No sé si dejar a mi novio o darle otra oportunidad

¿Qué hacer cuando tienes dudas sobre si seguir con tu pareja? ¿Hasta cuántas oportunidades le debo dar? ¿Cómo saber lo que siento realmente?

9 JUN 2020 · Lectura: min.
No sé si dejar a mi novio o darle otra oportunidad

Los tres tipos de amor

Antes de poder responder al título de este artículo, siento que diferenciemos las “etapas” o tipos de amor. Cada uno de ellos tienes sus características y en cada uno de ellos podemos esperar unas cosas u otras. Walter Riso hablaba de 3 tipos de amor: el amor de Eros, de Philia y de Ágape.

  • Amor de Eros: es el amor erótico. Es ese amor pasional del principio de una relación. Donde todo es fantasía, pasión… Ese principio donde todo es “perfecto” y donde solo sentimos ganas de pasar tiempo junto a la persona que nos gusta y con la que estamos empezando algo. Es el amor del inicio, tiene fecha de caducidad y es importante que prospere a un amor de Philia o Ágape para que la pareja sobreviva al paso del tiempo.
  • Amor de Philia: es el amor de admiración. Es ese amor no incondicional. Es decir, donde podemos empezar a ver los defectos del otro pero, donde pese a estos, lo admiramos, apreciamos… y empezamos a pensar en un “proyecto juntos” o proyecto de futuro. Sin este tipo de amor, la pareja se queda en un “rollo” o “romance”. Pasado el amor de Eros y, sin un proyecto de futuro y con ese “amor ideal”, es cuando empiezan a aparecer las primeras disputas, apreciamos los primeros defectos…
  • Amor de Ágape: es el amor de cariño, de cuidado. Es algo así como el amor de querer estar al lado del otro sin esperar nada a cambio. Podríamos llamarle también un amor desinteresado. Es ese amor donde esperamos y deseamos la felicidad del otro.

Me pregunto entonces… ¿puede que estés esperando en tu pareja siempre ese amor de Eros que, en realidad, tiene fecha de caducidad? ¿Cuál es tu idea del amor en pareja: un amor romántico, pasional, sin diferencias, donde mi pareja es mi alma gemela…?

Algunos mitos del amor

A través del modelo de nuestros padres, o incluso el amor que se nos proyecta en nuestra sociedad, tendemos a pensar que el amor es incondicional. O tal vez recuerdes esas películas de Disney donde el amor lo puede todo, donde un príncipe y una princesa se enamoran y siempre fueron felices, o donde un príncipe “lucha” desmesuradamente por el amor de su princesa… ¿Es ese el tipo de amor que esperas?

¿Crees que en el amor todo se vale siempre y cuando tenga una persona “guapa y bella” al lado? ¿Crees que el amor es luchar, sufrir… y no ver los defectos en el otro?

El amor sano no es ciego ni incondicional, de hecho, debe estar sujeto a condiciones si quieres que sea un amor duradero y saludable para ambas (o las que sean) partes. Y si esas condiciones no se cumplen, porque te duele su manera de ser, porque su conducta te conecta con un dolor personal del pasado o porque la ilusión de que cambie nunca llega, es importante tomar decisiones.

Decisiones de si te quedas en la relación y así lo aceptas, o la decisión de irte y dejar la relación para poder ser feliz y sentirte libre de ese sufrimiento.

El amor, al fin y al cabo, se escoge.

Esto significa que siempre tenemos la decisión de elegir. Si elijo seguir con mi pareja y encontrar mi manera de no sufrir con su manera de ser, o elegir irme porque me produce demasiado sufrimiento.

Así que… ¿cuál es tu límite de sufrimiento? ¿Qué significa para ti el amor? ¿Qué cualidades y condiciones

debe tener tu pareja? ¿Qué condiciones son prioritarias y cuáles puedes “negociar”?

Qué hacer cuando empiezan las dudas

Debes saber que el amor sano no es a costa de tus emociones, de tu salud, ni de tu proyecto de vida. Pero también quiero que sepas que el amor sano negocia.

Negociar es imprescindible en una relación de pareja. Piénsalo: sois dos personas (o las que sean), con dos

(O más) realidades distintas. Con distintas experiencias. Con distintos aprendizajes. Con distintos valores.

¿Cómo vais a pensar o reaccionar ante las distintas situaciones igual? Tal vez para ti sea importante ir bien arreglados a una comida con tu familia… y tal vez no lo es para tu pareja. No es mejor ni peor, es que vuestras realidades y maneras de pensar son distintas.

En estos casos, es el momento de negociar.

Así que, cuando empiecen las dudas: negocia. Habla con tu pareja. Exprésale lo que sientes, lo que te genera sufrimiento y pregúntale… ¿cómo me puedes ayudar?

Cuando lo que nos enamoró se convierte en sufrimiento

Presta atención a lo que te digo ahora… Lo que te enamoró puede ser que sea ahora lo que te molesta, te enfada… o incluso lo que te lleva a pensar en dejar la relación.

Tenlo en cuenta y pregúntate, ¿qué ha cambiado? ¿Por qué me enamoró y ahora me desenamora? ¿qué es lo que realmente necesito yo y por qué?

¿Te ha pasado alguna vez enamorarte de una pareja “infantil”, que vive todo con mucha intensidad, que le encanta salir… y luego se vuelve en tu contra y te da rabia lo infantil, lo intenso y todas las reuniones y grupos sociales que tu pareja tiene? Y es que cuando nos emparejamos, tendemos a proyectarnos en nuestra pareja y buscamos en ella que cumpla ciertas condiciones, y esas condiciones tienden a ser lo que nosotros no tenemos (por ejemplo, no tengo esa parte “infantil”).

¿Lo dejo o sigo con mi pareja?

Si estás ante este dilema, párate y observa. Pero no observes más a tu pareja (para seguir avivando tu “rabia”), sino que obsérvate más a ti. ¿Qué te gustaría que te estuviera dando tu pareja? ¿qué te gustaría que cambiara? ¿Aquello que quieres que cambie… es algo que forma parte de su forma de ser o es una conducta? (no es lo mismo que quieras que cambie su extroversión a que le pidas que baje la tapa del váter porque para ti es muy importante).

Y cuando lo sepas, negocia. Exprésalo, pídelo… Pero ten en cuenta que todos somos distintos. Somos únicos. Y si estás pidiéndole a tu pareja que cambie algo de su forma de ser… algo no va bien, porque no le estás aceptando como es y pretendes “moldearlo” a tu gusto.

¿Es eso para ti el amor?

La terapia de pareja

Si sientes que no es suficiente el negociar. O cuando lo intentas no llegáis a ningún acuerdo. Cuando sientes que quieres darle una oportunidad a tu pareja pero no encuentras la manera de expresar y llegar a acuerdos… Es el momento de acudir y pedir ayuda a una terapia de pareja.

La terapia de pareja os facilitará un espacio donde aprender a negociar, donde conoceros más y donde daros una “tregua” en el malestar que experimentáis, así como encontrar respuestas.

PUBLICIDAD

Escrito por

Montse Marsà

Psicóloga Sanitaria especializada en tratamientos con adultos, licenciada en psicología en la Universidad de Barcelona. Especializada en Health Coach, terapia de pareja, terapia breve estratégica, entre otros. En su terapia ofrece la confianza y seguridad necesarias para que las personas se sientan abiertas al cambio.

Consulta a nuestros mejores especialistas en terapias de pareja
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

Comentarios 3
  • psicologia360.com

    Muy buen artículo, es importante saber cuando recurrir a un especialista para que nos ayude

  • Ces H

    Gracias. Esta es información que cura!!

  • Karina Andrade

    Que complicado esto cuando están casados, con hijos y de inmigrantes.

últimos artículos sobre terapias de pareja

PUBLICIDAD