Vida truncada
Tengo 52 años. A los 18 mi único hermano murió de accidente de tráfico, él era 2 años mayor que yo. Antes de nacer mi hermano, mi madre tuvo un parto prematuro y a los dos días el bebé murió. A raíz de ello mis padres me sobreprotegieron por miedo a que me pasara algo. Me sentí muy sola, no podía compartir mi pena con nadie y aparte tenía que lidiar con el consuelo de mis padres por la pérdida de mi hermano.
Sentí un gran vacío dentro de mí que me llevó a tener relaciones dependientes emocionalmente.
El primero me dejó, era hijo único y no quería tener hijos, estuvimos 6 años. El segundo era muy era compañero de trabajo, alegre y dicharachero y quería tener hijos, eso me encandiló aunque no me llegué a enamorar perdidamente de él, a los 2 años nos fuimos a vivir juntos y después de 7 años tuvimos una hija que ahora tiene 16 años. Cuando tenía año y medio nos trasladamos a vivir a un pueblo 50 km lejos de mis padres (después de tanto insistir él), tenía miedo de que me dejara. El primer año lo pasé fatal, no conocíamos a nadie y me añoraba mucho de mis padres, ellos a mí también. Al cabo de 4 años nos separamos. Custodia compartida con casa nido. Así que los padres cambiábamos de casa cada 4 días. Así llevamos 11 años. Al año de separarme conocí a una persona maravillosa con quien hemos mantenido una relación a distancia hasta hoy, es decir nos veíamos los 4 días que yo no estaba con mi hija y si coincidía que él no trabajara. Desde el principio él ya quería que nos fuéramos a vivir juntos pero yo le dije que tenía que estar 4 días en la casa a una distancia de 50km y 4 en casa de mis padres (4 días por las guardias del padre). Por lo que era inviable. A los 3 años me propuso casarme, pero seguía existiendo el mismo problema. Ahora mi pareja ya se empieza a cansar de tanto esperar y tendría que elegir. A mi lo único que me ata al pueblo es mi hija. Mi trabajo, mi pareja y mis padres ya muy mayores están en la ciudad.
Me arrepiento enormemente de haberme ido de la ciudad, ahora sería todo más fácil. Aunque para mi hija crecer en el pueblo lo ha disfrutado más que si hubiera estado en la ciudad. Ella no quiere venir a la ciudad. Después de tantos años él ya se empieza a cansar y me dice que mi hija está mejor con su padre que conmigo y que el día de mañana ella va a independizarse y yo perderé la oportunidad de estar con él por tanto esperar.
Estoy en una encrucijada entre mi hija, mi pareja y mis padres ya muy mayores.
No sé qué decisión tomar, teniendo en cuenta que no me quiero quedar sola sin pareja y no herir a ninguna de las tres partes. Comentar también que soy muy indecisa e insegura y todo esto me atormenta mucho.
Agradecería algún consejo en esta difícil decisión. No quiero perder a las personas que amo. Ya he perdido demasiado.