Mis hijos se llevan mal y no pueden convivir

¡Hola, Joaquina!

Los conflictos entre hermanos son inevitables y frecuentes y se generan por una rivalidad innata al querer establecer un dominio sobre el otro. Igualmente, suelen buscar la atención de los padres intentando disputarse su cariño entre ellos. La rivalidad suele ser mayor cuanto menor sea la diferencia de edad entre ellos.

Las razones de las peleas suelen ser variadas: los juguetes, la comida, la televisión, la consola, la ropa…

El papel de los padres como mediadores es básico. La clave en estos casos es no tomar partido por ninguno de los dos niños ya que es lo que están buscando (llamar la atención de los padres) sino darles la posibilidad de que aprendan a resolver el conflicto por sí mismos. Tampoco es adecuado defender a uno frente a otro, ni castigar a uno y a otro no. Si hay una amonestación, debe ser la misma para los dos.

Asimismo, los padres deben explicar claramente las consecuencias que van a tener de las peleas y las agresiones para ambos. Da igual quién haya comenzado la pelea y por qué, los niños no se van a poner de acuerdo sobre esto. Lo que debemos intentar es evitar que se peleen.

Algunos consejos que puedes seguir son los siguientes:

1) Evitar las comparaciones entre hermanos.

2) Mantener ocupados a los niños.

3) Establecer unas reglas de interacción, por ejemplo, “para coger un juguete de (nombre del niño) pedirle permiso”, “no insultar”, “no pegar”, …

4) Establecer claramente las tareas de cada uno y hacer una rotación de las mismas. También se puede establecer un trabajo cooperativo entre ambos (recoger la mesa, recoger la habitación – si la comparten, bajar a por el pan, recoger los juguetes, …).

5) Enseñar a resolver conflictos y peleas. Deben ser los niños los que resuelvan sus problemas, nosotros podemos mediar para evitar otros conflictos pero sin sustituir sus reflexiones. Para ello, puedes seguir los siguientes pasos:

a) Cada niño expone su punto de vista sobre la situación.
b) El otro lo repite con sus propias palabras para comprobar que lo han entendido.
c) Entre los dos buscan y valoran las posibles soluciones. En este caso, podemos ayudarles.
d) Adoptan una solución que satisfaga a ambos (yo tengo la consola 15 minutos y tu otros 15).
e) Estudian cómo poner en marcha la solución acordada.

6) En la medida de lo posible, no hacer caso de las peleas.

7) Reforzar las conductas de colaboración y los juegos de cooperación que realicen juntos. Introduce refuerzo social básicamente (¡qué contenta estoy de que hayáis recogido los juguetes!) aunque también pueden obtener premios pequeños (chuches, jugar con la consola, ver una película, …).

8) Cuando se peleen, enviarles a cada uno a una habitación distinta durante 5 minutos haciendo que reflexionen sobre su conducta.

9) Hacer que se pidan disculpas.

Estos pasos los tienes que mantener con firmeza sin ceder, sobre todo si estableces consecuencias por la conducta negativa emitida, y los tienes que aplicar siempre que tus hijos se peleen (reflexión, pedir disculpas, …). Es muy importante que no cedas, no es necesario que grites ni les levantes la voz, mantente tranquila y haz referencia al acuerdo al que habéis llegado manteniéndote firme en él. Por ejemplo, si uno de ellos no quiere disculparse: “hemos quedado en que os tenéis que pedir perdón”. Si el niño insiste en su conducta, ignora sus protestas y no hagas caso más que a la conducta que quieras que realice.

Todo esto son ejemplos muy sencillos, tú los tienes que adaptar a tus hijos y buscar la forma de que los pasos anteriores sean efectivos con ellos.

Por último, si los niños siguen peleándose cada vez con mayor frecuencia y dureza, te sugiero que acudas a un psicólog@ que te oriente al respecto.

Un saludo.

Lo más recomendable es que acudas a un psicólogo clínico que trabaje con niños para que haga una correcta evaluación del caso y te haga las recomendaciones específicas pertinentes a tu caso.

Hola, Joaquina

¿Siempre ha sido asÍ? ¿Qué hacéis (los padres) cuando se pelean?

Puede, a falta de más información, que sea bueno promover, que no imponer, actividades en donde los dos tengan que formar un equipo y que, inevitablemente, se tengan que apoyar.

Resaltar más lo que tienen en común que lo que les diferencia.

Un saludo,

AtenPsi

Hay que ver a un psicólogo infantil para poder valorar qué está pasando y qué es lo que ha habido para que esa rabia entre los dos aparezca.

Es normal que entre hermanos haya rencillas o que choquen o luchen por cualquier cosa. Intenta ser disciplinada con ellos, ponernos normas claras de convivencia y no permitir enfrentamientos entre ellos. Si ven que son castigados por pelearse con su hermano y que hay consecuencias para quien cause la discusión, seguramente cesarán, al menos un poco. Si ves que tú sola no puedes acude a un psicólogo que lo valore y que te de pautas concretas en función de la evaluación del caso en particular.