La crisis de los 45

Siempre se habla de la crisis de los 40 o de los 50. Según las estadísticas, esta crisis no se iniciaría ni a los 40 ni a los 50, sino entre los 45 y los 56 años, la franja de edad donde más hombres se suicidan en España.

¿Qué es lo que sucede en la crisis de los 45?

En una sociedad cada vez más individualista, ya no hablamos solamente de un análisis negativo de nuestra vida y de aquello alcanzado; hablamos de la falta de una red de apoyo social. En una edad en la que los hijos ya viven de forma independiente, aunque convivan en el hogar familiar, uno de cada ocho hombres de entre 45 y 56 años confiesa que no tiene ningún amigo y el 51% responde que sólo tiene entre uno y dos. Los conocidos han aumentado, mientras que los amigos han disminuido a niveles alarmantes.

Solemos confundir la soledad con el aislamiento y es que hay muchas personas que se sienten solas pese a estar rodeadas de compañeros de trabajo, de familiares o de conocidos con los que ir a echar unas cañas. A estas personas les falta alguien con quien poder compartir sus más íntimas preocupaciones, inquietudes o sueños. En España, uno de cada 10 se siente solo muy habitualmente.

Como consecuencia de esta desagradable situación nos encontramos con personas con un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, con una menor esperanza de vida y con una mayor probabilidad de desarrollar depresión incurriendo en pensamientos suicidas.

¿Hay remedio?

Si te encuentras en una situación de soledad, siempre hay remedio. El consejo que suelo dar a personas que se sienten solas o deprimidas es presentarse como voluntario a cualquier tipo de organización sin ánimo de lucro. En estos contextos de necesidad se establecen relaciones muy positivas, aunque a veces parezca paradójico. Otro consejo es apuntarse a cualquier grupo de actividades: grupos de bicicleta de montaña, de intercambio lingüístico,…

Para no sentirnos solos es importante presentarnos tal y como somos intentando, eso sí, no invadir la vida de nuestro entorno con negatividad y pesimismo para no ahuyentar. No podemos esperar cuadrar con toda la gente que conozcamos, pero sí que encontraremos personas con las que encajar, seguro!

Por último, si estás viviendo una situación así en tu vida, te recomendamos que puedas consultar, aunque sea puntualmente, con nosotros para recibir el apoyo necesario para llevar a cabo todos estos cambios en tu vida.

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