¿Cómo aprender a estar solo/a? 6 Maneras de disfrutar de la soledad

Nadie nos ha enseñado a estar solos y, en cambio, hay una máxima que nos dice: «Nacemos solos y morimos solos». Generalmente estamos solos, aunque nos sintamos rodeados de gente.

10 JUN 2022 · Lectura: min.
Cómo aprender a estar solo/a

Nadie nos ha enseñado a estar solos/as y, en cambio, hay una máxima que nos dice: «Nacemos solos y morimos solos». Generalmente estamos solos/as, aunque nos sintamos rodeados de gente. Nadie nos ha adiestrado para enfrentarnos a esta situación tan transcendental, ni siquiera nuestros propios padres.

La mayoría de nosotros afrontamos la vida acompañados. Somos unos afortunados porque hacerlo en compañía todo resulta mucho más fácil. Cuando no tenemos más remedio que vivir nuestras experiencias vitales solos, sin duda, el camino es más incierto.

Nadie nos ilustra que precisamente la soledad es una parte del viaje de la vida. Por eso, ya desde la infancia, nos deberían enseñar cómo vivir con nuestra soledad, estar solos/as como un aprendizaje para sobrevivir. Con el crecimiento llegan los interrogantes: ¿Estamos lo suficientemente preparados para dejar el nido familiar?, ¿para enfrentarnos al primer trabajo? ¿al primer amor?, ¿a perdernos en el desierto?, ¿a la primera ruptura?, ¿a una pandemia?, ¿a una guerra?, ¿a una crisis económica?, ¿a una crisis existencial?, ¿a la vejez? o ¿a la misma muerte? Si fuéramos honestos, la mayoría responderíamos con un no.

¿Es necesario saber estar solo/a?

Cuántas veces hemos escuchado frases tan familiares como «sobre todo que no se quede solo», «la soledad es mala compañera», «te vas a quedar para vestir santos…». Nos regimos por convencionalismos, por apariencias, por lo que nos dicta la sociedad. Hemos crecido con ellos y es difícil desvincularse.

El escritor Lord Byron solía decir que «en la soledad es cuando estamos menos solos». La realidad es que estar solo es meramente una situación temporal y, en principio, no es un problema; al contrario, son muchas las personas que eligen estar solas. Lo cierto es que mientras para unos significa libertad, independencia, para otros resulta un tormento.

Para la mayoría de nosotros pensar en estar solos/as nos conecta con algo negativo. De hecho, la soledad viene acompañada por etiquetas peyorativas: «Estará solo porque es un rarito…», «no está con nadie porque es poco agraciada…». Y nos lo creemos. Lo hemos incorporado en nuestro sistema de valores. Nos cuesta creer que alguien elija estar solo por decisión propia y también lo asociamos a la vejez, la separación, la familia monoparental…

Desde un punto de vista antropológico la soledad no es un defecto, puesto que forma parte de la condición humana. La soledad se hace hueco en la vida. El problema es cuando esta se transforma en abandono o desamparo, algo que despierta angustia, miedo, ansiedad, tristeza...

¿Se puede disfrutar de la soledad?

Hoy, la sociedad coexiste con una paradoja: Siendo la sociedad más conectada de la historia, nunca nos hemos sentido más solos. Aunque se habla de «trabajar en equipo», de «vivir en comunidad», de «hacer amigos» como el ideal de vida, la competitividad promueve el individualismo. El líder debe actuar solo y aceptar todo lo que le viene en soledad.

La sociedad médica ya habla de «epidemia de la soledad», causante de desequilibrios en la salud emocional y física. Ya lo expresó la madre Teresa de Calcuta en sus viajes como misionera: «La soledad y el sentimiento de no ser querido son las más terribles pobrezas».

Buscamos desesperadamente cambiar esta condición y anhelamos a alguien a toda costa, sea quien sea, para que nos cambie esta situación. Nos planteamos en muchas ocasiones por qué estamos solos y lo único que contemplamos es que lo estamos porque nadie quiere estar con nosotros. Nuestra autoestima se desmorona. Ante ello, debemos intentar darle la vuelta a estos sentimientos.

¿Cómo disfrutar de la soledad?

Aristóteles afirmó que «somos animales sociales», nos guste o no y, por eso, necesitamos a otros seres humanos para subsistir. Necesitamos tanto el contacto físico y emocional, como en ocasiones el retiro y el silencio para poder cerrar ciclos vitales y explorar nuevos caminos. Como proceso psicológico, estar solo simboliza un «encuentro con uno mismo» y dependiendo de las experiencias vividas y de nuestros propios medios podemos hacer de esa condición una ocasión única para crecer y lograr momentos inolvidables.

Debemos aprender a distinguir si se debe vivir la vida en mala compañía antes que hacerlo solo. No existe peor sensación que la de estar con alguien y sentirse solo. Este sentimiento puede ser espantoso para muchas personas. Como también entender la diferencia entre estar solo o sentirse solo, disfrutar la soledad con alegría o pasarla como una desdicha. Son muchos a los que les espanta pasar tiempo consigo mismos.

Claves para disfrutar de la soledad

Estar solo/a es una ocasión para conocerse a uno/a mismo/a

Carl G. Jung, psiquiatra suizo, decía que «la soledad es peligrosa, es adictiva, porque una vez que te das cuenta de cuánta paz hay en ella, no quieres lidiar con la gente».

La soledad puede ser muy positiva si se sabe sacar provecho de ella. Pasar un tiempo solo es una oportunidad para conectar con uno mismo, con nuestras emociones, para aprender a querernos, para reflexionar sobre la vida. Podemos estar solos en condiciones diversas, pero eso no quiere decir que no haya personas que no nos quieran. Recuerdo el comentario de un hombre ante su trayectoria sentimental: «Yo salí de casa de mis padres con 28 años para casarme. Siempre añoré no haber pasado por la fase de vivir con amigos compartiendo piso o vivir la soltería en mi propio apartamento, antes de dar el paso decisivo hacia el matrimonio. Ahora que me he separado, he vuelto con mis padres porque no sé vivir solo».

¿Cómo aprender a estar solo/a?

Cuando el miedo a la soledad se apodera de nosotros, nuestra mente se llena de creencias o pensamientos que se repiten con frecuencia:

  1. Pensamientos catastrofista: «Nunca encontraré a nadie», «cada vez es más difícil encontrar a alguien adecuado…»
  2. Creencias absolutas sobre la pareja y el amor: «Estar en pareja es el único modo de ser feliz», «estar solo significa que nadie me quiere, que no soy válido…»
  3. Pensamientos con elevada autoexigencia: «Si la relación ha fallado es porque he hecho algo mal». «Tengo que conseguir que esto funcione. Voy a destrozar la vida a mis hijos…»
  4. Creencias anticipatorias en relación con nosotros mismos y a los demás: «No sabré estar solo», «no sabré encajar entre mis amistades», «no me reconoceré sin estar en familia…»

Cómo actuar ante esos miedos:

  1. Aprende a flexibilizar tus pensamientos: Pon en cuestión esas creencias que te bloquean. Poco a poco, te resultará más fácil generar ideas alternativas.
  2. Identifica tus miedos: Este es el primer paso para vencerlos. Si nos conocemos bien y entendemos el porqué de dichos miedos, será más fácil actuar: ¿Cuándo siento ese miedo? ¿qué siento entonces? ¿cómo actúo?
  3. Reflexiona: ¿Qué es lo que más temes al quedarte solo? ¿Existen otros miedos que ya has superado? ¿Qué beneficios has obtenido? ¿Qué pierdes al tener miedo?
  4. Afronta tus miedos: Establece pequeños metas que te ayuden a avanzar. Por ejemplo, toma pequeñas decisiones, a pesar del miedo o el pudor que te produzca hacerlas solo.
  5. Dedica momentos de placer para ti: como pintar, hacer deporte, escuchar buena música o cocinar. Recuerda que el autocuidado mejora tu ánimo y la calidad de tus relaciones con los demás.
  6. Pide ayuda: Si detectas que el miedo comienza a limitarte en tu día a día, los psicólogos podemos enseñarte a adquirir las herramientas y los recursos necesarios para afrontar de manera efectiva estas dificultades.

Aprender a estar solo/a es la clave no solo para conocernos a nosotros mismos/as mejor, sino para disfrutar de todos los aspectos de nuestra vida. Por lo tanto, es vital que intentes disfrutar de la soledad, o mejor dicho, de tu propia compañía.

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Escrito por

Mireia Gainza

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Bibliografía

  • Gans, S (2022). Things To Do By Yourself. Very Well Mind. https://www.verywellmind.com/the-benefits-of-being-by-yourself-4769939
  • Burns, H (2020). You Can Learn to Love Being Alone. The New York Times. https://www.nytimes.com/2022/02/24/well/live/solitude-benefit-mental-health-advice.html
  • Firestone, L (2019). Being Alone: The Pros and Cons of Time Alone. Psych Alive. https://www.psychalive.org/being-alone/  

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