Pues, la verdad es que no lo sé. Esto empezó con un tema sobre mi sexualidad. Antes creía firmemente que era una mujer bisexual, pero que me iba más hacia los chicos. Pero os juro, que de un día para el otro, literalmente, mi cabeza me ha estado torturando con la idea de que soy lesbiana, y hasta me está haciendo creer que no me gustan para nada los chicos.
Pero esperen, que eso no es nada. Me hace creer muchas de mí, cosas muy oscuras; como las que uno ve en Internet profundo. Me dice que yo soy igual que esa gente, esa gente que tortura. Yo sé que no lo soy, pero mi mente me está jugando feo, me dice cosas y me hacen sentir de una manera que no me gusta, quisiera llorar a veces, es como una guerra interna. Siempre busca formas de angustiarme, por cosas pequeñas, y las otras cosas, que deberían hacerme sentir algo, no lo hacen. Mí mente se volvió en mi peor enemiga, y no logro poder silenciarla.
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8 SEP 2016
· Esta respuesta le ha sido útil a 9 personas
Hola María Raquel, mi recomendación es que acudieses a un especialista. Nuestra labor es esa, ayudarte a discriminar entre esos pensamientos aquellos que están siendo adaptativos y aquellos que te están torturando. Escucha más a tu cuerpo, respira, medita... no hay que buscarle tantos pies al gato, más bien, escucharnos para ir sacando cosas que nos generan malestar e ir solucionando cada cosa paso a paso.
6 SEP 2016
· Esta respuesta le ha sido útil a 4 personas
Me temo que vas a tener que aprender lo que es realmente el cerebro y, consecuentemente, a dejar de ser "cerebro-dependiente". Nadie puede negar la importancia que la evolución del cerebro humano ha tenido para su mantenimiento como especie, pero, si te fijas, ha sido siempre a las órdenes de las necesidades de nuestro cuerpo para adaptarse a los entornos cambiantes, luchar contra las adversidades, y sobrevivir.
Tú estás viviendo como si tu cerebro mandara sobre tu vida, y ha de ser a la inversa para que, tú también, no sólo sobrevivas (que ya está asegurado), sino que alcances una adaptación en condiciones de mejor calidad de vida.
No hace falta que te diga que, desde la psicología, podemos ayudarte.
Un saludo,
Alfredo Herranz
