¿Cómo lidiar con la presión social? Las 6 maneras en las que nos afecta

Nuestras decisiones e incluso pensamientos tienden a verse afectados tanto por los mensajes de la sociedad como la cultura, la familia y los amigos. Estos mensajes pueden afectarnos en la manera en la que vivimos nuestra vida, y de hecho, la presión social puede incluso llevarnos hacia una vida que no nos guste para nosotros mismos.

A algunas personas les puede resultar difícil intentar afrontar la presión social y no dejarse llevar por lo que dirán los demás. En estos casos, es importante empezar a trabajar para que lo que opinen o crean los de nuestro alrededor no nos afecte. Pero, ¿por qué es importante lidiar con esta presión social y qué podemos hacer para confrontarla?

¿Qué es la presión social?

La presión social se trata de la influencia que se genera sobre una persona mediante un grupo o por parte de otras personas. Estas ideas pueden ser positivas, ya que en algunos aspectos son positivas, como crearnos cierta motivación para comportarnos bien con los demás, o ser negativas, en el sentido que pueden hacer que nos lleve por cosas perjudiciales para nosotros mismos o incluso para nuestros seres queridos.

Cuando la presión social es negativa, las personas pueden acabar dejando atrás lo que realmente desean para sus vidas para vivir aquello que los demás creen que es una mejor opción. Además, esta presión también puede provenir de las demandas que nuestra cultura o sociedad nos hace, así como de la expectativa que se tiene de nosotros.

¿Por qué sentimos presión social?

La presión social hace que las personas intenten encajar con aquellos que les rodean. Es decir, a veces podemos sentirnos cómodos en un grupo, siendo incluso natural que estemos con estas personas. Pero, en otros casos, las personas pueden intentar cambiar tanto su comportamiento como sus puntos de vista para encajar dentro de un grupo. Esta adaptación puede ser debida a una base evolutiva. Es decir, como los seres humanos hemos necesitado a los demás para sobrevivir, esto nos impulsa de manera natural a esforzarnos y adaptarnos en los grupos. Por otro lado, cuando somos pequeños también aprendemos una gran cantidad de información cultural y social, que generalmente incluye aprender a seguir las normas de la sociedad.

¿Cómo nos puede afectar la presión social?

Dependiendo del tipo de presión a la que nos veamos sometidos, esta será positiva o negativa para nosotros. Teniendo en cuenta esto, algunos de los efectos de la presión social son los siguientes:

Efectos positivos

1. Motivación: Si estás acompañado por personas que se centran en mejorarse o en conseguir ciertos logros en sus vidas, esto puede influir a que acabes teniendo la misma perspectiva y te centres en mejorar diferentes aspectos de tu vida.
2. Liderar por influencia: Significa usar la presión social positiva para que las personas se vean alentadas a mejorar sus propias habilidades y sobre todo asumir nuevos desafíos.
3. Sentido de pertenencia: La presión positiva de los compañeros también puede ayudarnos a sentirnos parte de algo más grande. Al crear este sentido de pertenencia, las personas pueden sentirse más valoradas y apoyadas por una comunidad.

Efectos negativos

1. Baja autoestima: Las personas que se ven criticadas o presionadas constantemente por su entorno pueden acabar viendo que su confianza se ve mermada. De hecho, esta presión constante puede hacernos cuestionar nuestras decisiones y valores, creando inseguridades y afectando a nuestra autoestima.
2. Centrarnos en impresionar: Demasiada presión de grupo puede hacer que las personas se sientan constantemente juzgadas por los demás. Esto puede acabar creando la costumbre de intentar concentrarnos en impresionar a los demás en lugar de lo que realmente deseamos en nuestras vidas.
3. Aumento de la ansiedad: Esforzarse demasiado en pertenecer a un grupo puede hacer que las personas se sientan abrumadas, estresadas y ansiosas. Además, este tipo de actitudes pueden acabar haciendo que sintamos miedo ante el juicio de los demás, fomentando así la fobia social.

Estas son algunas de las maneras en las que nos puede afectar la presión de grupo o social. En muchos casos, si esta es negativa puede acabar provocando problemas en nuestra salud emocional como puede ser la ansiedad, el estrés o una baja autoestima.

¿Cómo lidiar con la presión de grupo?

Lidiar con la presión de grupo puede ser difícil, aun así algunas maneras en las que podemos evitarla son las siguientes:

• Tomate un tiempo para pensar en lo que quieres: En lugar de aceptar rápidamente lo que un grupo te impone, intenta hacer una pequeña pausa para respirar profundamente y pensar en lo que realmente deseas. Al tomarte un tiempo, te será mucho más fácil entender si es lo que realmente quieres para ti.
• Pon delante tus razones: Cuando te enfrentes a una elección, intenta reflexionar y preguntarte sobre cuáles son las razones para hacer algo en concreto. Si tus motivos están ligados al miedo a no encajar, debes replantearte tus elecciones.
• Aprende a poner límites: En muchos casos decir ‘no’ puede ser difícil, pero es completamente necesario para establecer límites saludables en las relaciones. Puedes empezar diciéndolo de manera indirecta para que no te sea tan violento decir que ‘no’ a los demás. Pero, la clave es saber comunicar estos límites.
• Trabaja en tu confianza personal: Reconocer la presión de tus compañeros significa identificar saber valorar lo que realmente quieres tú. En estos casos, cuando te sientas presionado por los demás, confía en lo que las emociones te están sugiriendo. Si sientes que hay algo que no quieres hacer es probable que te sientas frustrado u ofuscado. En estos casos, debes estar seguro de cuál será tu decisión.

Aprender a abordar la presión social puede ser difícil. Por lo que, si sientes que eres capaz de afrontarlo, es importante que acudamos a un psicólogo profesional. Pero, lidiar con este problema puede ayudarte a sentirte mejor contigo y sobre todo vivir tu vida en función de tus deseos y necesidades.

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