Trastornos de Personalidad que favorecen el divorcio conflictivo.
Las personalidades conflictivas en general se relacionan con algún trastorno de personalidad, que por razones genéticas, orgánicas, ambientales, etc., han desarrollado un trastorno.
Los rasgos de personalidad son patrones persistentes de formas de percibir, relacionarse y reflexionar sobre el entorno. Su presencia en un individuo se pone de manifesto en una amplia gama de situaciones tanto personales como sociales. Cuando son inflexibles y desadaptativos causan un deterioro funcional significativo o un malestar subjetivo, estos rasgos constituyen trastornos de personalidad.
Su característica principal es la existencia de un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que, apartándose de las expectativas de la cultura de la persona, se manifiesta en al menos dos de las siguientes áreas: afectiva, cognitiva, de la actividad interpersonal y del control de los impulsos. Es muy importante conocer si nuestra pareja se encuentra en alguno de estos diagnósticos, pues ello va a definir en buena medida la actitud que adoptará al enfrentarse a un divorcio.
¿Cuáles son los trastornos de personalidad más comunes?
Los trastornos de personalidad más comunes son:
- El trastorno paranoide: un patrón de desconfianza y suspicacia hacia la persona, que hace que interprete maliciosamente las intenciones de este y los demás.
- El trastorno esquizoide: en el que la persona se desconecta de los demás y sus relaciones sociales, prefiere estar solo, y restringe su expresión emocional.
- El trastorno esquizotípico; en el que la persona experimenta un malestar intenso en las relaciones sociales con amigos, familiares, trabajadores, y elabora distorsiones cognitivas de pensamiento, y tienen excentricidades en su comportamiento, por ejemplo suelen vestirse "raros".
- El trastorno antisocial de la personalidad; (psicópatas) quienes se muestran con un patrón de desprecio hacia los demás y la violación de sus derechos. No dejarte hablar con tus hijos porque los tiene consigo.
- El trastorno límite de la personalidad; que se caracteriza por personas inestables en las relaciones interpersonales, inestables un su autoimagen y los afectos, y por una notable impulsividad.
- El trastorno histriónico de la personalidad; aquellos con excesiva emotividad y demanda de atención. Suelen hacer escándalos.
- El trastorno narcisista; la persona con un patrón de grandiosidad, siempre habla por encima de todos, buscando la admiración hacia si mismo, y con cero empatía.
- El trastorno por evitación; donde predominan los sentimientos de incompetencia y son evitativos, no se implican afectivamente, suelen huir.
- El trastorno de la personalidad por dependencia; la persona que es sumisa y pegajosa, con una excesiva necesidad de ser cuidada. No querrá divorciarse con tal de que le sigan cuidando así no la quieran.
Finalmente, el trastorno obsesiva-compulsivo; aquellas personas obsesivas con el orden, el perfeccionismo, y el control. Cualquiera de estos perfiles al sentirse amenazado por la situación de divorcio, pondrán en manifiesto patrones de comportamiento descritos, dando lugar a conductas desadaptativas que favorecerán el conflicto con el otro, dificultando la negociación y el acuerdo. Pero también, los incumplirá sistemáticamente en el tiempo. Si reconoces algunas de estas definiciones, tenlas muy en cuenta en un proceso de divorcio, e incluso post divorcio con hijos.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD