Me casé hace 12 años y desde ese momento hemos tenido problemas, porque mi esposa ya había tenido relaciones con su ex novio. En ese momento ella fue mi primera mujer (mi esposa) y no he podido superar ese sentimiento de pensar que estuvo con otro hombre y me quiero divorciar por esa razón.
Sin embargo, no sé por dónde empezar y a raíz de eso no he concluido proyectos que tengo y me siento muy estancado ya que la mayoría del tiempo pienso en eso.
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1 JUL 2015
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Buenos días Ernesto,
El pasado es el pasado. Como dice mi compañero, los pensamientos influyen en como nos sentimos y lo que hacemos, pero para ello debemos aprender a tener unos pensamientos en lugar de negativos para nosotros mismos, más realistas. En este caso parece que tu esquema de pensamiento en cuanto a la relación de pareja refleja mucha importancia en cuanto a que tu pareja sea virgen, pero el hecho es que todo lo que te está ocurriendo está producido precisamente por tu pensamiento, no por un peligro real. Este pensamiento se ha vuelto recurrente en ti y es lo que te está afectando a varios ámbitos de tu vida. Ten en cuenta que una relación se basa en múltiples factores, como la comunicación, la confianza, la intimidad, etc.
Si la causa del divorcio es por que ella mantuvo relaciones antes de conoceros con su ex novio, entonces ¿realmente merece la pena divorciarse por eso? ¿qué pasará si te divorcias, crees que el problema se habrá solucionado? Hay más cosas de fondo, pues el problema real no es que ella no fuera virgen. Para ello te recomiendo que acudas a terapia psicológica.
30 JUN 2015
· Esta respuesta le ha sido útil a 3 personas
Hola Ernesto:
Llevas más de doce años dando vueltas a un pensamiento que no tiene solución y es que el pasado no se puede cambiar, es el que es.
Quizás ciertas creencias sobre lo que debe ser, o la frustración de que las cosas no sean como queremos que sean, el caso es que pensar sobre lo mismo una y otra vez sabiendo que nada puede cambiar porque es absolutamente imposible se llama rumiación.
El pensamiento está para ayudarnos a resolver problemas, a decidir, a ver nuevos puntos de vista o a procurarnos una mejora en las condiciones que tenemos alrededor con otra interpretación más manejable, pero si nada de esto ocurre, pensar es dar vueltas sin remedio y nos agota, no solo no sirve, sino que empeora las cosas.
Somos lo que hacemos con nuestros actos, no lo que pensamos, pues solo los actos cambian las cosas. Puedes construir con tus actos, amar a tu pareja con tus actos, pero tu pensamiento solo es eso un pensamiento, que va y viene y que en tu caso te invade y te causa malestar.
Déjalo que vaya y venga con otros pensamientos, demuestra tu amor y tu cariño y disfruta de la relación con la persona que quieres y que te quiere.