Mi problema es el siguiente: desde mi infancia he padecido de fobia social. Cuando tenía 12 años comencé a visitar a una psiquiatra, estuve con ella aproximadamente 3 años, al ver que mi situación no mejoraba dejé de ir... El problema persistió con el tiempo así que nuevamente busqué ayuda, fui a terapia con una psicóloga por 1 mes y luego decidió que no podía seguirme atendiendo, no me dio ninguna razón.
Busqué otra psicóloga, que es la que me atiende actualmente, y la verdad se me hace difícil abrirme con ella, muchas veces siento que no sé qué decirle porque siempre pienso ¿para qué? Si me siento mal realmente no importa para qué se lo voy a contar si ya sé que lo que me dirá es que simplemente me enfrente a las situaciones que me causan temor.
Muchas veces me siento muy deprimida y frustrada, y tengo deseos de expresárselo pero siempre me digo a mí misma que de nada sirve estarse lamentando que me olvide de ese malestar y salga a hacer lo que tengo que hacer... y lo hago.
Sin embargo creo que todavía no he podido entender del todo como es que funciona la terapia de exposición porque yo todo el tiempo he buscado cómo enfrentarme a esas situaciones que temo pero realmente siento que no me ayuda en nada, sino al contrario, más bien siento se me va haciendo un cúmulo de experiencias negativas y traumáticas... ¿por qué sucede esto si se supone que la exposición es la solución más efectiva para la fobia social?
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25 ABR 2016
· Esta respuesta le ha sido útil a 7 personas
Hola Carolina:
Es conveniente, más bien imprescindible, que hables con tu psicóloga de lo que funciona y lo que no, como te sientes y que opinas, no solo para el buen desarrollo del tratamiento sino porque en el caso de una fobia social es parte del tratamiento que seas capaz de expresar tus dudas, opiniones y sentimientos.
Puede que la exposición no funcione por si sola si no aprendes habilidades sociales que tal vez no hayas aprendido antes y además habría que reducir tu ansiedad con diversas técnicas antes de la exposición y durante la exposición.
La exposición puede funcionar muy bien si te das tiempo, pero cada persona es diferente y puedes necesitar lo que te comento y además poner a prueba y rebatir tus creencias sobre tu autoestima y la opinión respecto a la crítica y evaluación de los demás.
Puede también que además de fobia social haya problemas que interfieren u ocasionan esta fobia que no son tenidos en cuenta, pero es fundamental que lo hables con la psicóloga y busquéis soluciones juntas.
Si no estás satisfecha y no te sientes comprendida después de comentarlo con ella, puede que tengas que buscar otro profesional, pues es importante saberse entendido y apoyado para llegar a solucionar el problema.
26 ABR 2016
· Esta respuesta le ha sido útil a 3 personas
Hola Carolina,
Bueno, decir que la exposición es la técnica más efectiva es una afirmación que hay que matizar. Digamos que, teniendo en cuenta los datos experimentales de que se dispone, parece que se puede decir que estadísticamente ese tipo de terapias es efectiva... pero esto no dice nada de las terapias que no se han sometido a experimento, ni dice qué pasa con los casos en los que no funciona ni por qué. Hay quienes pensamos que someter a una persona a aquello que le da miedo para quitárselo es algo, cuanto menos, duro, y que no es el camino en absoluto, por mucho experimento que se haya hecho demostrando que a veces funciona. Además de que otras veces no funciona.
Te recomiendo que busques otro tipo de terapias, que las hay, y son efectivas aunque no se hayan sometido a experimentación científico-positiva.
Un saludo.
26 ABR 2016
· Esta respuesta le ha sido útil a 2 personas
Buenos días Carolina
Honestamente creo que la terapia funciona. La exposición es efectiva, es algo que ya se ha estudiado y demostrado. Lo que probablemente entiendo que está sucediendo es que hay algo que se está haciendo de forma incorrecta. Te pongo un ejemplo por si te sirvi, si se elige un acercamiento temporal a tu fobia social, elegimos un entorno laboral y vamos aumentando los minutos de permanencia, entonces p.e., has acordado que cuando te tomas un café con los compañeros de trabajo, "tienes que permanecer al menos 3 minutos", de tal forma que estás pendiente del tiempo, angustiada y apenas sin hablar y cuando llega los 3 minutos te vas, pero quizá el último minutos elevas muchísimo la excitación y ansiedad y justo ahí te marchas ( puesto que has cumplido el objetivos). Bueno pues esta hipotética situación no sólo no te disminuye tu miedo sino que te lo refuerza porque se está aplicando mal. Además, si ya has estado en tratamiento habría que hacer un minucioso estudio de qué ha funcionado y que no y el porqué y así buscar la mejor estrategia de afrontamiento y exposición pero adaptado a tu caso particular. Por eso Carolina, es muy importante que te sientes con la persona que te atiende y le cuentes todo, tus dudas en el procedimiento, en los resultados, en la terapia en general, Primero porque son muy lícitas y segundo porque tienes el derecho. Pero sobre todo confiando en esta persona como profesional. Si no, busca otro psicólogo con el que sientas que puedes contarle cualquier cosa, que te entiende y no que juzga. Lo que repara es el vínculo, que es la confianza.
Un afectuoso saludo,
Raquel Valdazo
