Descifrando el Hiperfoco: Cómo Entender y Gestionar esta Dinámica Cognitiva

Descubre cómo el hiperfoco puede influir en tu vida diaria y aprende estrategias efectivas para gestionarlo y maximizar su potencial.

22 ABR 2024 · Lectura: min.
Descifrando el Hiperfoco: Cómo Entender y Gestionar esta  Dinámica Cognitiva

El hiperfoco, en términos generales y anecdóticamente hablando, es un fenómeno que refleja la completa absorción de una persona en una tarea, hasta el punto en que parece ignorar por completo o 'desconectar' todo lo demás. Se reporta comúnmente que ocurre cuando una persona está involucrada en una actividad que es particularmente divertida o interesante. Un ejemplo de hiperfoco es cuando un niño se sumerge en un videojuego al punto de no escuchar a un padre llamando su nombre.

Aunque la mayoría de las personas neurotípicas probablemente experimentarían un estado similar al hiperfoco en algún momento de su vida, se menciona más a menudo en el contexto del autismo, la esquizofrenia y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), condiciones que tienen consecuencias en las habilidades de atención. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es el hiperfoco, cómo puede afectarnos y qué estrategias podemos emplear para gestionarlo de manera efectiva.

¿Qué es el Hiperfoco?

El hiperfoco es un proceso cognitivo caracterizado por una atención excesiva y concentrada en una tarea específica, lo que puede llevar a los individuos neurodivergentes a ignorar incluso las necesidades básicas de su organismo, como el hambre o la necesidad de ir al baño. Desde una perspectiva fenomenológica, el hiperfoco se manifiesta como un enfoque intensificado en una sola actividad, mientras que todo lo que no esté en el centro de atención se percibe como desatendido o velado, lo que dificulta distinguir o reconocer otros estímulos presentes en el entorno.

Es importante destacar que el hiperfoco se activa principalmente en actividades que resultan interesantes para el individuo, lo que sugiere que esta capacidad puede ser entrenable y potencialmente útil en contextos laborales. Sin embargo, la experiencia de hiperfoco no siempre es voluntaria ni se produce de manera abrupta en la conciencia, por lo que tiende a manifestarse principalmente en actividades de ocio. 

¿En quién se da el hiperfoco?

A pesar de que la experiencia del hiperfoco es ubicua, tanto en poblaciones neurotípicas como neuro atípicas, existe una investigación académica explícita muy limitada sobre su efecto en el funcionamiento cognitivo y neural. El hiperfoco es comúnmente observado en personas neurodivergentes, especialmente en aquellos diagnosticados con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). En individuos con TEA, el hiperfoco puede manifestarse desde una edad temprana, cuando se sumergen por completo en un objeto de interés, aparentemente ignorando todo lo que les rodea, incluyendo las instrucciones de los cuidadores y las condiciones ambientales.

A medida que estas personas crecen, es posible que desarrollen cierta conciencia sobre su trastorno y el proceso de hiperfoco, aunque evocarlo voluntariamente es poco común. Por otro lado, en personas con TDAH del tipo inatento, el hiperfoco también es una experiencia frecuente. Se manifiesta de manera similar, con una atención intensa dirigida hacia una actividad o objeto de interés, a menudo durante actividades recreativas que generan altos niveles de dopamina, como jugar videojuegos. La duración de este estado de hiperfoco puede variar significativamente de una persona a otra, pudiendo durar desde unos pocos segundos hasta varias horas. Durante este tiempo, es común que ignoren completamente otros estímulos que no estén relacionados con su foco central de atención. 

Los Beneficios del Hiperfoco

El hiperfoco, un fenómeno que refleja la completa absorción en una tarea, se ha asociado principalmente con individuos neurodivergentes, como aquellos con trastorno del espectro autista (TEA) y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Aunque existe una escasez de investigación explícita sobre sus efectos cognitivos y neurales, se han observado algunos beneficios potenciales del hiperfoco. 

  1. Mejora del rendimiento: Durante el estado de hiperfoco, se informa que el rendimiento en la tarea mejora notablemente. Esto sugiere que el intenso enfoque y la concentración pueden conducir a una mayor eficiencia y productividad en la realización de tareas.
  2. Reducción de la percepción de estímulos externos: Durante el hiperfoco, los estímulos externos no relacionados con la tarea parecen no ser percibidos conscientemente, lo que puede aumentar la capacidad de concentrarse en la tarea en cuestión y minimizar las distracciones.
  3. Estados de flujo y bienestar: El hiperfoco comparte similitudes con conceptos como el "estado de flujo", asociado con sentimientos de realización, control y satisfacción. Este estado se caracteriza por una intensa concentración en el momento presente y una pérdida de autoconciencia reflexiva, lo que puede contribuir al bienestar emocional y la satisfacción con la tarea realizada.
  4. Desarrollo de habilidades especializadas: Para las personas neurodivergentes, el hiperfoco en áreas de interés puede conducir al desarrollo de habilidades especializadas. Al dedicar una atención intensa y prolongada a una tarea específica, es posible perfeccionar habilidades y conocimientos en áreas de alta afinidad.

Beneficios del hiperfoco

Cómo Gestionar el Hiperfoco

Afortunadamente, existen varias estrategias que podemos emplear para gestionar el hiperfoco de manera efectiva. A continuación, se presentan algunas sugerencias:

  • Establecer límites de tiempo: Al asignar un tiempo específico para una tarea, podemos evitar caer en el ciclo interminable del hiperfoco y asegurarnos de dedicar tiempo a otras áreas de nuestra vida.
  • Practicar la atención plena: La atención plena puede ayudarnos a tomar conciencia de nuestros pensamientos y emociones, lo que nos permite reconocer cuándo estamos experimentando hiperfoco y tomar medidas para redirigir nuestra atención si es necesario.
  • Priorizar las tareas: Es importante identificar las tareas más importantes y urgentes y dedicar tiempo a ellas antes de sumergirse en el hiperfoco en actividades menos relevantes.
  • Tomar descansos regulares: Programar descansos breves durante períodos de hiperfoco puede ayudarnos a mantenernos frescos y evitar el agotamiento.
  • Buscar apoyo: Si el hiperfoco está afectando negativamente nuestra vida diaria, puede ser útil buscar el apoyo de un profesional de la salud mental, quien puede ayudarnos a desarrollar estrategias adicionales para gestionar esta dinámica cognitiva.

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Escrito por

Alberto Cruz Miguel

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Bibliografía

  • Claudia, G. O. (2024). Fenomenologías de la percepción y neurodivergencias. https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/197806
  • Ashinoff, B. K., & Abu‐Akel, A. (2019). Hyperfocus: the forgotten frontier of attention. Psychological Research, 85(1), 1-19. https://doi.org/10.1007/s00426-019-01245-8.

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