¿Qué es la asertividad? ¿Es realmente un tema importante?

La palabra asertividad, aún extraña y difícil de explicar para muchos, aparece cada vez más en artículos, redes sociales e incluso en medios de comunicación. Pero ¿qué es realmente? ¿una nueva moda? ¿tiene alguna utilidad? ¿se puede conseguir con recetas mágicas cómo algunos proponen? En este artículo intentaré resolver estas dudas que muchos me han hecho llegar.

¿Qué es la asertividad?

El primer punto a tener en cuenta es que la asertividad es una habilidad comunicativa. Una habilidad útil en el trabajo y la mayoría de situaciones sociales, que pocas personas han desarrollado adecuadamente por no disponer de modelos adecuados. Como nos recuerda Castanyer en su libro "la asertividad, una sana autoestima", lo más habitual es encontrarnos con personas que tienden a hablar de forma agresiva cuando se encuentran delante de situaciones conflictivas cuando se encuentran delante de situaciones conflictivas. O con personas que a menudo callan menudo porque prefieren evitar conflictos y no saben cómo expresarse y defender sus opiniones o necesidades adecuadamente.

Se puede entender la asertividad como la capacidad de expresar nuestros derechos y necesidades de manera adecuada, consiguiendo que sean respetados, al tiempo que respetamos los derechos y las necesidades de los demás. Es poder comunicarse de forma equilibrada y respetuosa, evitando ser agresivos o pasivos, evitando herir a la persona a la que nos dirigimos pero también siendo capaces de expresar lo que deseamos o necesitamos.

¿Por qué es importante ser asertivo?

La asertividad tiene una gran relevancia en nuestro bienestar ya que nos permite comunicarnos adecuadamente, un aspecto clave para mantener unas relaciones saludables. Podemos decir que es la capacidad de expresarnos de forma directa y respetuosa y tambiénes una forma de autocuidado.

Ser asertivo requiere haber desarrollado una habilidad básica, poder identificar y reconocer nuestras emociones, ser capaces de ponerles nombre. Es en este punto donde normalmente necesitamos realizar más trabajo personal. Ser asertivo pasa por poder expresar las propias emociones ante determinadas situaciones sin juzgar al otro, poder manifestar lo que se piensa, defender los derechos y comunicar con claridad lo que se quiere o necesita. En definitiva hablar en primera persona de lo que yo siento y necesito, evitar hablar en segunda persona culpabilizando al otro. Sin olvidar que nada garantiza que el otro cumpla con nuestros deseos o necesidades, ya que también tiene sus propias necesidades y deseos.

La asertividad también es la capacidad de saber pedir y de saber decir que no, de rechazar peticiones y de establecer límites siendo flexibles, respetando a la otra parte y haciendo lo posible por evitar que la otra persona se sienta ofendida o molesta, por esto es una habilidad importante en toda negociación o situación conflictiva.

El beneficio principal es que nos ayuda a evitar conflictos y discusiones innecesarias al tiempo que defendemos aquello que es importante para nosotros. Nos evita personalizar el problema y nos ayuda a centrarnos en lo que sucede, poniendo el foco en el comportamiento problema y no en la persona que lo realiza, buscando soluciones y no víctimas o culpables. Es importante recordar que los comportamientos se pueden cambiar y que muchas veces las personas realizan acciones que nos resultan molestas o dañinas desde el desconociendo total del impacto que sus acciones nos causan. La asertividad nos ayuda a gestionar mejor las críticas que recibimos, las quejas y los desacuerdos en general, haciendo peticiones concretas y correctas, comunicando nuestras preferencias para que otras personas nos conozcan, sin miedo alguno a no coincidir o al desacuerdo.

En general las personas asertivas tienen niveles más altos de autoestima y bienestar, ya que su estilo comunicativo asertivo les permite expresarse libremente, tener relaciones saludables, tomar las decisiones que consideran más adecuadas y sentir que tienen un mayor control de su vida.

Aun con todo, comunicarse de forma asertiva no es sencillo y no se consigue siguiendo un gran número de reglas como coaches y gurús proponen en las redes sociales, muchas de ellas redundante o de difícil cumplimiento. Cualquier profesional de la psicología, buen conocedor del funcionamiento de la mente humana, sabe que nuestra mente no puede retener ni ocho, ni diez, ni doce reglas a seguir.

Como nos recuerda Eva Bach (2012) la asertividad se puede considerar una metahabilidad, ya que subyace a otras habilidades comunicativas y de relación, para ser asertivos necesitamos fundamentalmente desarrollar nuestra empatía. Por eso para ganar asertividad i resulta de gran ayuda conocer los principios de la comunicación no violenta (CNV) que tan bien describió Rosenberg, psicólogo especializado en el desarrollar el conocimiento emocional como base para mediar y negociar en situaciones de conflicto, familiares y organizacionales. También existen técnicas sencillas para realizar comunicaciones asertivas en situaciones conflictivas que vale la pena aprender.

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