¿Qué implica la entomofobia (fobia a los insectos)? Señales de que sufres de este miedo irracional

Existen personas que al ver arañas, abejas o cualquier tipo de bicho pueden acabar experimentando una fobia tan intensa que incluso llega a limitar algunos aspectos de su vida. La entomofobia se trata de un miedo extremo y persistente que podemos tener ante los insectos. Pero, ¿cómo podemos saber si la padecemos?

¿Qué es la entomofobia?

La entomofobia es un miedo extremo y persistente ante los insectos. Se trata de una de las fobias específicas (es decir, hacia algo concreto) más comunes. Cuando se experimenta una fobia, las personas sienten una ansiedad abrumadora y considerable. Es decir, no se trata solo de un miedo hacia los insectos, sino que este terror acaba incapacitando a la persona e incluso puede interferir en sus actividades cotidianas.

Síntomas de la entomofobia

Los síntomas de la entomofobia pueden variar de leves a extremos en función de la situación o la persona en sí. Los principales síntomas que se experimentan ante este trastorno son los siguientes:

• Ansiedad extrema: Las personas que sufren de este temor a los insectos suelen padecer ansiedad cuando están viendo o pensando en insectos. Este miedo puede llegar a ser incapacitante, incluso generando conductas evitantes.
• Pensamientos obsesivos: Quiénes padecen de esta fobia pueden acabar teniendo demasiados pensamientos alrededor de cómo pueden evitar encontrarse con insectos que les generen este malestar.
• Evitación: La entomofobia también hace que las personas eviten a toda costa aquellos lugares que pueden comportar la presencia de los insectos.
• Síntomas físicos: Las fobias también implican una serie de reacciones físicas como puede ser una picazón severa, sensación de hormigueo en todo el cuerpo, escalofríos, sudoración excesiva o incluso tener malestares estomacales o indigestiones.

Si te sientes identificado/a con muchos de estos síntomas, es muy probable que estés experimentando de un miedo irracional a los insectos que puede estar afectándote más de lo que debería. Ante estos signos, te recomendamos que acudas a un psicólogo/a profesional.

Causas de la entomofobia

Algunos de los factores que pueden aumentar las probabilidades de que una persona desarrolle una fobia son las siguientes:

• Genética: Tener un familiar cercano que sufre de una fobia puede influir en el desarrollo de este tipo de trastornos.
• Traumas: Haber experimentado una situación traumática relacionada con los insectos durante la infancia también puede provocar el desarrollo de este tipo de fobias.
• Comportamientos aprendidos: Los niños/as suelen fijarse en cómo reaccionan los padres ante determinadas situaciones. Si tus padres experimentaban mucho miedo ante los insectos, esto puede conducir a acabar sintiendo el mismo malestar o desarrollando una fobia.

Fobias relacionadas con la entomofobia

Algunas de las fobias relacionadas con la entomofobia son las siguientes:

• Apiphobia o melissaphobia: Fobia a las abejas
• Aracnofobia: Fobia a las arañas
• Helmintrofobia, escolecifobia o vermifobia: Fobia a los gusanos
• Katsaridafobia: Fobia a las cucarachas
• Mirmecofobia: Fobia a las hormigas
• Pteronarcofobia: Fobia a las moscas
• Spheksophobia: Fobia a las avispas

¿Cuáles son los principales tratamientos ante la entomofobia?

Una de las terapias más comunes consiste en la exposición gradual y de manera supervisada ante aquello que genera la fobia. A través de las prácticas y consejos de un profesional, las personas pueden acabar gestionando todos los síntomas que están relacionados. Además, durante la terapia de exposición, también te permitirá aprender las siguientes herramientas para afrontar la fobia:

• Aprender técnicas de relajación y respiración para poder usar durante la exposición
• Analizar y aprender a hablar acerca de tu miedo a los insectos
• Entender de donde proviene esta fobia y cómo te puede afectar

Otras de las técnicas más usadas para gestionar este tipo de fobias son las siguientes:

1. Terapia cognitiva conductual (TCC): Esta terapia te ayudará a cambiar la manera en la que te ves y reaccionas con aquello que te produce la fobia o desencadena sus síntomas.
2. Hipnoterapia: La hipnosis implica usar técnicas de relajación guiada y atención enfocada para poder modificar nuestras percepciones alrededor de lo que nos genera la fobia en cuestión.
3. Fármacos: Los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas físicos de la ansiedad, lo que pueden ser recomendables en los casos más extremos.
4. Practicar yoga y meditación: La práctica regular de yoga o meditación también permite relajarte y reducir los niveles de estrés. De hecho, la meditación es ideal para ayudarte a concentrarte en tu respiración y calmar el cuerpo cuando experimentes de un ataque de pánico.

La entomofobia puede tener un gran impacto en tu vida cotidiana. Algunas personas pueden llegar a dejar de ir a ciertos lugares para evitar los insectos y el miedo que les comporta. Es decir, si no se trata esta fobia puede acabar limitándote en diferentes aspectos. Por suerte, si se trata y se trabaja, la ansiedad percibida ante estas situaciones puede disminuir y dejar de ser un problema que te afecte en determinados momentos de tu vida. No dejes que el miedo irracional te frene.

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