Cómo encontrar la motivación para tomar decisiones
Cuántas veces posponemos el tomar decisiones con la idea de no tener haber encontrado la verdadera motivación. En este artículo te vamos a explicar los pasos y qué papel juega la motivación.
Seguro que más de una vez has pensado que querrías algo diferente a lo que tienes, o desearías una vida mejor o distinta de la que tienes.
Diferencia entre querer y desear
Y aquí va la primera matización: no es lo mismo querer que desear. En el primer caso el esfuerzo es más intelectual, racional. Pero en el caso de desear nos referimos a algo más efímero y emocional. Entonces, si verdaderamente buscas un cambio que lleva implícita una decisión, no basta con desearlo, hay que querer.
No hay decisiones buenas o malas, sino consecuencias de una manera o de otra. Siempre proyectamos hacia el futuro cuando pensamos en nuestra vida, pero se nos olvida lo más importante y lo que realmente importa, que es vivir el presente.
¿Realmente sabes lo que quieres?
Es muy fácil caer en la frustración cuando no se consigue lo que se está persiguiendo, y la mayoría de las veces creemos que no le estamos echando la suficiente voluntad. Y puede que sea cierto, que no se le esté poniendo la intención suficiente. A fin de cuentas, la voluntad es un acto intencional, que hace que nos dirijamos a algo. Pero hay que dar una vuelta de tuerca más, llegando así a la decisión.
Si lo medimos por los pasos que hay que dar, el primero sería la tendencia, aquello que se prefiere en lugar de otra cosa diferente. Después habría que determinar entre diferentes opciones, para concluir con el tercer paso que es la acción, la puesta en marcha de nuestro plan. Cuando llegamos a este punto es cuando medimos si la elección ha sido la mejor o no en ese momento por el grado de satisfacción que nos provoca.
Qué lugar ocupa la motivación
Probablemente estarás pensando que te falta ese empuje, esa motivación. Creerás que es el primer paso en el proceso de elección y toma de decisiones. No, no lo es. No se empieza por la motivación.
En primer lugar, hay que tener claro qué es lo que se quiere. No basta con decir que se quiere ser más feliz. Eso es abstracto, ambiguo, no se puede medir ni cuantificar. Tampoco basta con querer que las cosas te vayan de una manera diferente. Estamos en el mismo caso. Dentro de los millones de opciones diferentes tienes que perfilar cuál es la que quieres.
Y una vez se tenga claro esto, ya aparece la motivación. Cuando se tiene en la cabeza una representación de dónde queremos llegar, de cuál será la sensación que tengamos cuando lo consigamos, de cómo será nuestra vida.
Los pasos siguientes son más racionales y ya solamente quedaría sopesar, hacernos preguntas hasta concluir con la elección.
Pero no olvides nunca que lo que te hará llegar a ello es tu representación mental de lo que quieres.
Las informaciones publicadas por MundoPsicologos no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. MundoPsicologos no hace la apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD