¿Qué es lo que menos te gusta de ser psicólogo?

Estoy totalmente de acuerdo con el compañero/a de Espai Psi, uno de los puntos que genera mayor inquietud desde la privada es no poder llegar a todos los que lo necesitan y/o ver como desde la sanidad pública tampoco se atienden las necesidades de la población que más lo necesita. Sin embargo, también creo que es un punto de referencia para seguir trabajando y colaborar en la medida de nuestras posibilidades.

El no poder llegar a todos los colectivos. La psicología tiene poca presencia en la salud pública normalmente. Y ahora en tiempos de recortes todavía más, están desbordados. Y los que nos dedicamos a la privada constatamos el esfuerzo que están haciendo las familias y cómo muchas no pueden acceder a nuestros servicios.

Llevo un rato pensando en lo que planteas. Realmente adoro mi trabajo y me cuesta encontrar cosas negativas. Sí te diría que hay que ser una persona fuerte y aprender a que no te afecten en exceso las historias de los pacientes para seguir en tu postura de psicólogo y poder ayudar. Por otro lado, como dice el compañero, lo peor puede ser ese desconocimiento de la sociedad sobre qué es un psicólogo y cómo puede ayudarte y esos diagnósticos que se hacen a la ligera hoy en día calificando a niños como hiperactivos a la mínima de cambio o a los adultos de depresión tras un par de días malos.

Ser psicólogo es mi vocación y mi pasión, por lo cual, el aburrimiento en mi trabajo no existe. Tengo además, la suerte de trabajar en lo que me gusta.
Lo que menos me gusta es el desconocimiento que hay de esta profesión (cada vez menos, eso sí), y la estigmatización que algunos sectores de la sociedad intenta ejercer sobre las personas que acuden a un profesional.