La queja: un mal hábito

Si nos ponemos a pensar; ¿cuántas veces oímos diariamente a alguna persona de nuestro entorno quejarse de algo? Seguramente más de lo que nos gustaría

26 OCT 2016 · Lectura: min.
La queja: un mal hábito

Parece que nos hemos identificado con un estilo de pensamiento victimista. Creemos que es poco probable que las cosas se vayan a solucionar y optamos por la única opción que vemos, la queja.

Nos quejamos del calor, nos quejamos del frío, nos quejamos si tenemos que hacer, nos quejamos cuando no tenemos qué hacer, nos quejamos y punto. Hay personas que viven en modo queja constante y siempre encuentran un motivo para ella.

La queja para estas personas se convierte en un hábito y muchas veces no son conscientes de que lo están haciendo. Pasa a ser una forma de comunicarse y la emiten de manera automática. La queja tiene efectos emocionales que nos hacen sentir mal, nos convertimos en personas pesimistas y esto a la vez hace que cada vez intentemos menos cambiar las cosas, pensamos que no hay nada que hacer, y en vez de afrontar los hechos confiados y con una actitud positiva, dejamos de emitir respuestas ante las cosas que ocurren que nos disgustan.

La queja afecta tanto a la persona que la realiza como a todos los que se encuentran a su alrededor.

Atribuimos en control de las cosas que nos ocurren a algo externo y asumimos que nosotros no podemos hacer nada para cambiar las cosas, nos quedamos inmóviles lamentándonos, mientras otros continúan su camino y se abren paso entre los acontecimientos iguales a los que para otros son insoportables.

Las personas que se quejan habitualmente son poco empáticas, les cuesta ponerse en el lugar del otro, piensan que todos los astros están en su contra y que todo les ocurre a ellos, no se dan cuentan que a los demás también les ocurren cosas y no tan distintas a las suyas.

Estas personas están tremendamente insatisfechas y pierden la capacidad para disfrutar de las pequeñas cosas.

La queja constante tiene en las personas las siguientes consecuencias negativas:

  1. Nos convierte en personas insatisfechas y nos generan un estado de ánimo negativo.
  2. Nos provocan un desgaste emocional y psíquico importante por el que se escapa nuestra energía. Nos centramos en lo negativo y no conseguimos ver lo positivo que es lo que nos va a permitir avanzar.
  3. Agotamos a las personas que tenemos alrededor nuestro. Todas las personas tienen sus propios problemas, pero no todos los comparten constantemente. Podemos ser el hombro en el que apoyarse de un amigo, pero cuando esto se convierte en un hábito nos desgasta. Las personas que se quejan constantemente "chupan" la energía a los que están a su alrededor. Esto dificulta sus relaciones sociales y suelen quedarse solos.
  4. Nos hace personas pasivas que no buscan soluciones. Quejarse supone colocar el control de lo que me sucede en algo externo que no puedo controlar, por lo tanto, para que voy a intentar hacer nada si no depende de mí. Otra persona en la misma situación, actúa y sigue su camino.

La queja es un mal hábito del que a veces no nos damos cuenta. Te animo a que dejes de quejarte y empieces a actuar tomando las riendas de tu vida. En un próximo artículo daremos las claves para dejar de quejarnos.

Victoria Martín

La queja: un mal hábito

PUBLICIDAD

Escrito por

Victoria Martin

Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid. Máster en Terapia Cognitivo-conductual. Experta en tratamiento psicológico de la obesidad y los trastornos alimentarios, y en terapia de pareja. Cuenta con años de experiencia en la evaluación y el diagnóstico de problemas en adultos, niños, adolescentes y parejas.

Ver perfil
Deja tu comentario

PUBLICIDAD

Comentarios 9
  • Tere

    Espero pautas, ¿cuándo las publicas?

  • Félix M . Jiménez

    La mejor forma de no quejarse, es resolver, la circunstancia que te llevaría a producirla . Es como el "Tango, el resquemor de los cornudos"

  • Charo Puime Vallejo

    Es verdad que habitualmente las personas se quejan por todo, pero hay casos que se encuentran en un túnel o laberinto sin salida , necesitan ser escuchadas por un profesional para abrirle camino a una solución y si no son escuchadas quedan insatisfechas hasta que encuentren a esa persona que realmente la escuche y le ponga fin a su problema

  • Antonia Jiménez

    Soy quejosa. Estoy intentando a mis 54 años, cambiar. Giro radical. Lo necesito, me enfermé de tanto usar la queja. Creo que es una forma de vida que adopté por falta de algo en mí, llamé la atención de esa manera. Siempre fueron quejas del dolor físico hasta que me di cuenta que con ello me he fijado los dolores y vivo con somatizaciones eternas. Es complicado pero voy a salir del hoyo

  • Toni lopez

    Una cosa es quejarse del tiempo y otra muy distinta es quejarse de las injusticias, de la mala educación y del mamoneo político nacional En el segundo caso el no quejarse y hacer el borrego... ¡no creo que sea muy saludable!

  • ana roman hernandez

    Mi madre, desde siempre, es su modo de vida, ha llegado a exagerar pequeñas dolencias de tal manera que parecen terribles enfermedades para quejarse de que no la cuidamos como es debido y que no hacemos lo que ella quiere, esta manipulación la tiene tan asumida que ya es inconsciente y, aunque hables con ella, nunca lo reconocerá.

  • Eduardo Martinez Figueroa

    Hay gente que en público se queja y en privado su actitud es diferente. El medio, las personas, las situaciones determinan las actitudes. La queja en voz alta , compartida permite visualizar los problemas, ordenar tus ideas y encontrar soluciones. Las quejas nos da autoridad para que no nos hagan daño, nos quejamos poco y muchas veces permitimos que pisen nuestros derechos. Yo primero me quejo por que lo que veo no me gusta, si mi queja afecta a más personas puedo cambiar las cosas y mejorar el mundo. Me quejo y luego existo.

  • Equipo de MundoPsocologos.com

    Hola Raquel, Tomamos nota de tu propuesta y te sugerimos que estés atenta a la sección de Pregunta a la Experta. Si no te quieres perder ninguna novedad del portal, síguenos en nuestra página de Facebook: https://www.facebook.com/mundopsicologoscom/?fref=ts ¡Saludos!

  • Raquel Rosso

    Interesante, ¿para cuando las claves? Que me irían genial

últimos artículos sobre orientación y crecimiento personal

PUBLICIDAD