Buenos días. Mi hijo de 3 años acaba de empezar al cole y se porta fatal: agresivo con los compañeros (patadas, empujones), a veces lanza objetos, no cumple las normas de hecho ya hay padres que se han quejado porque sus niños tienen miedo de ir al colegio. Ya antes de empezar presentaba un comportamiento muy fuerte e impulsivo, con perretas constantes, desobediente y agresivo. Tiene nula tolerancia a la frustración (si no gana o no le sale algo se pone como loco). Estamos colaborando con los profesores y la orientadora para coordinar las medidas a adoptar con él. Al salir de clase me dan un papel con las "caritas" del comportamiento y, si es malo (casi siempre) aplicamos diversas consecuencias (le retiramos su peluche favorito, pequeños privilegios, le "ignoramos" un tiempo y le explicamos que estamos tristes). La cuestión es que hemos notado una mejoría en el comportamiento fuera del colegio pero allí sigue fata; incluso se probó a llevarlo sólo unas horas para alargar el periodo de adaptación pero creo que conseguimos el efecto contrario (él sabía que iba a buscarlo papá).
Es hijo único y, por otro lado, me dicen que es muy inteligente pero ya no se que mas hacer.
Gracias y un saludo.
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3 DIC 2018
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Hola Ana,
También se le premia por su buen comportamiento? Porque de alguna manera, según lo que comentas, os estáis centrando en lo malo, pero lo bueno no se está reforzando.
Probad que en el cole reciba felicitaciones (físicas, postales por ejemplo) con algún comportamiento que haya hecho bien ese día. Así fomentamos que lo bueno se repita.
Saludos,
3 DIC 2018
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Estimada Ana,
¿Habéis llevado a vuestro hijo a la unidad de salud mental infantil para valorarlo? Es cierto que tiene solo 3 años y aún está en desarrollo, pero vendría bien para prevenir posteriores dificultades. Las pautas me parecen adecuadas, pero creo que sería necesario hacer cambios en el colegio. Él ya sabe que su padre va a ir a buscarlo, y creo que el período de adaptación al centro está listo. Lo que hay que trabajar es su conducta en las relaciones sociales con sus compañeros/as y durante el trabajo de clase. Sugiero plantear dinámicas y juegos que permitan favorecer el trabajo cooperativo (nada de competir con otros, precisamente por su baja tolerancia a la frustración) con la finalidad de trabajar las relaciones entre el alumnado. Juegos donde no haya ni un ganador ni un perdedor, sino que alcancen los objetivos entre todos y todas. En el patio también deberían promoverse este tipo de juegos con la misma finalidad, así como otros como las danzas, el paracaídas y juegos de pelota. Son medidas dirigidas a todo el grupo-clase, no solamente a él. En cuanto a las tareas de clase, sería adecuado alternar las tareas cooperativas con el trabajo individual, así como aplicar técnicas para modificar su conducta similares a las que se trabaja en casa. No vale de nada hacerlo en casa si luego en casa no hay una coordinación con la familia.
