Los 7 tipos de violencia de género: ¿Cómo identificar el maltrato de género?
Existen diferentes tipos de violencia de género. ¿Crees que puedes estar recibiendo un maltrato de género? ¿Cómo identificarlo? Descubre qué es la violencia de género y cómo acabar con ella.
A pesar de que cada vez hay más gente consciente de ello, la violencia de género continua estando presente en nuestra sociedad. Estos tipos de maltrato deben ser detectados tanto con la ayuda de los familiares como de la propia víctima para parar todas las consecuencias psicológicas y físicas que pueden tener. La vida de la persona que sufre de este maltrato de género puede estar en peligro.
¿Qué es la violencia de género?
La violencia de género hace referencia a los actos dañinos que están dirigidos a una persona o a un grupo de personas debido a su género. En muchas ocasiones se usa el término de maltrato de género para subrayar el hecho de que existen algunas diferencias estructurales de poder basadas en el género que ponen en riesgo a las niñas y mujeres a sufrir este tipo de violencia psicológica y física.
A pesar de que son las mujeres y las niñas las principales víctimas de estos tipos de violencia, la realidad es que este término también se usa para describir el maltrato o los actos de violencia que puede sufrir la comunidad LGBTQI+.
Tipos de violencia de género
En muchas ocasiones las personas confunden la violencia de género con la violencia física hacia una mujer o niña. La realidad es que existen diferentes ejemplos de violencia de género que a veces no se visualizan como tal. De esta forma, según los psicólogos, existen los siguientes tipos de violencia de género.
- Violencia económica: La violencia económica implica hacer o intentar hacer que una persona sea económicamente dependiente, es decir, el maltrato de género se realiza para que la otra persona no pueda ser libre de una forma financiera y por lo tanto requiera del otro para poder sobrevivir. Este tipo de violencia psicológica y física puede llegar hasta tal punto que se prohíba el acceso al dinero o impidiendo que se asista al lugar de trabajo o a la escuela.
- Violencia psicológica: La violencia psicológica hace referencia al uso de la intimidación, de las amenazas o del chantaje emocional para intentar dañar a la persona. En muchos casos la violencia de género psicológica pasa desapercibida por los demás y por la persona que lo recibe, a pesar de que puede tener consecuencias igual de negativas que los otros tipos de violencia.
- Violencia emocional: La violencia emocional es el intento de dañar emocionalmente y psicológicamente a la persona. Es decir, se usa el maltrato emocional para bajar la autoestima de la persona, así como para dañar sus relaciones con los demás, ya sean los mismos hijos o familiares.
- Violencia física: La violencia física es el tipo de violencia que más se identifica dentro de la sociedad. Estos tipos de violencia implican golpes, patadas, entre otros tipos de abusos físicos que lastiman a la persona de manera física. También se considera violencia física cuando se dañan las propiedades de la víctima.
- Violencia sexual: La violencia sexual implica obligar a la pareja a participar en un acto sexual en la que la víctima no quiere participar. Estos actos de violencia pueden darse dentro tanto dentro de una relación, a pesar de que en muchas ocasiones socialmente esto no se considere dentro de estos tipos de maltrato.
- Violencia online o digital: La violencia en línea o digital es un tipo de violencia de género que hace referencia a intentar perjudicar a una persona a través de las redes o del internet. De esta forma, el agresor/a intenta usar la web para extraer información del otro y chantajearle, así como para denigrar a la víctima.
- Violencia vicaria: Estos tipos de violencia de género es una arma que usa un padre para hacer daño a la madre a través de los propios hijos. Tanto es así que a través de esta violencia de género, el padre intenta dañar la relación de sus hijos contra la madre hasta tal punto de llegar a causar estragos en la salud física y mental de estos.
En los casos que se tenga sospecha de que existe un caso de violencia de género, es vital llamar al 016 para pedir ayudar lo antes posible. Además es muy probable que requieras de la asistencia de un psicólogo profesional para poder lidiar con estas situaciones de maltrato.
Estudios sobre la violencia de género
Un estudio realizado por la asociación Funcas ha revelado el descubrimiento de un factor que influye en la aparición de violencia de género: el agravante laboral. Se ha demostrado que en los casos donde la mujer trabaja y el hombre no, hay el doble de probabilidades de que aparezca violencia de género.
En consecuencia, si el hombre es quien trabaja y la mujer no, es decir, en los casos donde el hombre es el sustento de la familia a nivel económico, hay la mitad de probabilidades de que exista violencia de género y esta probabilidad se reduce aún más si ambos trabajan, por tanto, si los roles están igualados. Así, si él no trabaja y ella sí, se invierten los roles tradicionales. Él queda en una posición autopercibida como inferior y por tanto, la violencia de género puede aparecer como una respuesta de dominancia pasando así a situarse otra vez en una posición superior a la de la mujer.
¿Por qué es menos probable sufrir violencia de género si ambos trabajan?
Cuando ambos cónyuges trabajan, generalmente se cuestiona el rol tradicional de género, es decir, tanto la mujer como el hombre están en una posición de igualdad. Ambos aportan económicamente y no hay nadie que se pueda considerar el sustento del otro. Además, el machismo en estos casos suele ser algo menor. Se puede decir que la pareja es un equipo y no se deja llevar por la definición tradicional por lo que la visión de la vida será más moderna generalmente.
¿Por qué es más probable que la violencia de género aparezca si él no trabaja y ella sí?
- Intercambio de roles: Como he comentado más arriba, cuando la mujer trabaja y el hombre no se establece un intercambio de roles. Tradicionalmente era el hombre quien trabajaba y se situaba en una posición de superioridad frente a la mujer que dependía de él en muchos sentidos. En las relaciones donde hay violencia generalmente la relación no es de igualdad, sino que la mujer suele tener una posición de dependencia (o emocional o económica) es decir, se sitúa por debajo. Si el hombre no trabaja, estaría debajo en esa escala y por tanto, ejerciendo la violencia vuelve a tomar una posición de superioridad frente a la pareja.
- Demasiado tiempo libre: Estar sin trabajo es algo que generalmente desestabiliza emocionalmente. Pero además, si dedicas el tiempo a darle vueltas a la cabeza, las pequeñas preocupaciones o malestar acaban haciéndose una montaña enorme. Si a esa ecuación le añadimos que no sabes gestionar tu malestar, pueden aparecer respuestas violentas (ya sea psicológicamente o físicamente).
- Celos patológicos: Las personas que acaban ejerciendo violencia de género suelen padecer celos patológicos y ser personas controladoras de su pareja. Así, suelen ser frecuentes las preguntas de: donde vas, con quien, etc. En un primer momento, en el inicio de la relación este control puede ser percibido como un gran interés y amor, parece que la persona se preocupa mucho por ti, es detallista porque te viene a buscar al trabajo sin que se lo pidas y se interesa por lo que haces pero en realidad está analizando cada paso que das y valorando si puede haber algo más en esa aparente relación laboral. Por tanto, si la mujer pasa la mayor parte del día fuera de casa trabajando, los celos se pueden intensificar porque una de las preocupaciones del hombre puede ser fantasear sobre la posible relación que cree puede estar teniendo con algún compañero de trabajo. La suma de demasiado tiempo libre más la desconfianza y el control puede incrementar los celos, y en consecuencia, las discusiones y la aparición de violencia.
Ahora bien, no en todas las familias aparece violencia hacia la mujer si él no trabaja, para que esto suceda es importante que se den ciertos factores como: autoritarismo y necesidad de dominancia, baja autoestima, educación machista recibida durante la infancia, entre otros.
Así, a modo de conclusión se puede decir que no basta con empoderar a la mujer para que ésta no sea tan vulnerable a la violencia de género, ya que existe este problema que es exclusivo del hombre y hay que trabajar a nivel social para cambiarlo.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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