Conflictos habituales en procesos de divorcio y cómo afectan a los hijos

1. Cuando un progenitor utiliza al niño como mensajero de una queja hacia el otro progenitor

Con este mal funcionamiento, ¿Qué le están enseñando los padres a los hijos? La teoría del modelado nos explica como los hijos aprenden e interiorizan una forma evitativa de afrontar los problemas que luego pondrán en marcha de forma inconsciente en sus vidas.

En este tipo de divorcio existe una disrupción del sistema familiar donde coloca al menor en medio de los dos progenitores. Estos padres están tan egocentrados que no están siendo capaz de pensar en cómo se siente y qué es lo mejor para los hijos

1. Cuando un progenitor habla de forma despectiva del otro progenitor delante del menor.

Esta misma teoría del modelado nos explica que los niños aprenden de las habilidades de los padres en las interacciones sociales. Por lo tanto, si observan que la forma habitual de resolver un conflicto es la de no llevar a cabo un acuerdo y hablar mal del otro de forma sistemática es muy posible que reproduzcan los mismos patrones en sus relaciones.

1. Cuando un progenitor o ambos le dice al hijo o hijos que ellos son los responsables del conflicto.

La pareja utiliza al hijo para descargas su propia incapacidad e inoperancia a la hora de resolver sus conflictos culpabilizándole de todos sus males. Desde el modelo de estabilidad emocional, afectiva y estilo de crianza supone una agresión y desestabilización de la confianza emocional y empatía afectiva en la relación con los hijos. Esto dañará gravemente la estabilidad emocional del menor socavando su autoestima, autoconcepto y confianza personal.

1. Cuando los progenitores argumentan en el sentido de "los hombres son…", "las mujeres son…" En torno a generalizaciones estereotipadas de género

Siguiendo la teoría del modelado ante estos enunciados los niños/as interiorizan una visión de etiquetaje del genero contrario, siempre dependiendo del propio género del menor y los elementos de identificación. Se simplifica la visión del otro que queda prejuzgado y descargado de su individualidad.

El modelo de disrupción del sistema familiar nos dice que detrás de esta actitud se esconde una búsqueda de alianzas con los hijos/as. A esto se puede sumar posiciones de victimización por parte de uno de los progenitores donde el niño/a queda cautivo o rehén psicológico de esa victimización paterno/materna y se le quiere colocar en el papel de hijo redentor asumiendo la trasferencia de dolor observado, mediando en las conductas de rechazo, rabia y agresividad y buscando la reparación. Esto provocará en el menor una hipertrofia madurativa no sin consecuencias futuras.

1. Cuando el hijo/a se convierte en un estudiante excelente

Desde la teoría cognitiva, el hijo/a adopta un estilo atribucional negativo, es decir, se siente culpable del conflicto/divorcio de los padres, y para rebajar esa angustia de culpa y con el objetivo de redimirse y resolver el conflicto desarrolla un pensamiento mágico, una fantasía de control de este tipo, "si hago todo bien mis padres se arreglarán y todo volverá a ser como antes". Como consecuencia de esto puede ocurrir que ese hijo/a buen estudiante acabe dando un fuerte viraje académico y emocional negativo al no obtener el resultado familiar esperado de arreglo.

1. Cuando los progenitores no dejan de discutir por cuestiones económicas

Tomando como referencia la teoría del apego, la estabilidad emocional y las prácticas de crianza, podemos decir que el niño desaparece del campo de conciencia de los padres. Sus necesidades, su dolor, su sufrimiento no pueden ser recogido ya que la carga de agresividad de los padres, sus propias rabias y resentimientos no permiten ver a un niño que sufre, pasándolo a un estado de negación. Lo podemos observar al escuchar frases como "el niño está bien", "el niño no se entera".

Ese clima de tensión trae una atmosfera donde los pilares psicológicos del niño/a no se pueden desarrollar de forma saludable por lo que en ausencia de unos padres accesibles, estables, nutricios y aportadores de confianza esos niños/as verán comprometidos el buen desarrollo de su autoestima, su autoconcepto, su confianza y su posterior desarrollo de autonomía, quedando profundamente dañados.

Dr. Psi. RICARDO BRAVO DE MEDINA

Psicólogo Especialista en Psicología Clínica

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