Locus de control: La clave que determina tu éxito

¿Alguna vez has sentido que tus éxitos son debidos a la suerte? El locus de control es el sistema de creencias que tiene un individuo respecto a las causas de sus experiencias, es decir, a los factores a los que una persona atribuye el éxito o el fracaso.

Por lo tanto, tener un locus de control y su significado hace referencia al grado en el que las personas sienten que tienen las riendas sobre los eventos que influyen en sus vidas.

¿Qué es el locus de control? Significado

"Una orientación al locus de control es una creencia sobre si los resultados de nuestras acciones dependen de lo que hacemos (orientación del control interno) o de eventos fuera de nuestro control personal (orientación del control externo)"

Philip Zimbardo, psicólogo

El locus de control por lo tanto es la percepción que nos hace creer si realmente tenemos la capacidad de realizar ciertas acciones y de obtener ciertos resultados por nuestras habilidades o si es debido a otros factores que son ajenos a nosotros.

El psicólogo Julian Rotter, en 1954 sugirió que nuestros comportamientos estaban controlados por recompensas y castigos. De este modo, las consecuencias de nuestras acciones ayudan a determinar las creencias que tendremos sobre los resultados probables de comportamientos futuros.

Nuestra anticipación a los resultados puede influir en la manera en la que nos comportamos y actuamos en nuestra vida. Cuando una persona se enfrenta a un desafío en su vida y tiene un locus de control interno, suele pensar que tiene el control sobre aquello que sucede. En cambio, cuando esta pone la responsabilidad en las variables externas se establece que tiene un locus de control externo.

Tener un locus de control interno o externo no sólo influye en cómo las personas respondemos a los eventos que suceden en nuestra vida, sino en la motivación que tenemos para actuar en favor de nuestras metas y propósitos.

Es importante señalar que el locus de control no es estático. Además nadie puede tenerlo totalmente interno o externo. En muchos casos, las personas nos encontramos en el equilibrio entre el interno y el externo.

Locus de control interno

Cuando una persona tiende a tener un locus del control interno suele caracterizarse por lo siguiente.

• Asume la responsabilidad de sus acciones: Saber qué controlar es sinónimo de poder asumir las riendas de las acciones y las decisiones que tomamos. De este modo, cuando alguien tiene un locus de control interno toma el control en su vida.
• Menos preocupados por las opiniones de los otros: Aquellos cuyo locus del control es más interno suelen despreocuparse más de lo que digan los demás. Algo que les da más libertad para decidir y hacer aquello que desean.
• Seguridad: Al tener más control sobre sus responsabilidades, las personas con un locus de control interno suelen sentirse más seguras para afrontar los retos.
• Independencia: Suelen tener más capacidad para ser independientes de los demás y estar a gusto con ellos mismos/as.

Locus de control externo

Una persona que tiene más tendencia hacia un locus de control externo suele presentar las siguientes características.

• Echar la culpabilidad a lo ajeno: Las personas con este tipo de locus de control suelen otorgar la responsabilidad de sus acciones a ‘fuerzas externas’.
• Estrés y desesperación: Cuando surgen problemas, las personas con un locus externo suelen acabar viéndose desesperadas y estresadas ya que no toman el control de la situación.
• No creen en los cambios: Al tener más tendencia hacia el locus externo las personas tienen la creencia de no son capaces de revertir una situación con sus propios esfuerzos. 
• Indefensión aprendida: La persona tiene la creencia de que no podrá defenderse nunca de las situaciones negativas que experimentan.

¿Qué papel juega su locus de control en su vida?

Cuando una persona tiene un locus de control interno suele experimentar un mayor grado de felicidad. A pesar de ello, también debemos recordar que tener una locus de control interno no siempre es igual a algo más bueno y viceversa.

En algunas ocasiones, tener un locus de control externo puede ser positivo si la situación representa una amenaza para nuestra autoestima.

Como vemos, el locus de control tiene un gran impacto en nuestras vidas, ya que determinará la manera en la que afrontamos el estrés y el nivel de motivación que tendremos en nuestro día a día.

¿Cómo tener un locus de control más interno?

Las creencias asociadas a nuestro locus de control se pueden cambiar. De hecho, existen una serie de acciones que podemos aplicar en nosotros para empezar a cultivar un locus de control más interno.

1. Concéntrate en lo que puedes controlar: El primer paso para tomar el control de nuestras acciones es identificar aquello que podemos hacer para llegar a ser la persona que queremos o para lograr nuestros objetivos. Para ello, puedes hacerte la pregunta ‘¿Qué quiero en mi vida?’ así como identificar nuestras mentas. Después, haz dos listas separadas. Cuando las tengas, observa qué es aquello sobre lo que tienes control y aquello en lo que no. De este modo podrás saber en qué te puedes enfocar y trabajar para lograr aquello que quieres.
2. Convierte la crítica en crecimiento: Si hay algo que no ha pasado de la forma en la que te imaginabas, es momento de intentar verle la parte positiva. Quizá gracias a estos pasos puedes mejorar y hacer algo más grande en un futuro. En vez de centrarte en aquello que no has conseguido, intenta mejorar aquellos fallos que crees que no te han dado pie a conseguir lo que querías.
3. Busca apoyo: Tener un sistema de apoyo es vital para equilibrar nuestro locus de control. De esta forma, tendremos más perspectiva sobre nuestras acciones y podremos inspirarnos cuando estamos decepcionados por nuestros resultados. Además si crees que requieres de una ayuda extra, siempre puedes contar con un psicólogo profesional.

El locus de control implica la responsabilidad de asumir nuestras acciones y decisiones, sean cuales sean los resultados. Saber aquello que podemos controlar o no, es vital para conseguir llegar a nuestras metas y propósitos.

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