No siento nada al tener sexo

Buenas tardes, Kiandry,

Para darte una buena respuesta, sería necesaria más información acerca de tu problema, cuánto tiempo hace que ocurre, si antes tenías con tu pareja una vida sexual satisfactoria, si te había ocurrido antes, el estado actual con tu pareja... De todas formas, intentaré asesorarte un poco sobre el tema.

Lo primero de todo, considero que podrías hacer un pequeño ejercicio de autorreflexión acerca de qué sientes hacia tu pareja, de si te atrae físicamente como lo hacía anteriormente y de si hay algo en la pareja que pudiese hacer que no estés a gusto. Son muchos los elementos que pueden interferir en una vida sexual plena: el estrés, presiones ambientales, problemas de pareja o a nivel individual, entre otros. Para una vida sexual satisfactoria, junto con los factores puramente físicos, un adecuado clima de intimidad y confianza es necesario. Sobre todo si se trata de una pareja de hace mucho tiempo, una relación basada en el contacto físico y en cumplir con objetivos físicos es muy susceptible de convertirse en insatisfactoria relativamente rápido.

El sentirte una fracasada puede tener mucha relación con tu problema. Si te focalizas en "hacerlo bien" o tienes pensamientos del tipo "tengo que sentir algo" lo más probable es que centrarte en estos pensamientos y esta autoexigencia no te permitan disfrutar de la relación.

Ten en cuenta que en las relaciones sexuales entran en juego todo tipo de contactos, besos, caricias... y que la dinámica no debería ser la de "debo conseguir placer, y/o darle placer a mi pareja", sino que se trata de focalizarse en el contacto, disfrutar de éste y de la intimidad y confianza en que se produce, sin marcarse ninguna meta.

Desconozco, con la información que me das, el problema concreto y completo. Pero en determinadas situaciones en las que existen problemas para obtener placer, se trabaja con "prohibiciones". Dentro de una técnica denominada como focalización sensorial, se propone que, por ejemplo, un día solo están permitidos los besos. Otro día, se añaden caricias en determinadas zonas del cuerpo, y el resto de zonas son "prohibidas". Poco a poco se añaden elementos a la ecuación, sin llegar una relación sexual completa. De esta manera, no aparecería una inquietud previa a la relación, ni pensamientos del tipo "no voy a llegar" o "tengo que sentir placer". Este tipo de estrategia permite ir disfrutando de los diferentes elementos que componen la relación sexual, y finalmente de la relación completa, suponiendo además un cambio y una innovación si se ha caído en la rutina.

Una última cosa a comentar, es que convendría que hablases del tema en confianza con tu pareja, y si finalmente decidieses optar por una ayuda psicológica y el análisis en profundidad del problema y soluciones, pudiese acompañarte e involucrarse en el proceso.