado los dos como animales toda su vida y se merecían una buena vida juntos y jubilados. Los dos se quieren con locura y no pueden estar separados. Pensar en lo que no van a poder hacer juntos y en que mi madre se jubila y el no estará con ella me rompe el corazón. No me lo quito de la cabeza. Solo puedo pensar que no es justo, que no se merecen este final y en lo mucho que le voy a echar de menos. El vacío que va a dejar es demasiado grande y me sobre pasa.
No puedo pensar en los buenos momentos porque duele mucho ni puedo expresar a nadie lo que siento porque temo ponerles más tristes aun. No sé cómo llevar esta situación porque temo derrumbarme en cualquier momento delante de él, mi madre o mis hermanos y no quiero que eso ocurra.
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22 AGO 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 3 personas
Como psicólogo especialista en oncología ( Psicooncologia) puedo decirle que es una situación que he visto en muchas familias en muchos hospitales y que sé que es muy dura para Ud. También sé que aunque ahora le asalten muchos pensamientos de cómo hubiera podido ser si el melanoma no le hubiera vencido, o si hubiera pasado esto o lo otro..., es normal toda esa confusión y todo ese maremagnum de emociones. Yo he visto a muchas personas morir cada día un poquito cuando acudía con mis compañeros oncólogos a realizar el pase medico a cada paciente, y desde esas experiencias le puedo decir que la muerte no es un momento, sino que es un proceso. Un proceso de apagarse poco a poco la persona en estas enfermedades oncológicas en las que lo más importante en la recta terminal es el control de síntomas como la disnea, el dolor ( en cuanto a lo físico) pero también la angustia existencial y el miedo a la muerte ( en lo psicológico), por paradójico que pueda parecer le diré que son más difíciles de controlar estos últimos pues saberse cerca de la propia extinción genera tal angustia existencial y tal ansiedad como no he visto otra , pero que , aun siendo difícil, con un buen equipo médico , de psicooncologos y psiquiatras se puede controlar para que la persona viva lo mejor posible. Durante todos y cada uno de los momentos que le resten con esperanza. Le puedo asegurar que lo más importante al final es el que se sienta arropado por la familia y amigos y que haya podido despedirse afrontando su muerte con conciencia de que es su final y con la seguridad que le puede dar el poder hablar de ello y no morir aislado de ese sentimiento sin poder compartirlo con nadie.
En cuanto a la familia decirle que se que a veces están sobrecargados de sufrimiento y de cuidados y que, existen buenas herramientas como el test zarit de sobrecarga del cuidador, para prevenir lo que la,amos claudicación familiar y que viene a ser un abandono del cuidador principal por saturación de responsabilidad en sus cuidados, y que esos test cumplen una muy buena labor preventiva y son necesarios que se evalúen para prevención. Y que así el paciente pueda estar mejor. Es muy importante establecer metas cortas y realistas en el paciente terminal. Y que la familia se pueda apoyar en un psicólogo experimentado en ello tanto durante el proceso paliativo como al final durante la terapia de duelo. Esperamos haberle sido de utilidad. Y ya sabe donde encontrarnos para cualquier duda o consulta.
24 AGO 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 2 personas
Estimada Elena:
Lamento mucho la situación por la que estás pasando. Lo mejor que podéis hacer ahora es intentar pasar con él el resto del tiempo que le pueda quedar de vida. Intenta hablarle sobre cómo os sentís, cómo se siente él, y sobre cualquier aspecto relacionado con vuestros sentimientos. Podréis recordar anécdotas de todos estos 69 años que él ha vivido, tanto suyas personales como propias. Recopilar anécdotas que os hagan sonreís y valorar lo que han sido todos estos años. Aunque no haya podido hacer cosas que le hubiera gustado hacer, estoy seguro que habrá hecho cosas que le ayudarán a aumentar su autoestima. ¿Cómo ha influido tu padre en tu forma de ser? Deberías contárselo. Vivir momentos emotivos, ver vídeos de la infancia, y ver fotos, le hará sentirse muy bien.
Cuando llegue el desenlace que nadie desea, os recomiendo a ti y a tu familia, tras dedicarle el homenaje que se merece, recuperar poco a poco vuestra rutina diaria. Vuestro padre lo que desearía, con total seguridad, es que siguierais con vuestras vidas allá por donde estuvierais. No reprimir vuestros sentimientos, contad con vuestros amigos y con vuestros familiares más cercanos para contarles cómo os sentís, y que ellos compartan esos sentimientos y os ayuden a seguir con vuestra vida. Pasas el tiempo juntos, dialogar entre vosotros y hacer actividades juntos para desconectar. Vuestro padre siempre permanecerá en vuestros corazones y en vuestra mente aunque ya no esté presente físicamente. Es bueno seguir recordando anécdotas de vuestra vida junto a él, sus consejos, e incluso pensar: "¿Qué habría hecho mi padre en esta situación?" Es la mejor manera de que así vuestro padre nunca desaparezca de vuestras vidas.
21 AGO 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 1 personas
Hola Elena:
Estoy de acuerdo con mi compañera Betania y solo deseo añadir que lo mejor que puedes hacer es disfrutar y sufrir los últimos momentos de la vida junto a tu padre.
Disfruta de su compañía, hazle saber todo lo que le quieres, si podéis hacer actividades juntos, quizás algo que deseas y no pudiste o algo que hicísteis juntos y fue muy agradable.
Habla con tu padre y con toda la familia de como os sentís, de lo que le queréis e incluso de los defectos que tiene, así como de las virtudes que posee.
Despídete estando lo más cerca posible durante lo que queda de vida e intenta que se lleve un buen recuerdo tuyo y tu te quedes con los mejores recuerdos de él.
Si puedes ayuda a tu familia, ya que tu tienes la iniciativa de pedir consejo, para que expresen sus sentimientos y acompañen a tu padre de la forma más calurosa que puedan. Los conflictos no resueltos que puedes o puedan tener con tu padre serán después una carga añadida, por ello puede ser bueno decir lo que no pudiste o te quedaste con las ganas si es el caso.
Te envío todo mi apoyo y comprensión en estos momentos.
21 AGO 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 1 personas
Buenas tardes Elena,
Siento mucho lo que está pasando. Afrontarse a un momento tan duro requiere de fuerza y no es nada fácil pasar algo así. Entiendo que tus padres tenían muchos planes de futuro juntos y esto cambia todos estos planes, pero es cierto que la vida en ocasiones desentraña ciertos acontecimientos desafortunados que no podemos prever y que no están en nuestras manos. Necesitas sacar la tristeza que llevas dentro apoyándote en tu familia, pues puede que ellos también lo necesiten. Entiendo que lo intentas evitar para que no lo pasen peor, pero en momentos como estos es mejor que la familia se apoye y se desahogue juntos. No tenéis porqué hacerlo delante de tu padre. Cuando estéis con él simplemente disfrutar en la medida de lo posible de los momentos que os queden juntos, expresarle todo aquello que siempre habéis querido decirle lo bueno y darle mucho cariño y amor. El proceso de una enfermedad terminal, así como el duelo por la pérdida de un ser querido requiere de un tiempo y unas fases distintas de afrontamiento, hasta poder retomar una vida sin esa persona, pero al fin y al cabo volver a retomarla y adaptarse a ella. Tu madre os sigue teniendo a vosotros y podéis acompañarle en estos momentos duros también a ella. Al principio podrá ser difícil pero con el tiempo ella también podrá retomar su vida, no de la forma que tenía pensado pero si con vuestro amor y cariño.
