Cómo pedir perdón: 6 claves para disculparse

¿No sabes cómo pedir perdón? ¿Crees que no tienes las habilidades para disculparte correctamente? Descubre las claves para saber cómo pedir perdón y salir beneficiado de una disculpa.

2 DIC 2020 · Lectura: min.
Claves para pedir perdón

Saber pedir perdón es algo más que un “lo siento”. Es necesario un arrepentimiento sincero, asumir nuestra responsabilidad y alguna inversión más. Todos cometemos errores y nos equivocamos, es ley de vida. Lo que ocurre es que a veces nuestros fallos tienen consecuencias no solo para nosotros, sino también para las personas que nos rodean. Y es ahí cuando saber cómo pedir perdón marca la diferencia, ya que si no se hace de la manera adecuada, puede deteriorar o poner fin a la relación

Cuando aparece una decepción, se reabre una herida o simplemente alguien se siente ofendido por lo ocurrido, un “lo siento” no suele ser suficiente. Para reparar el daño ocasionado, hay que asumir nuestra responsabilidad en lo sucedido y saber gestionar el universo emocional. Sin embargo, no siempre estamos dispuestos, o al menos no nos resulta tan fácil. Veamos a continuación qué dice la ciencia al respecto y cómo disculparnos de manera adecuada.

¿Por qué nos cuesta pedir perdón?

A pesar de ser conscientes de que no somos perfectos, hay a quien le cuesta asumir su equivocación y como consecuencia pedir perdón. En la mayoría de los casos, esto sucede porque al aceptar el error, la imagen idealizada que tenemos sobre nosotros mismos se rompe. Por lo tanto, es más fácil ponerse una venda en los ojos para justificarse que aceptar lo ocurrido y que se resienta nuestro ego

En otros casos, pedir perdón se asocia con el hecho de percibirse débil y hasta en ocasiones no válido, sobre todo si la autoestima está resentida. Aquí un error es un gran peso, un recordatorio de lo complicado que es hacer las cosas bien y un motivo para justificar el mal concepto que se tiene sobre uno mismo.

A esto hay que añadirle los bajos niveles de empatía que tienen algunas personas, lo que les impide ponerse en el lugar de los demás y preguntarse en cómo pueden llegar a sentirse. Al final, para pedir perdón hay que trascender nuestro egocentrismo, nuestro egoísmo y esa necesidad que tenemos de que las personas de nuestro alrededor estén de acuerdo con nuestra percepción de la realidad.  Más allá de tener o no razón, hay que tener en cuenta las consecuencias de nuestros actos en los demás y tratar de adoptar una postura más humilde. 

Claves para pedir perdón

Pedir perdón es la piedra angular de las relaciones humanas, sin ella es difícil que una relación siga adelante. De hecho, una disculpa a tiempo salva no solo amistades, sino también relaciones de pareja, de trabajo y familiares. Por eso, es tan importante saber cómo hacerlo. 

En relación a esto, un estudio llevado a cabo por los psicólogos Roy Lewick, Beth Polin y Robet B. Lount confirma que no todas las formas de pedir perdón son efectivas y además señala las claves para saber disculparse. Son las siguientes. 

1. Expresar cómo nos sentimos

El primer paso no es pedir perdón como tal, hay que sentir arrepentimiento de verdad y ser consciente de nuestra equivocación y sus consecuencias. Es decir, hay que sentir la disculpa y expresar cómo nos sentimos.

Para ello, es necesario romper con la idea de que hacerlo es una señal de debilidad, de lo contrario no se podrá realizar o si se lleva a cabo será muy forzado y la otra persona lo notará, aumentando por lo tanto el daño. 

2. Explicar qué ha pasado

Es necesario que se explique de forma clara y detallada qué ha sucedido. Es lo mínimo que podemos hacer por la otra persona para que comprenda lo ocurrido. Y si es a la cara mucho mejor que por teléfono o cualquier otra vía. El contacto visual es imprescindible a la hora de disculparnos, ya que permite una conexión y una transparencia emocional mayor.

¿Cuáles son las claves para pedir perdón?

3. Asumir la propia responsabilidad

Quizá uno de los pasos más difíciles a la hora de pedir perdón, ya que no todo el mundo está dispuesto a asumir su parte de responsabilidad en lo que sucede. Sin embargo, se trata de uno de los más importantes, ya que implica el reconocimiento de la autoría, de haberse equivocado. Puede ser un “ha sido mi culpa” acompañando de la descripción de los errores o equivocaciones, aunque lo más asertivo sería “soy responsable de lo que ha sucedido”. 

Sea como sea, asumir la responsabilidad implica reconocer que como se ha actuado tiene consecuencias y se es consciente de ellas, además de servir como un ejercicio de reflexión para evitar que se vuelva a repetir. 

4. Decir de qué nos arrepentimos

No vale decir que nos arrepentimos si no somos sinceros ni especificamos qué es lo que no deberíamos haber hecho o nuestro perdón va seguido de excusas. La otra persona espera una explicación y, en la mayoría de los casos, cerciorarse de que se pretende reparar el daño de verdad. Por ello, hay que ser honestos a la hora de expresarlo. Y en el caso de que no sea así, mejor no hacerlo. 

5. Escuchar y ofrecer cómo reparar el daño

A la hora de pedir perdón, es necesario escuchar a la otra persona: cómo se siente, qué piensa, de qué manera le ha afectado lo sucedido… Empatizar con la persona a la que se le ha hecho daño es clave no solo para entender las consecuencias de lo que hemos hecho, sino para que comprenda que nos importa y que nuestro arrepentimiento es verdadero. 

Al igual que también lo es explicar qué se pretende hacer para reparar el daño. Pues hay quien es muy hábil en palabras, pero a la hora de verdad no actúa. Lo cierto es que ninguna disculpa es efectiva si no se lleva al terreno de los actos, es decir, si no hay un compromiso.

6. Pedir perdón

Según los investigadores del estudio, este sería el paso más prescindible de todos, aunque no por ello debemos obviarlo. 

Lo recomendable es que en una disculpa aparezcan todos los aspectos anteriormente comentados: un diálogo cara a cara en el que se exponga lo sucedido, cómo nos sentimos y cómo pretendemos solucionarlo junto a un perdóname sincero. 

Solo así será posible que una disculpa trascienda, aunque lo que ocurra después nadie lo sabe. Puede que nos perdonen y nos den otra oportunidad o puede que no. La cuestión es que estemos preparados para ambas situaciones, tanto para tratar de no cometer los mismos errores como para asumir sus consecuencias. Porque admitir un error y pedir perdón no solo nos libera, sino que también nos ayuda a seguir creciendo y evolucionando. 

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Escrito por

Gema Sánchez Cuevas

Licenciada en psicología por la Universidad de Salamanca. Máster en Investigación en Psicología y en psicología clínica. Colaboradora en la Asociación Extremeña de Familiares Afectados por Trastornos de Personalidad. Actualmente es profesora colaboradora en la Universidad Internacional de Valencia. Su objetivo es ayudar al bienestar emocional de sus pacientes.

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Bibliografía

  • Bennett, M., Dewberry, C. (1994). “I’ve said I’m sorry, haven’t I?” A study of the identity implications and constraints that apologies create for their recipients. Current Psychology: Developmental, Learning, Personality, Social, 13, 10–20.
  • De Cremer, D., Pillutla, M. M., & Folmer, C. R. (2011). How important is an apology to you? Forecasting errors in evaluating the value of apologies. Psychological Science, 22(1), 45-48. doi: 10.1177/0956797610391101
  • Lewichi, Roy J., Polin, Beth & Lount Jr., Robert B. An exploration of the structure os effective apologies. Negotiation and Conflict Management Research, 9(2), 177-196. doi: 10.1111/ncmr.12073
  • Prieto, U. (2017). Perdón y salud: introducción a la psicología del perdón. Madrid: Universidad Pontificia Comillas

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Comentarios 1
  • Isfraudidmar Hernandez

    Muy útil este artículo. Muchas gracias, pues me ha servido mucho para reflexionar y saber qué debemos encarar, enfrentar nuestros errores.

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