Odio el tabaco y mi pareja quiere fumar cuando sale de fiesta

Hola J, lo primero muchas gracias por compartir tus preocupaciones, pues es el primer paso para poder echarte una mano.
Entiendo tu desasosiego en cómo aceptar la decisión que ha tomado tu pareja y que al parecer para ti, es un NO rotundo, pues bien, vamos a apoyarnos en lo que nos une como pareja y no en lo que nos separa.
Es obvio que el tabaco es un hábito dañino y que lo mejor para tu pareja es que lo deje, pero si aún no ha tomado la decisión nosotros debemos respetarla y que no se sienta bajo nuestra lupa por ello.
Ahora mismo podríamos denominar a la persona como "fumadora social", que le apetece fumar cuando sale con amigos de fiesta, es decir en ambientes concretos, pues vamos a trabajar con lo que podemos intuir.
La comunicación y la paciencia van de la mano, así que te animo a crear con ella un espacio relajado donde comentarle que no te gusta que fume, por el olor, el perjuicio para la salud o x pero sin poner ultimátum, siempre intentando ponerte en su lugar, intentando comprender porqué lo hace...quizás hablando tú puedas entender más de su "necesidad de fumar" en esos ambientes y ella entender tu malestar ante el tabaco.
También puedes proponerle que se lleve chicles como alternativa o que cuando vuelva de fiesta, se lave las manos, los dientes y se cambie de ropa para evitar el olor del tabaco que entiendo que pueda ser molesto, los dos ponéis de vuestra parte.
Si le ofreces una comunicación empática donde ella se sienta escuchada y respetada podéis lograr llegar a "acuerdos" que os permita avanzar y afianzar la relación.
Recuerda que seguro tenéis muchas otras cosas buenas y positivas que aportaros el uno al otro y que este "hándicap" puede ser usado a vuestro favor, realizando actividades de ocio juntos, practicando deporte, meditación.
Espero haberte ayudado aunque sea un poquito con tu preocupación y te animo a seguir trabajando en ti para que todo tu alrededor comience a mejorar, saludos.

Hola J.S.,
Es cierto que cuando conocemos a alguien tenemos una serie de "innegociables" que nos condicionan a la hora de iniciar una relación seria con alguien. En tu caso era "no fumar" y por ese entonces su pareja actual no lo hacía y dejaste claro tu posición. Hasta ahí lo hiciste fenomenal.
El problema viene ahora, tu pareja ha cambiado (quiero volver a fumar cuando sale) ahora que ya hay un vínculo afectivo de dos años.
Mi consejo es, primero tratar de buscar con él posibles alternativas que puedan hacerte llevadero esto ya que entiendo que después de dos años romper la relación es una decisión muy difícil habiendo amor. Entre esas posibles soluciones que se me ocurren por ejemplo es que fume lejos de ti, que use chicles si es que lo que te molesta es el sabor y el olor, que al llegar a casa se quite la ropa que huela a tabaco y cosas de este tipo. Para ello primero tienes que identificar qué es exactamente lo que te molesta del hecho de que fume.

También puedes pedirle que no fume, aunque por lo que dices ya lo has intentado. En cualquier caso para que una pareja funcione el respeto y la aceptación del otro es fundamental. Y si después de haber intentado soluciones alternativas que te hagan llevadero el asunto, no eres capaz de tolerarlo, creo que la única opción que te queda es dejarle.

Espero haberte ayudado, mucho ánimo. Un abrazo, Ana.

Entiendo totalmente lo que compartiste acerca de tu aversión al tabaco y cómo es un reflejo de tus valores y lo que eres. Es evidente que tu relación es preciada para ti y estás preocupado por cómo esta nueva situación podría influir en lo que han construido juntos.

Cuando pienso en el amor y la conexión que tienen, puedo imaginar lo difícil que debe ser enfrentar esto. Es normal sentir miedo de que algo tan importante para ti esté en juego. Pero también es importante recordar que las personas evolucionan, y las perspectivas pueden cambiar con el tiempo.

Hablar con tu pareja de manera abierta y sincera puede ser una forma de compartir tus emociones más profundas. Explicar cómo te sientes, no desde un lugar de crítica sino desde el corazón, podría hacer que tu pareja comprenda la intensidad de tus sentimientos.

La idea de hablar con un psicólogo no implica que alguien esté "roto" o necesite "reparación", sino que refleja tu deseo de encontrar una manera de avanzar juntos. Un profesional puede ser como un guía imparcial que puede ayudar a ambos a explorar sus perspectivas y encontrar terreno común.

Lo que realmente importa es que ambos encuentren una forma de comunicarse respetuosamente y comprenderse mutuamente. Mantener esa conexión abierta y honesta podría ser la clave para llegar a una solución que preserve tus valores y la relación especial que comparten.