10 hábitos para crear una pareja feliz

Una pregunta habitual en las terapias de pareja y en la consulta de Sexología que me encuentro en mí día a día es que hábitos se deben de mantener en una pareja para mantener una relación feliz. Aquí pues os comparto algunas de mis reflexiones sobre lo que hace una pareja mejor, o feliz, o por lo menos que le dé más posibilidades de que funcione. Hay que tener claro que no existen secretos mágicos, porque el ser humano siempre tiene la capacidad de escoger y por lo tanto de tomar una decisión que no sea racional, sino emocional, y que existen pequeñas cosas que acumuladas pueden provocar un problema enorme, como un millón de granos de arena acaban creando una playa.

Tener espacios comunes donde encontrarse, donde compartir. En este sentido podría ser la casa, los hijos, la familia, incluso el trabajo. No tiene porque ser un espacio físico, sino aquel en que se comparte un camino común.

Que tengamos gustos o intereses comunes que podamos compartir. Hay que tener claro que si ya de entrada tenemos gustos muy distintos es difícil que en el futuro esto cambie a mejor, ni que ayude en la pareja, sino que conseguirá rápidamente deteriorar la pareja.

Cuando una pareja inicia su camino, debe de tener un proyecto con el que trabajar, cosa que no significa que este no se pueda modificar posteriormente, pero sí que de entrada debe de existir: tener o no tener hijos, donde vivir, donde queremos llegar, o cuáles son nuestras prioridades en la vida.

Jamás se debe de tomar una discusión como una batalla dentro de la pareja, sino como la oportunidad de mejorar, de cambiar, de modificar aquellas cosas que no funcionan. Tener claro siempre que jugamos en el mismo equipo, y que es bajo esa idea donde tenemos que trabajar.

Esperar algo malo de nuestra pareja sería lo más absurdo que podemos hacer, puesto que se supone que debemos de confiar en esa persona, y por lo tanto debemos de buscar cosas positivas en ella. Si no podemos mirar las cosas en positivo, si no podemos esperar lo bueno de la relación, lo mejor sería romperla y marchar cada uno por su lado.

A menudo las parejas al tener hijos dejan de lado o como algo secundario la vida de pareja. Dejar de ser novios, dejar de salir, de compartir o de tener su espacio, hará que una pareja termine por romperse. Una pareja que quiere seguir siéndolo siempre, tiene que no olvidar que antes que nada son novios y después lo demás.

Cuando hay un problema hay que mirar de solucionarlo lo antes posible, porque si no lo hacemos así y dejamos que se pudra, por ejemplo sin hablar durante días como pasa en algunas parejas, lo único que se puede conseguir es que sea a cada paso un poco más difícil de resolver.

Pilar básico de la vida de una pareja es que exista una buena comunicación entre sus miembros, y no solo hablando de las cosas del día a día, sino hablando de todo aquello que sentimos, de aquello que nos preocupa y necesitamos.

Pensamos que el decir las cosas de una u otra manera no importa porque esto no va a afectar a la pareja, pero si estamos dejando huella, estamos dejando heridas cada vez que no lo cuidamos, y cuando estas huellas se acumulan, acaban creando un surco primero y un abismo después entre los miembros de la pareja.

Si no crees que tu pareja es la mejor para ti, la pregunta que deberías de hacerte es porque estas con ella, porque quizás la que si será la mejor estará fuera en el mundo esperándote a ti que también serás esa pareja ideal para ella. Quedarnos con lo que no queremos es el principio del fracaso garantizado.

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