Gestiona tus pensamientos de una forma adecuada.

Gestionar nuestros pensamientos de una forma adecuada resulta muy difícil si no sabemos como funciona nuestra mente. Por ello es indispensable conocer la cuestión en profundidad.

29 NOV 2018 · Lectura: min.
Gestiona tus pensamientos de una forma adecuada.

¡Pon la mente en blanco!, ¡no pienses en nada! Hacer esto no es nada fácil por no decir que es realmente difícil. En nuestro día a día se nos presenta en nuestra mente multitud de pensamientos, de forma automática, los cuales nos tomamos como realidad, incluso podemos creer que no se pueden cambiar.

Entre otras muchas clasificaciones, podemos distinguir los pensamientos entre racionales e irracionales. Los pensamientos racionales son aquellos que tiene correlación con la realidad y ayudan a conseguir nuestras metas de una forma realista.

Por otro lado, nos encontramos con los pensamientos irracionales, aquellos que residen en lo más profundo de nuestra mente y nos llevan a errar en la manera que vemos el mundo que nos rodea, a nosotros mismos y a los demás.

Es común que estas interpretaciones erróneas se formen de forma automática y no se tenga conciencia de ellas, es por ello que son más lesivas si cabe. Es ahí donde situamos las distorsiones cognitivas. Este tipo de cogniciones, al ser muy rígidas y poco realistas disparan nuestras emociones negativas provocando a la vez reacciones y respuestas desadaptativas hacia las circunstancias que se nos presentan.

El primer paso para "aprender a pensar mejor" es comenzar a identificarlas, de esta manera las afrontaremos de la manera más indicada.

  • Adivinación del porvenir: Tendencia a creer que uno puedo adivinar lo que va a pasar.
  • Abstracción selectiva: Tendencia a ver únicamente un elemento de la situación obviando el resto. Se resaltan los detalles negativos y el resto de la situación queda teñida por eso.
  • Lectura del pensamiento: Tendencia a creer que uno puede adivinar lo que piensan los demás.
  • Sobregeneralización: Tendencia a sacar conclusiones a partir de un hecho simple.
  • Falacia de la recompensa: Pensar que en un futuro los problemas mejorarán por sí solos sin que tu actitud se dirija a ello. Ejemplo: "mi pareja me insulta mucho últimamente, pero estoy tranquila porque seguro que está pasando un mal momento y en unos meses me tratará mejor".

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Escrito por

Rafael Rodríguez Ibáñez

Psicólogo graduado en psicología y máster en psicología general sanitaria. Centrado en trabajar los síntomas sin estigmatizar a sus pacientes a través de etiquetas. Especializado en trastornos emocionales como el estrés, la depresión, la ansiedad, fobias, entre otros. Todo siempre ofreciendo un clima de buena comunicación y confidencialidad.

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Comentarios 1
  • grace

    Y si llegas a tener una de esas características que debe de hacerse?

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