Diversidad sexual

Dediquemos unos minutos a reflexionar acerca del amplio mundo de la sexualidad.

13 MAY 2014 · Lectura: min.
Diversidad sexual

Actualmente nos encontramos con conceptos cerrados y excluyentes aceptados en nuestra sociedad, donde si eres mujer pasas al cajón de las hembras y si eres hombre en el cajón de los machos, con lo que eso conlleva culturalmente, es decir, determina lo que se espera de cada uno de ellos. La pregunta es ¿qué ocurre cuando vemos un transexual? ¿y si nos encontramos una pareja formada por tres o cuatro miembros (poliamor)? ¿dónde colocamos a nuestro amigo cuando nos dice que tras 20 años de matrimonio ha descubierto que su verdadera sexualidad es con el sexo opuesto?.

El comportamiento sexual no hace la orientación sexual, esto es, yo puedo acostarme con hombres aún sabiendo que lo que deseo es estar con mujeres, pero mis creencias, mi cultura, la educación recibida no me lo permite. Igualmente en situaciones puntuales de internamiento como son las cárceles o internados, donde se crean unos afectos y unos lazos que no tendrían un significado al finalizar este periodo.

¿Qué ocurre cuando nuestra amiga/o nos dice que es asexual? ¿Cómo reaccionamos y nos sentimos ante una persona que nos dice que no desea el sexo?

Tendemos a etiquetar por esa necesidad que tenemos de colocar en nuestra mente todo lo que vemos y percibimos. Las personas somos muchas más cosas que hombre y mujer. El que busca más allá aceptando las diferencias, dejando a un lado los miedos y lo conocido, y explora lo nuevo desde la libertad para aprender, encuentra un lado más profundo del ser humano, y en el entorno sexual una riqueza para uno mismo y para las relaciones con los demás.La sociedad en general acepta el sexo “rosa”, pero ¿qué ocurre con el sexo que no se cuenta tomando un café? ¿ese sexo no normativo?. Aunque no se verbalice existe, y no podemos negarlo aunque parece que la tendencia en esta sociedad sea ocultarlo. Quizá dentro de un tiempo la sociedad esté más preparada para esta apertura sexual, donde la aceptación cobre vida y deje paso a una mayor integración y flexibildiad. Hay que aceptar que nuestras creencias suponen un gran “muro” en las personas que no pueden ser aceptadas por esta diversidad.

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Escrito por

Lourdes Garoz

Licenciada en psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Experta en terapia EMDR, en terapia sistémica y terapias corporales y cognitivo-conductuales. Actualmente trabaja en las clínicas Garoz dónde ejerce su experiencia y conocimientos para evaluar e intervenir en casos de niños y adultos.

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