4 maneras de reducir mi vergüenza
¿Sabes por qué sientes vergüenza? La vergüenza es una emoción que sentimos cuando mostramos algo de nosotros que creemos que no es aceptable para los demás.
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¿Qué es la vergüenza?
La vergüenza es una emoción que sentimos cuando mostramos algo de nosotros que creemos que no es aceptable para los demás. Sin embargo, es para mí mismo para quien no lo es.
Cuando sentimos vergüenza nos estamos diciendo de muchas maneras diferentes: "no muestres esto de ti o te van a rechazar", "que no vean eso o pensarán mal", "oculta lo otro o no te van a amar", etc. En realidad, no sabemos lo que es aceptable, valorable, amable para las personas que me rodean. No podemos leer sus pensamientos o adivinar cómo van a reaccionar en un futuro inmediato. Sin embargo, hacemos una previsión, una adivinación para prevenir ser rechazados. Mi previsión está basada, no en el criterio desconocido de la persona que tengo delante sino, en los juicios que yo mismo hago sobre cada aspecto de mi persona.
¿Qué puedo hacer para reducir las ocasiones en que siento vergüenza?
1. Sal de tu zona de comfort
Aprender a bailar; cuando sepa bailar, aprender a cocinar; entonces, mejorar mi aspecto; después, tomar clases de idiomas; por supuesto, reciclarme para ser mejor profesional y así, sucesivamente, hasta que sea la persona perfecta que creo que cualquiera estaría encantado de conocer.
2. Aceptar tus defectos
Hacer que todo el mundo considere que soy estupendo en todos mis aspectos. Eso es precisamente lo que pretende la vergüenza, mostrar mi "buena" cara y ocultar la "mala". Esta opción no la reduciría mucho, más bien al contrario.
3. Dejar de juzgarte
Darme cuenta de que los juicios que escucho en mi cabeza no provienen del poder de leer el pensamiento de otros sino de mi propio criterio y valoración. En otras palabras, responsabilizarme de la manera en que me juzgo para tener el poder de cambiar esas valoraciones negativas. Responsabilizarme de algo que depende de mí es una manera de aumentar mi poder de decisión y, por lo tanto, mi libertad de introducir cambios en mi vida y mi entorno.
4. Cambia tu perspectiva
Una vez he puesto en práctica la opción número 3, puedo cambiar mis juicios sobre mí, empezando a valorar en positivo mis "defectos" y "debilidades". Está demostrado que los defectos y debilidades vistos de una manera pueden considerarse virtudes y fortalezas desde otro punto de vista. Anímate a cambiar tu perspectiva. Tal vez no sea necesario decirlo pero la vergüenza es una de esas fortalezas que nos pueden parecer una debilidad. Se podría decir que esta emoción tiene la función de protegernos de ser rechazados por los demás. Es de agradecer poder contar con ella mientras no tenemos otras herramientas a nuestro alcance.
Como conclusión, considero que la vergüenza, a pesar de ser una emoción útil en muchas ocasiones, es una emoción desagradable que es conveniente dejar aparecer en su justa medida. Si me amo a mí mismo, podré tomarme la libertad de mostrarme como soy y no sentiré miedo de no ser aceptado. Pensaré que soy digno de ser amado por los demás al igual que yo me valoro. Una autoestima fuerte y bien construida me protege de los juicios ajenos y del miedo a no ser amado tal y como soy.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
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