No me permito estar en la zona de confort

Adictos al cambio, inconformistas, impulsivos y muy exigentes. Así son las personas que no toleran la rutina. Descubre cómo conseguir más estabilidad en tu vida.

2 MAR 2017 · Lectura: min.
No me permito estar en la zona de confort

Recientemente publiqué un post hablando sobre la zona de confort y la imposibilidad para salir de ella. A partir de esta publicación surgió un comentario que ha incitado el nuevo post de esta semana. Hoy os hablo sobre esas personas a las que coloquialmente llamamos "culo inquieto", personas que no toleran la estabilidad y la rutina y necesitan cambios constantes en su vida.

Es cierto que estancarse en la rutina es negativo, ya que ésta nos evita tomar decisiones y muchas veces nos comportamos de manera cobarde por miedo al cambio. No obstante, una cierta rutina es necesaria para vivir con un mínimo de tranquilidad.

Hay personas que no soportan la rutina ni los hábitos; son "adictas al cambio" y necesitan actividad constantemente. Aparentemente son personas seguras de sí mismas; al fin y al cabo si está dispuesto/a cambiar de trabajo (por ejemplo) en plena crisis porque se aburre, debe tener las cosas muy claras o tener una profesión en la que es fácil el cambio.

Pues no, esto no siempre es así. No todas las personas que cambian constantemente lo hacen porque estén seguras de sí mismas.

¿Cuáles son los rasgos de personalidad de alguien que adora el cambio?

  1. Personas heteroexigentes e inconformistas: Suelen ser personas excesivamente críticas, especialmente con los demás. Lo que hacen los otros nunca es suficiente. Es por este motivo que no pueden estar mucho tiempo en un puesto o con alguna persona. Suelen tener relaciones de pareja que duran poco tiempo y nunca encuentran alguien que les llene. Encuentran el más mínimo defecto en todo. Pueden tener muchos amigos pero con poca profundidad en la relación.
  2. Autocrítica: La crítica constante también puede ser aplicada a uno mismo. Lo que hacen ellos mismos no es suficiente y por eso se tiene que cambiar, aunque eso suponga un reto o riesgo.
  3. Nuevas metas constantemente y un gran espíritu de superación: No se conforman con lo que tienen y siempre quieren más. La lista de objetivos puede ser interminable. Aún no han conseguido algo que ya quieren otra cosa. Por ejemplo, si una persona consigue un ascenso en el trabajo, en lugar de alegrarse por el logro ya está pensando en lo que tiene que hacer para llegar al siguiente puesto en la jerarquía. En la vida cotidiana también se puede observar: por ejemplo, se acaba de independizar y alquilar un piso que está bien para él/ella solo/a, pero ya está pensando que el piso es pequeño y que dentro de poco tendrá que buscar de nuevo para conseguir algo mejor.
  4. Búsqueda de sensaciones: En muchas ocasiones las personas que no pueden tener una rutina es porque necesitan constantemente la adrenalina del cambio. Eso les lleva a realizar (a veces) cosas que pueden llegar a ser peligrosas o a asumir riesgos muy altos. Suelen ser personas aventureras y osadas que no conocen la palabra "imposible". Esto mismo puede parecer divertido y bueno, pero llevado al extremo la persona puede llegar a hacer actos "kamikaze" con una probabilidad de éxito muy baja. Siguiendo el ejemplo del cambio de trabajo: una persona osada buscará el cambio porque se aburre con facilidad y no valora lo difícil que le puede resultar encontrar un nuevo puesto. Eso le puede llevar a una situación profesional complicada y a una inestabilidad económica que la haga la vida más difícil.
  5. Alta impulsividad: Eso de pensar las cosas antes de actuar lo llevan mal. A veces sus palabras van a la misma velocidad que su pensamiento. No piensan los pros y contras de las situaciones y simplemente actúan por impulsos, por lo que sienten en ese momento. Suelen considerarse personas sinceras y que dicen las cosas a la cara, pero el hecho de no pensar lo que dicen puede ofender y llegar a provocar problemas con los demás, sean amigos, pareja o el jefe.

¿Te sientes identificado/a? ¿Qué puedes hacer al respecto?

  1. Se podría resumir todo en la palabra "reflexión". Se trata de que pienses lo que dices, que valores las ventajas e inconvenientes de las diferentes opciones que tienes y escojas en función de lo que creas mejor.
  2. Antes de hablar, intenta crear el diálogo en tu cabeza. Sólo son unos segundos y puedes evitarte muchos disgustos e incluso algún despido.
  3. Intenta buscar una cierta rutina, no quema. Tiene una parte positiva; céntrate en descubrirla.
  4. Piensa en los errores que has cometido por tu impulsividad e intenta rectificarlos. Haz un poco de retrospectiva para aprender de las piedras con las que has tropezado.
  5. Valora lo positivo que tiene la gente de tu alrededor y lo que tienes. No sólo critiques, valora lo bueno que hay en tu vida, que seguro que es mucho.

Me gustaría acabar este post con una pequeña reflexión: ¿De qué huyes, si lo que llevas dentro te acompañará a donde vayas?

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Escrito por

Encarni Muñoz

Encarni Muñoz es psicóloga sanitaria, especializada en adultos y con más de 10 años de experiencia. Realiza terapias individuales y de pareja a partir de una corriente integradora. Su objetivo es dotar a la persona de recursos y ayudar a descubrir los que posee para mejorar su calidad de vida en el mínimo número de sesiones posible.

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Comentarios 4
  • CM

    Totalmente, yo! Gracias por hacerme sentir vivo otra vez .si bien no estoy de acuerdo con lo que uno tiene que hacer Pues elbreflexionar puede caer en depresión! Sentirte vivo y hacer lo que el impulso lleva , es ya ganar una batalla, aunque el resultado no sea el esperado uno hizo lo que quería y ese es el logro! La elección ese momento fue la q era creída por esa persona, y entonces de q vale arrepentirse si para ese momento fue lo más acertado que podía elegir. Luego con más experiencia se va afinando el acierto a logros cada vez q se elige. Es mi sencilla opinión desde un lado de no saber mucho. Arriba a todos los seguros de si mismos y nos dejéis que otros aplanen tus ideas o logros! El miedo es el peor enemigo, por supuesto en mi léxico no existe la palabra miedo, no se puede , o no. Gracias CM

  • Jesús duran

    No sabia de ello hasta que leí este artículo, pensé que solo me pasaba a mi. El Tema me ha traído inestabilidad laboral y muchos estudios abandonados, otros terminados. La principal Duda es ¿qué hacer contra ello? Quisiera tener una vida un poco más normal”.

  • Liz duarte

    Esa soy yo, he descubierto el gran placer que me genera el safarme de una situación, porque odió sentirme limitada y obligada a estar con quien no quiero,dónde no quiero y en algo que no me generé bienestar. Si me preguntas como me ha ido a todos los aspectos de mi vida, te diré que gracias a poder tomar decisiones con rapidez me evitaron muy malos momentos pero por la inconstancia me he visto afectada en la parte financiera por lo demás estoy bien y le agradezco a la vida mi carácter y mi fortaleza espiritual ya que es lo que me permite ser libre en la gran mayoría de lo que forma mi ser. Sin dogmas, sin creencias arraigadas, sin control mental, ni físico, lo único que me limita y no me permite la libertad total es el dinero, pero inclusive no dejo que tampoco me generé malestar porque también aprendí a vivir sencillamente para no tener que vivir en torno a solo el dinero. Creo que me las he podido arreglar. Y me siento feliz.

  • Cristina López

    Buenísimo.. Totalmente identificada con la descripción.. Me ha llevado a situación de emergencia.. Tanto a nivel laboral, de pareja y familiar... He perdido todo.. Incluyendo los motivos para seguir viva.. Día tras día no soporto la rutina tediosa de abrir los ojos y afrontar el día... Terrible pereza y aburrimiento vital que acaban por ser incapacita tes... Para madurar y avanzar.

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