La psicología de la comunicación en la pareja (1)

Se da una aproximación de diferentes técnicas para abordar el tema de la comunicación inadaptada en la pareja.

23 SEP 2018 · Lectura: min.
La psicología de la comunicación en la pareja (1)

Introducción

El conflicto marital es una problemática que se ha incrementado en las últimas décadas, afectando a los miembros del vínculo, a sus hijos y por ende a la sociedad. Existen diferentes tipos de definiciones, no existiendo un consenso. Sin embargo, las fuentes parecen estar relacionadas con la interacción, cognición, historia del individuo y su motivación, las cuales convergen a la satisfacción marital.

Stuart (1980) identificó las fuentes del conflicto en la terapia de pareja, las cuales son, en primer lugar, la que se deriva de la suposición general acerca de lo que "debe" ocurrir dentro de la vida matrimonial. Igualmente plantea que durante los primeros años de matrimonio, por lo general, los tópicos que aparecen con mayor frecuencia en modo de conflicto entre parejas jóvenes son el sexo, el dinero y, generalmente, la comunicación.

En terapia de pareja, los problemas de comunicación van a referirse a una parte fundamental de todos los programas de tratamiento orientados a la pareja. Y, además, señala que la evidencia experimental es abrumadora, ya que las habilidades de comunicación constituyen un área que ningún terapeuta de pareja puede ignorar. Bornstein (1988).

Desarrollo de las principales ideas

En un primer momento considero esencial definir el concepto de comunicación o, cuanto menos, delimitar el término para conocer el marco en el que nos movemos y así poder trabajarlo adecuadamente.

Concepto

La comunicación humana es intencional. Consiste en hacer inferencias sobre las intenciones del hablante. (Teoría de la estrategia intencional de Dennett, 1987). Para expresarnos utilizamos el lenguaje entre otros medios. Veamos qué dicen autores trascendentes en este campo:

Aristóteles definió el lenguaje como un "órganon" o instrumento de transmisión de estados afectivos, cognitivos y sociales.

Ya Aristóteles en la antigüedad señalaba que el lenguaje no es únicamente la expresión de la palabra, sino que existen matices que acompañan a la palabra y que todo ello tiene la labor de transmitir información.

Nietzsche proclamó la inexistencia de hechos, afirmando que no existen como tal, sino que todos son interpretaciones. "No hay hechos, sólo interpretaciones".

Como figura trascendente en la comunicación se destaca a Saussure.

Saussure en 1916 planteaba que el lenguaje es "multiforme en su conjunto y heteróclito", dado que está a caballo entre diferentes dominios físicos, fisiológicos y psíquicos (sociales e individuales). Lo que impide "desembrollar su unidad".

Los términos que Saussure utiliza, indican que el lenguaje es complicado de descomponer, y en realidad es un todo lo que se expresa para ser captado por otra persona. Revisando a estos autores podemos concluir que el lenguaje no sólo es expresión hablada, sino todo lo que podamos expresar utilizando todos los medios disponibles.

Lo cierto es que en la comunicación importa el intercambio de información, pero por la propia configuración del lenguaje no se pueden expresar los pensamientos tal como suceden, lo que implica numerosos problemas.

Una vez señalada la importancia de la comunicación en el ámbito de las parejas (foco importante de problemas), podemos empezar a analizar las soluciones que se podrían tomar. Con el afán introductorio de esta obra, expongo perspectivas de diferentes autores con el fin de que el terapeuta inexperto obtenga algunas nociones sobre su actuación en este ámbito.

El enfoque conductual-sistémico de Bornstein y Bornstein

Para poder entender las soluciones que proponen a la comunicación problemática, es necesario conocer la perspectiva que adoptan en cuanto a la comunicación.

Bornstein y Bornstein tienen un concepto de comunicación que resumo a continuación. Se centran en aspectos de la comunicación en los que habría que hacer hincapié, y manejando y teniendo presente la utilización de cada diferencia, se podría llegar a una comunicación calmada, coherente y cercana.

Así B&B diferencian dos formas principales de comunicación con la pareja y sus complicaciones:

  • Las íntimas, las formas de expresar cariño como los abrazos y sonrisas, que pueden ser malinterpretadas, ya que las parejas mal avenidas experimentan con frecuencia una discrepancia entre la intención y el impacto. Por ejemplo, tirar al suelo a una persona para jugar con ella puede ser incómodo para la persona que está en el suelo, aunque no sea ése el objetivo.
  • Las económicas se refieren fundamentalmente al hecho de regalar cosas materiales. Por ejemplo, regalarle un peluche a tu novia puede ser interpretado como una señal de amor o como un modo de subsanar un error.

También señalan como aspectos básicos de la comunicación:

  • El respeto o tener una consideración mutua. Una forma de expresarlo es estar dispuesto a colaborar en la solución de los problemas de pareja, como por ejemplo, estar dispuesto a escuchar y atender al otro.
  • La comprensión sería la habilidad para comprender empáticamente y percatarse de lo que el otro cónyuge está experimentando.
  • La delicadeza entendida como conocimiento de las necesidades del otro.

Y diferencian cuatro categorías de problemas fundamentales en la comunicación:

  • Oportunidad. Las personas deben aprender a comunicarse en el seno de la relación de una manera oportuna. Y en general lo oportuno es la prontitud ya que en el marco de la psicología conductual en el estímulo y la respuesta, cuanto menor sea el tiempo entre ambos, la relación de contingencia generalmente se marca mejor (véase la importancia de la inmediatez que señala Michael Kahn en la página 8 del presente trabajo).
  • Tipo de trato. Aspecto importante por la diferencia que puede suponer hablar con amigos o el cónyuge, ya que se ha estudiado que en las parejas mal avenidas, cuando se interactúa con un desconocido se hace de manera suave y favorecedora, mientras que con la pareja se hace con comportamientos groseros y poco delicados.
  • Especificación de conductas. Que implica indicar con precisión qué se está sintiendo, cómo influye la conducta con el estado de ánimo de la pareja y diferenciar las situaciones en las que tiene lugar la conducta del cónyuge. De esta manera pueden concretarse las conductas, lo que favorece la solución de problemas que se hayan podido plantear.
  • Adivinación del pensamiento. Se refiere a la idea de que los sentimientos, actitudes, creencias y demás son conocidas por la pareja. Es decir, puede darse por hecho que ya conocen los sentimientos de sus cónyuges sobre algo en concreto, cuando la realidad es que estos sentimientos pueden ser ignorados por completo. Para desmitificar esta creencia se utiliza el procedimiento de la comprobación, que implica el planteamiento de una serie de preguntas formuladas para comprobar una información.

B&B también contemplan las conductas no verbales como aspectos centrales en la comunicación y así lo señalan con estos estudios:

Un estudio trascendental en el tema de comunicación fue realizado por Stuart, quien en 1980 investigó sobre la comunicación, concluyendo que cuando una persona emite mensajes verbales y no verbales contradictorios entre sí, el sujeto receptor tiende a dar mayor credibilidad a las conductas no verbales de la interacción.

Los mensajes no verbales suponen más del 75% del conjunto de la información que las personas reciben de otras personas (Merhabian, 1972).

Por esta razón es fundamental prestar atención a los aspectos no verbales de las interacciones de las parejas.

Entre los aspectos más comunicativo de la conducta humana es la expresión facial, por el que a través de él se pueden comunicar muchas emociones humanas. Además, está el tono de voz, que sin lugar a dudas aporta un significado adicional al contenido del mensaje de una persona. El lenguaje del cuerpo, el uso de las manos y otros cientos de conductas no verbales son las que se pueden utilizar para comunicarse.

Por último B&B destacan las conductas verbales moleculares:

Hay algunas conductas concretas, muy específicas que las personas tienden a emitir y que facilitan o empeoran el proceso de comunicación. Las conductas que facilitan la comunicación deben ser alentadas y reforzadas, mientras que las que la entorpecen se deben marcar objetivos para su cambio.

Pautas para un entrenamiento en habilidades de comunicación

Una vez contemplados los aspectos básicos y los principios que rigen la comunicación bajo esta perspectiva, podemos concluir que un método para solucionar problemas relacionados con la comunicación sería el prestar atención a estos conceptos y reglas para así utilizarlos con el objetivo de la mejora y en consecuencia la mejora de la relación de la pareja.

Así, si una persona se da cuenta de que actúa de forma que la comunicación no se da adecuadamente y existe la oportunidad de cambiarlo, podría llegar a producirse ese cambio si se presta atención a cuál es la dificultad y qué hacer para mejorarla. Lo bueno es que a ambas preguntas responden B&B al hacer este análisis de la comunicación. Y a través de definir bien la comunicación se permiten ofrecer pautas para un entrenamiento en habilidades de comunicación.

La adquisición y el mantenimiento de habilidades conductuales específicas están relacionados, de forma significativa, con el bienestar psicológico de una persona (Phillips, 1978).

Según lo propuesto por Phillips, los programas de entrenamiento en habilidades centran su objetivo en potenciar la ejecución de tareas específicas, para que así pueda generalizarse al resto de capacidades de su vida diaria, especialmente en las relacionadas con la pareja. Además, el entrenamiento adecuado para la adquisición de las respuestas eficaces constituye siempre una ayuda para el desarrollo en la pareja de un estilo de comunicación más efectivo.

No se puede hacer una definición absoluta de respuesta competente, ya que la definición de competencia está sujeta a juicios de valor relativos (Mc Fall y Dodge, 1982).

Por esta misma razón las propuestas que siguen han de ser valoradas pormenorizadamente en función de multitud de variables, para así adecuar el entrenamiento a las demandas de quien así lo necesite.

Después de la concreción de la comunicación, del recorrido por el que se pasa para dar respuesta a los detalles para conocer la comunicación, estamos en disposición de conocer las estrategias clínicas del entrenamiento en habilidades de comunicación que proponen B&B.

El tratamiento que proponen B&B es de aplicación por un especialista. Es flexible, pero se aplica de forma sistemática y en el marco teórico del modelo de tratamiento conductual-sistémico, siendo su objetivo enseñar habilidades de comunicación más efectivas y facilitar la resolución de los conflictos de pareja. De ahí que este programa pueda considerarse psicoprofiláctico (que preserva de la enfermedad de una manera psicológica).

Los componentes de este programa de tratamiento son de carácter orientativo, pero pueden distinguirse:

  • las instrucciones;
  • el modelado;
  • el ensayo de conducta;
  • el reforzamiento;
  • la retroalimentación/adiestramiento;
  • el ensayo de conducta
  • las tareas para casa.

Las instrucciones

Se refieren a los detalles sobre qué es exactamente lo que tienen que hacer los clientes. Éstas se han de hacer atendiendo a las competencias específicas y a más generales, de tal forma que incluso pueden darse instrucciones genéricas. Esto es debido a que es posible que el cliente se tome a mal cualquier dirección formal por parte del terapeuta y de ahí que el objetivo no sea dar ideas, sino desarrollar vías alternativas de relación más efectivas.

Modelado

El modelado es un procedimiento psicológico muy conocido y que ha demostrado un nivel alto de efectividad. Bandura (1969).

En el modo de aplicación más sencillo, el terapeuta desempeña el papel de un miembro de la pareja en interacción con el otro cónyuge. Así quedaría un cónyuge observador que pudiera atender a los diferentes estilos de comunicación que interpreta el terapeuta (ver página 7 de esta lectura: la clasificación de Ríos de sus tres niveles de comunicación). En las primeras fases del tratamiento, el terapeuta puede llevar a cabo la interacción completa, pero a medida que avanza el tratamiento, tiende a hacer más comentarios iniciales sobre el modelado y a ponerse en el lugar de uno de los cónyuges. De esta forma los clientes se vuelven más habilidosos para desarrollar métodos más efectivos de relación y se vuelve menos necesaria la figura del terapeuta para dirigir las interacciones.

Con varios terapeutas la efectividad del modelado aumenta. Jacobson y Margolin (1979).

Ensayos de conducta

El ensayo de conducta es un procedimiento consistente en practicar, bajo la supervisión del terapeuta, respuestas más deseables a las situaciones de conflictos interpersonales (Eisler y Hersen, 1973).

En la terapia de pareja, los ensayos de conducta forman el núcleo de entrenamiento en habilidades de comunicación, ya que se les da a los clientes la oportunidad de poner en práctica las instrucciones que han recibido o los comportamientos que han observado. Después de esa práctica, se pueden dar algunos comentarios retroalimentadores y de guía por parte del terapeuta.

Reforzamiento

Se refiere a la retroalimentación por parte del terapeuta especialmente a través del reforzamiento social. Se debe ser equitativo con ambos cónyuges para no formar alianzas coterapéuticas. En el caso de que el tratamiento hay sido un fracaso total, se presentan las siguientes alternativas:

  • Puede reforzarse lo reforzable (siempre habrá algún punto, por pequeño que sea, susceptible de ser reforzado).
  • El terapeuta puede, sencillamente pasar de este reforzamiento al siguiente punto.
  • Puede elegirse la técnica del diálogo interno para intentar comprender lo que está sucediendo en la terapia ahora mismo.
  • Se puede pedir a los clientes que hagan un nuevo ensayo.

Retroalimentación/adiestramiento

Después de haber reforzado socialmente a la pareja por las mejoras experimentadas en las conductas de comunicación, el terapeuta debe también hacer algunos comentarios descriptivos sobre el ensayo de conducta, siendo éstos informativos y no críticos. Así se tiende a fomentar un diálogo en la pareja en relación con lo que cada uno de los cónyuges ha estado pensando durante el ensayo de la conducta. Y este mismo diálogo puede utilizarse como una parte de sus sugerencias para el adiestramiento.

La retroalimentación en relación con las conductas verbales y no verbales es beneficiosa y un punto a destacar para no centrarnos solamente en aspectos comunicativos del habla, sino intentar englobar la comunicación como un todo, en el que hasta el más mínimo detalle puede ser interpretado.

Ensayos de conducta

Una vez proporcionado retroalimentación y adiestramiento a la pareja, se solicita que hagan de nuevo ejercicios de comunicación. En el transcurso de la realización de los mismos, el terapeuta debe escudriñar a la pareja en busca de cambios de conducta. De esta forma se pone en marcha un proceso de moldeamiento, en el que el terapeuta pedirá a la pareja que realice tantos ensayos como sean necesarios hasta que los cónyuges manifiesten unas habilidades de comunicación más efectivas en el transcurso de la representación.

Tareas para casa

Hasta ahora la figura del terapeuta ha sido esencial en el plano de guía y dirección, pero como el objetivo es que se generalicen conductas a la vida cotidiana, se hace necesario el realizar las conductas aprendidas fuera del ámbito de consulta. Así que cuando la terapia ha adquirido cierto grado de aprovechamiento en cada una de las habilidades ensayadas, el terapeuta puede asignar tareas graduadas para casa.

Ésta es una tarea delicada, ya que se han de tener en cuenta las capacidades para poder marcar tareas adecuadas y que puedan ser alcanzadas por la pareja en el tiempo planteado, además de que las tareas deben ser relevantes y suficientemente difíciles para que sean, al mismo tiempo, estimulantes y recompensantes. Aunque bien es cierto que, aunque sea una tarea delicada, existen aspectos comunes que pueden compendiarse en tareas genéricas, pero siempre formuladas de manera individual y en su caso, adaptadas coherentemente. Estas tareas deben estar relacionadas con los ámbitos más frecuentes de diferencias en la pareja y según el caso.

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