Amor tóxico: ¿Cómo puedo detectar las relaciones imposibles?

Cuando pensamos en amores que no son sanos o en el amor tóxico en seguida nos viene a la cabeza la relación de pareja. Eso es porque nuestra definición de amor a menudo está basada en el amor romántico, pero no es el único tipo de amor. El amor posesivo o los amores tóxicos pueden estar en cualquier tipo de relaciones. De esta forma, es necesario saber cuándo las personas estamos actuando como una persona tóxica y cómo detectar una mujer o hombre tóxico. 

¿Qué es el amor tóxico?

El amor verdadero supone una inspiración para aquellas personas que lo viven ya que significa una relación dónde los dos participan en la evolución personal y del vínculo. Pero cuando nos referimos a los amores tóxicos, estos se caracterizan por una serie de comportamientos de dependencia y de control emocional que hacen daño a cualquier tipo de relación. De esta forma, los hombres y las mujeres tóxicas tienen unas características en sus relaciones de amor (sean las que sean) que hacen que los demás sufran debido a sus actitudes. 

Características del amor tóxico

El amor tóxico puede detectarse a través de diversas señales. De esta forma, existen una serie de características en una relación tóxica que podemos identificar sea cuál sea el vínculo que compartimos con  la persona que está teniendo un comportamiento tóxico. 

Amor tóxico filial

Sabemos que el amor filial es incondicional, es decir, supera cualquier barrera u obstáculo de la vida. Los padres aman con locura a los hijos y viceversa. Pero existen amores tóxicos entre los padres y los hijos. De esta forma, a veces los progenitores pueden expresar un amor posesivo que acaba afectando a los niños en su desarrollo. Las principales señales son las siguientes. 

1. Tu hijo/a es el mejor, no tiene defectos

Tu hijo/a es más guapo/a, inteligente, bueno/a... casi diría perfecto/a. Si no eres capaz de ver los defectos de tu hijo/a, estás siendo poco objetivo/a y quizá estés teniendo una actitud de amor tóxico hacia él o ella. Todo el mundo tiene defectos, así que céntrate en descubrir los de tu hijo/a; eso hará que la relación entre ambos sea sana, podrás poner límites y educarle mejor y él/ella crecerá mejor.

2. Exceso de exigencia

Sería el polo opuesto. Ver sólo los defectos de tu hijo/a, castigar en exceso o sólo resaltar lo que hace mal en lugar de ver también lo que hace bien genera una relación familiar difícil. Tu hijo/a tenderá a alejarse de ti, se infravalorará y tendrá una autoestima baja. Intentar superarse está bien pero siempre debe ir acompañado de ánimos y confianza hacia él/ella en lugar de queja. Cuando ocurre el amor tóxico de este estilo, los niños pueden sentirse limitados a desarrollar todas sus aptitudes. 

3. Relación de igual a igual

Los padres tienen que estar por encima de los hijos a nivel jerárquico. Es bueno tener confianza con tu hijo/a y que éste/a la tenga contigo, pero no lo lleves al extremo de ser amigos. No puedes hablar con él/ella del mismo modo que harías con un/a amigo/a. Hay temas que se tienen que reservar para otros ámbitos que no sean el familiar.

4. Relación de desconocidos

Hay padres que se quejan porque sus hijos utilizan la casa como si fuera un hotel, vienen a dormir, comen y se van. No hay interacción, no hay comunicación y mucho menos confianza. Analiza que crees que puede estar pasando, haz autocrítica y también valora qué puede estar haciendo tu hijo/a para fomentar esta situación. Muchas veces tiene que ver con la exigencia excesiva o con poner demasiada distancia en la jerarquía. Pregúntale cómo le ha ido el día, pasad tiempo juntos, haced algo que ocio que os pueda interesar. Eso os ayudará a que la distancia entre vosotros sea un poco más pequeña.

5. Hijo/a cenicienta o hijo/a rey/reina

Es patológico tanto que el hijo/a haga más tareas de las que le tocaría por edad, como que no haga ninguna. Los hijos tienen que entender lo que cuestan las cosas. No todo es gratis y se consigue por la cara bonita, hay que trabajar para conseguir éxitos. Inculcar valores como el esfuerzo, el trabajo y las rutinas ayudan a que los hijos sean unos futuros adultos responsables. Pero hay que tener cuidado con exigirles demasiado, no queremos que sean cenicientas en su propia casa.

6. Falta de cariño o cariño excesivo

Cuando los padres no son afectivos, no hablan de emociones, no se expresa lo que se siente y no hay contacto físico, el hijo/a crece del mismo modo y rechaza todo lo afectivo. Por el contrario, si se recibe de forma excesiva el amor y afecto, también pueden llegar a rechazar a los padres por el agobio que reciben. Intenta dosificar y mostrar el afecto siempre que sea necesario pero no de forma continua, busca los espacios y momentos adecuados para hacerlo.

"La felicidad no es una cuestión de intensidad, sino de equilibrio y orden, ritmo y harmonía"

Thomas Merton.

Amor tóxico fraternal

El amor entre hermanos o entre amigos también puede ser patológico. De esta forma, podemos ver algunas señales de amores tóxicos tanto en la amistad cómo en otras relaciones familiares. 

1. Celos y envidia

Si por ejemplo te da rabia que tu amigo/a quede más con otras personas que contigo o que le cuente las intimidades que te cuenta a ti a otra persona, estás celoso/a y eso puede comportar llegar a tener una actitud de amor tóxico o amor posesivo. Intenta valorar lo positivo de la relación que tú tienes con tu amigo/a, de lo contrario, generarás conversaciones tensas, interrogatorios y en definitiva, malos momentos y conseguirás el efecto que no quieres, tu amigo/a se distanciará de ti.

Entre hermanos los celos y envidias más habituales son la recepción de cariño y cuidados por parte de los padres y abuelos y los éxitos del hermano versus sus propios éxitos. Si siempre te vas comparando con tu hermano/a estás mostrándote celoso/a. Céntrate en tus propios éxitos e intenta superarte pero sin culpar a la otra persona. Y con tus familiares intenta valorar la relación que tienes y disfrutarla. Si notas que el trato es insuficiente, háblalo con ellos.

2. Competición

Si notas que siempre quieres estar por encima de tu amigo/a o tu hermano/a y haces cosas sólo por el placer de ponerte por encima y hacérselo ver, estás intentando competir y mostrarte superior. Las relaciones entre hermanos y entre amigos deben ser de igual a igual. Si os mostráis en competición, nunca será una relación de amor sano. Piensa en tus retos personales como una forma de autosatisfacción y no como una manera de fardar ante los demás. Pon el foco en ti y deja de pensar en los demás, eso hará que tu autoestima suba y no esté tan relacionada con los éxitos o fracasos ajenos.

3. Falta de intimidad o intimidad excesiva

Es perjudicial tanto que la relación sea superficial y sólo se hablen de cosas banales como que haya un exceso de intimidad. Entre hermanos/as, si no hay comunicación se pierde una parte fundamental de la relación fraternal, ese hombro en el que apoyarse, ya que se comparten situaciones similares pero además se comparte familia y eso siempre hace que se pueda entender mejor a la otra persona ya que los valores inculcados y las experiencias vividas muchas veces son comunes. Intenta hablar con tu hermano/a y generar un vínculo más cercano, haced algo juntos/as, compartid una afición.

Sin embargo, el exceso de intimidad hace que quizás no veas más allá de tu hermano/a, y te pierdas algo importante, tener amigos. Busca ese equilibrio y genera tus propias amistades. En cuanto a la relación entre amigos, si no hay intimidad es porque no sois amigos, simplemente conocidos. Intenta hablar sobre tu vida y pregúntale sobre la suya. Haz que la relación sea más profunda. Si por el contrario sois uña y carne, intenta ampliar horizontes para dejar atrás este tipo de amor posesivo. Si algún día esa persona desaparece de tu vida o se distancia de ti por el motivo que sea, te quedarás solo/a. Es bueno tener más de un amigo/a.

Amor tóxico en pareja

Finalmente, las relaciones de amores tóxicos en una pareja son las que más nos pueden afectar. Existen parejas imposibles que no quieren dejarlo a causa de sus problemas personales y esto puede crear un círculo vicioso difícil de remediar. De esta forma, el amor tóxico en las parejas se distingue por lo siguiente. 

1. Dependencia emocional

Un amor sano se caracteriza por la independencia de cada uno de los miembros. Por ello, aquellas personas que tienen una baja autoestima y dependen del otro pueden llegar a causar ciertos estragos en las relaciones. En estos casos la clave será actuar sobre estos problemas psicológicos que debes solucionar tanto para ti como para tu pareja. 

2. Codependencia emocional

Cuando las personas que son independientes tienden a requerir la atención excesiva de una pareja que es dependiente de ellos, esto también significa incentivar un amor tóxico en la relación. 

3. Vida social limitada

Los miembros de la pareja dejan de lado todas sus amistades para concentrarse en todos los sentidos en la relación con los amores tóxicos. De esta forma, las personas que se forman por una mujer u hombre tóxico se centran excesivamente el uno con el otro. 

4. Obsesión por el otro

Otra de las características de una relación tóxica es precisamente la excesiva obsesión que puede surgir de uno hacia el otro. Tanto es así que algunas personas suelen dedicar toda su energía solo en la relación. 

5. Idealismo excesivo

Cuando la pareja se centra en expectativas ideales o mitos románticos sobre el amor, como por ejemplo creer que existen las medias naranjas, esto puede causar un amor posesivo en la relación. 

6. Celos y posesión

El significado de tóxico puede señalar una persona que siente celos que limitan la relación en muchos sentidos. Por ejemplo, una mujer u hombre tóxico puede llegar a verse posesión o controlador. 

7. Manipulador

Finalmente, las personas que tienden a tener actitudes de amores tóxicos pueden llegar a usar el chantaje emocional o la manipulación para llegar a sus objetivos en la relación.

Las persoans que usan actitudes propias del amor tóxico deben tener presente que este comportamiento se puede cambiar. Todos podemos comportarnos de manera tóxica en algún momento en nuestras vidas. Por ello, si quieres dejar a atrás este tipo de toxicidad siempre puedes consultar con un psicólogo profesional. El amor siempre debe trabajarse en nuestro interior para mostrar la mejor cara de nosotros hacia los demás. 

"En todos los aspectos de nuestras vidas, el equilibrio es la clave. Hacer demasiado de una cosa puede provocar malestar. La moderación es el secreto"

Catherine Pulsifer.

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