Tuve una mala experiencia con el psicoanálisis
Estuve durante 6 meses en una terapia psicoanalítica. El misterio envolvió la consulta desde el primer día al consultar con la terapeuta por el enfoque con el que trabajaba. Se negó a responderme y solo me dijo que vaya a su consultorio y ahí lo hablaríamos.
Desde la primera cita me dijo que ella consideraba que yo tenía una autoestima muy baja. Yo solo lo creí. y no lo cuestioné.
A lo largo de la terapia pudimos explorar algunos aspectos de mi pensamiento que me estaban limitando y me traían problemas. Sin embargo cuando empezó la pandemia del coronavirus y surgieron nuevas ideas comencé a sentirme juzgada por ella. Cuando tenía ganas de hacer algo diferente me decía que "era una persona contradictoria" e invalidaba constantemente mis emociones. Hasta una vez llegó a reírse de mi cuando le expresé que estaba cansada del encierro y tenía ganas de ir a pasar la cuarentena a otro lugar fuera de la ciudad. Aunque me quedaba con esa mala sensación e incluso rumiando sobre el tema luego de las sesiones, no me atrevía a decirle cómo me sentía sobre esto por que pensé que el problema era yo, que estaba "negando" alguna experiencia o sensación. Pero comenzó a ser cada vez más evidente para mi la incomodidad que sentía con la terapia hasta que un día, luego de una crisis, le dije todo lo que pensaba. Le comenté que dudaba sobre el enfoque, que no sabía si era el mejor para mi problema pues no veía mejora sino que por el contrario me sentía peor. Le expliqué cómo me hacía sentir, todo lo que había estado guardando. Soy consciente de que no lo dije de una manera calmada, porque estaba bastante ansiosa y sensible por la situación de crisis que había pasado un día antes, pero ella reaccionó de la peor manera, me dijo que el psicoanálisis no tenía la culpa, y también "¡Estás muy molesta!" como reprochando que me sienta así, o como si yo no supiera la emoción que tenía en el cuerpo, cuando era evidente que sí, y cuando tampoco me preguntó más. Ante la duda sobre el enfoque me respondió que no me daba cuenta de que estaba insultando su trabajo y me dio ejemplos de otros pacientes que sí mejoraban. En ese momento me sentí peor que nunca, pensé que yo era el problema, que había algo mal en mi. La terapeuta fue incapaz de contenerme en ese momento de tanta vulnerabilidad y salí de la sesión (que dicho sea de paso ella era incapaz de dar unos minutos más aunque estuviese llorando incontrolablemente como aquella vez) con un nivel extremadamente alto de ansiedad que me duró varios días.
Decidí que aquella sería la última vez que acudía a una de sus sesiones. Le escribí un mensaje disculpándome por si le había hablado de una manera equivocada, que la ultima sesión había sido muy dura para mi y le comuniqué que iba a continuar mi camino con un enfoque más basado en evidencia e iba a dejar el psicoanálisis. No recibí ninguna respuesta. Hasta semanas después en que me dijo que acababa de ver mi depósito y la sesión había sido "reveladora" más que dura. ¡Invalidó mis emociones hasta el último momento!
Ahora empecé terapia DBT y siento una diferencia TAN grande con la nueva terapeuta, que en ningún momento me hace sentir que mis emociones no son válidas, que estoy loca o que hay algo mal en mí. Espero que este sí sea realmente un espacio seguro, que me ayude a mejorar mi salud mental en un momento tan difícil como el de la pandemia y no lo empeore como sí sucedió con el psicoanálisis.
Quería compartir mi experiencia públicamente a modo de cierre y quería advertir a quienes estén interesados en una terapia que consideren una con un enfoque basado en evidencia. Yo desde ahora estoy aterrada del psicoanálisis.
Muchas gracias por leer,