La anestesia del corazón o por qué ya no siento nada hacia nadie o hacia algo

A veces dejamos de sentir emociones sin darnos cuenta y cuando lo hacemos, ya no recordamos lo que era sentir. Descubre porqué pasa esto y cómo volver a ser uno mismo.

26 OCT 2017 · Lectura: min.
La anestesia del corazón o por qué ya no siento nada hacia nadie o hacia algo

Hace unos meses alguien realizó una consulta en el portal con este título. En esa consulta, la persona explicaba con gran preocupación que había dejado de sentir tanto las emociones positivas como las negativas. Por más que lo intentara, no era capaz de emocionarse de ningún modo y en su lugar identificaba una "coraza en el pecho" que le impedía incluso estar bien con su pareja. Esta persona en cuestión lo ha explicado muy bien con esa coraza. De hecho, a veces yo lo explico como un castillo al que se le van poniendo murallas para protegerse, cada vez más altas y robustas. De manera que cuando la persona se quiere dar cuenta, le resulta imposible vislumbrar las maravillosas vistas desde la cima de la montaña.

Pues bien, hoy he decidido hablaros sobre la "anestesia del corazón", que se produce cuando la persona se siente tan vulnerable o el dolor puede llegar a ser tan intenso que se "desconecta" como si de un enchufe se tratara. Esa desconexión evidentemente no se hace de forma voluntaria, es algo inconsciente que puede durar un tiempo o cronificarse y que se produce en personas que son muy sensibles emocionalmente.

Hay que diferenciar esta "anestesia" o como se llama técnicamente, anhedonia, de la alexitimia, que es la incapacidad para identificar y reconocer las propias emociones desde siempre o la psicopatía, que es la ausencia de emoción y ausencia de sentimiento de culpa producidas por la imposibilidad de ponerse en el lugar del otro.

¿Qué es la anhedonia?

En realidad la alexitimia y la anhedonia se pueden confundir porque comparten rasgos. En ambos casos hay una dificultad para identificar y reconocer las propias emociones. La diferencia radica en el hecho de que una persona con alexitimia nunca ha sido capaz de reconocerlas ni experimentarlas mientras que una persona con anhedonia sí que las ha podido identificar y experimentar y es tras un momento puntual (que puede ser fácilmente identificable o no) que ha dejado de sentir.

Por tanto, la anhedonia es una defensa de nuestro cerebro que nos previene del malestar, pero del mismo modo nos impide sentir las emociones positivas. Se produce un aislamiento emocional para no sufrir que acaba siendo una tortura porque nos impide vivir. La anhedonia nos puede transformar en robots fríos y carentes de emociones (aparentemente): ya no nos interesa nada, ni el cariño que nos dan los demás, ni nos esforzamos en darlo, nada nos produce placer, nada nos emociona, la música deja de transmitirnos algo; dejamos de sentir, para bien y para mal.

¿Por qué aparece la anhedonia?

Generalmente para que no sintamos dolor. En un inicio aparece como una defensa del cerebro en estados depresivos. Si dejamos de sentir y nos desconectamos de la emoción, podemos seguir funcionando en la sociedad: no hay que coger la baja por depresión, no hay que cuestionarse las cosas, no hay que aprender de los errores ni hay que pedir perdón o exigirlo. Funcionamos sin pena ni gloria y nadie tiene porqué darse cuenta. Parece bueno, ¿no? Pero la realidad es muy distinta. La persona sabe que algo no anda bien. Está preocupada porque ya no siente nada, pero a veces no sabe ni donde está el origen de ese malestar. A veces sucede que se ha desconectado tanto que ya no recuerda qué era sentir y aparecen problemas a nivel social: problemas de pareja, problemas con amigos, problemas con familiares, etc. La gente te dice que ya no eres el/la mism@, que estás como ausente y que todo te da igual. Y es cierto pero en realidad no lo es. No te da igual pero no sabes porqué parece que te da igual. Se produce una lucha interna, ya que quieres sentir pero no consigues hacerlo. Por más que lo intentas ya ni puedes sentir las emociones positivas. Este mecanismo de defensa funciona como una quimioterapia: de la misma forma que mata las células cancerígenas mata también las sanas. Lo mismo sucede con la anhedonia: se deja de sentir dolor pero también placer, se deja de sentir tristeza pero también alegría.

¿Qué puedes hacer para volver a sentir?

Este camino es muy difícil hacerlo sin la ayuda de un profesional de la psicoterapia. En un proceso terapéutico se busca la raíz del problema y se trabaja ese bloqueo o como yo le digo: se sacan las capas a la cebolla hasta llegar a la parte más tierna y auténtica.

Aún así, los pasos que puedes seguir para volver a sentir son:

  • Piensa en la primera vez que te sentiste así y qué pasó justo antes. Se trata de encontrar la causa o causas de la anhedonía. A veces la causa es muy clara pero otras veces son pequeñas cosas que se han ido acumulando y causando dolor hasta que aparece una pequeña cosa que funciona como la gota que colma el vaso. Descubre ese origen para poder darte licencia para estar mal y saber el porqué de tu malestar.
  • Una vez detectado el origen y haber justificado ese malestar, elabora el pasado. Digiere lo que hizo que apareciera este mecanismo de defensa. Supera el obstáculo y aprende a vivir el presente con lo que sucedió y como sucedió. Elabora estrategias para desarrollar resiliencia.
  • Ahora que ya has elaborado esa emoción y esa o esas vivencias, céntrate en el presente. ¿Qué necesitas? Piensa en la vida que quieres vivir y en cómo quieres ser y trabaja para conseguirlo.
  • Indaga en el fondo de tus emociones: antes de que te sintieras anestesiad@, cuando te sentías así ¿qué etiqueta le ponías a esa emoción?, ¿qué conductas hacías cuando te sentías alegre/triste/enfadad@...?

Si aún así sigues notando una barrera que te impide ser tú mism@, recurre a la ayuda de un profesional de la psicología. Nosotros tenemos las herramientas para ahondar y ayudarte a esa difícil tarea de volver a sentir ya que somos expertos en ello, no renuncies a quien eres.

Encarni Muñoz Silva

Psicóloga sanitaria, colegiada nº16918

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Escrito por

Encarni Muñoz

Encarni Muñoz es psicóloga sanitaria, especializada en adultos y con más de 10 años de experiencia. Realiza terapias individuales y de pareja a partir de una corriente integradora. Su objetivo es dotar a la persona de recursos y ayudar a descubrir los que posee para mejorar su calidad de vida en el mínimo número de sesiones posible.

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Comentarios 233
  • Yad con

    Hace mucho tiempo que estoy así, ya no me interesa si me traicionan, no me emociona visitar lugares, ya no salgo, ya no hablo con nadie, se acerca mi cumpleaños, alguien hizo planes para mí y ni si quiera eso me emocionó, me dieron un regalo adelantado y no le tomé importancia, aún esta en donde lo deje, ya no me interesa nada ni nadie, no siento nada, estoy vacía.

  • Karen Sotelo

    Hola, yo estoy así desde hace un tiempo. Lloro, mi rostro expresa, pero en mi pecho siento nada.

  • Inés Torres

    Llevo tres años sintiéndome mal cada segundo de esos tres años, no sé qué más hacer, ya he ido con psicólogos y psiquiatras y no ha habido mucha mejoría.

  • Diego Castaño Freile

    Muchas gracias, este post me ha servido para detectar los principios de una posible anhedonia y espero salir adelante

  • Samuel rios

    La verdad no siento nada hace poco, mi mente se esfuerza en sentir algo pero hay algo que no deja que se exprese ese sentimiento por más que lo intento no funciona, yo traté de ser así, bloquear mis emociones para que ya no me hagan daño pero nunca me imaginé lo vacío que se siente estar sin emociones, estar serio la mayoría del tiempo, pasé de ser un niño agradable y comprensivo a ser alguien que ya no siente nada ni por nadie ni por él mismo, tal vez dejé que los problemas me afectaran tanto que llegó a un límite que simplemente ya no siento ese pesar en el pecho que me generaban los problemas, a veces lo único que siento son dolores de cabeza y siento muy pesados los ojos, simplemente dejé que me lastimaran muchos los problemas, que ahora no siento nada.

  • Andrea Maldonado

    Me gusto mucho, últimamente me ha pasado y hoy me paso en una celebración de nuevo. Me sentí vacía y no sentía alegría, si gritaba y demás pero por dentro nada. Creo saber cual es el origen y con ayuda de Dios iré recuperando mi corazón y mis sentimientos.

  • Mónica Quintero

    Hace varios años que deje de sentir mi corazón, poco a poco mi corazón se fue acorazando hasta el punto de que ya no siento nada.

  • Enrique Robles

    Que buena información, lástima que no tengo ganas de sentir algo por alguien.

  • Carlos Albert Correa

    Buen artículo, pero yo no tengo ningún sentimiento hacia mis padres y hermanos, no me llega el dolor de otros, me da igual lo que a los demás le pase, solo tengo una relación de padre con mi hija, ninguna otra persona me interesa, no puedo generar relaciones con amigos ni nada por el estilo.

  • Ana ortega

    Necesito ayuda me siento desconectada de muchas cosas no siento alegría ni emociones a nada. ¿Qué hago?


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